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10 de junio del 2008

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Iberoamérica
Perú

Libres de la libreta


Wilfredo Ardito Vega
La Insignia. Peru, junio del 2008.

 

La gran mayoría son mujeres campesinas, el sector más excluido de nuestra sociedad, pero también existen indocumentados en las principales ciudades. La indocumentación, además es hereditaria: "He tenido que inscribir a muchos niños de mi zona como si fueran mis hijos, porque sus papás no tienen DNI", me contó una anciana de Carabayllo, al norte de Lima. Los hijos de indocumentados no suelen tener esa suerte.

El Estado debería asumir como prioridad que todo peruano cuente con documentos de identidad, para que ejerza sus derechos fundamentales y pueda participar activamente en la vida política y económica del país. En lugar de ello, se establecían numerosos y costos trámites: para obtener el DNI se requiería obtener previamente la libreta militar y para ésta la partida de nacimiento. Quien no tenía uno de estos dos documentos debía realizar onerosas gestiones: la necesidad de identificarse era percibida como fuente de ingresos por diversas instituciones públicas.

Hace cuatro años, la Ley 28316 eliminó la obligatoriedad de presentar la libreta militar para obtener el DNI, pero la norma no fue adecuadamente difundida y en muchas oficinas de RENIEC se seguía exigiendo este documento. Además, esta norma disponía que recabar la libreta militar seguía siendo obligatorio, lo cual era incomprensible en el Perú, porque desde 1999 el servicio militar es voluntario, siguiendo tendencias internacionales. Por lo tanto, cada año centenares de miles de jóvenes sin ninguna intención de dedicarse a la carrera militar continuaban pagando a las Fuerzas Armadas por obtener este documento.

Por todo ello, resulta muy positiva la ley aprobada por el Congreso a finales de mayo: dispone que a partir del 2009 el DNI se entregará a los jóvenes cuando cumplan 17 años sin necesidad de ningún trámite o pago a las Fuerzas Armadas. Eso sí, deberán acudir a éstas para un examen médico gratuito, pero la libreta militar quedará reservada para quienes decidan realizar el servicio.

Esta ley reafirma el carácter voluntario del servicio militar y, además, que éste sólo puede ser cumplido por mayores de edad. Pese a que los militares rechazaban esta idea, algunos políticos venían sugiriendo que los pandilleros o delincuentes juveniles realizaran el servicio militar para encaminar sus vidas. No quiero imaginarme de qué les habría servido a los integrantes de algunas pandillas de Trujillo o El Callao de haber recibido entrenamiento militar.

La nueva ley es la segunda en menos de un mes que enfrenta la problemática de la indocumentación. La Ley 29222 incrementó a ocho años el plazo de caducidad del DNI y señaló que la falta de actualización de los datos no afecta su validez, como pretendía RENIEC para las personas que habían cambiado de estado civil. Se dispone solamente una multa de la que están exoneradas las personas de menos recursos.

Para muchos peruanos, sin embargo, la obtención y renovación del DNI siguen siendo difíciles. Mientras la libreta electoral era un documento gratuito y permanente, el DNI, que apareció en 1996, tiene carácter oneroso y temporal. Muchos lectores recordarán que nadie se quedaba con la misma libreta toda la vida: se emitía un nuevo documento en caso de extravío o deterioro, para precisar un cambio de domicilio o al llenarse todos los espacios asignados para las elecciones. Todos estos cambios eran gratuitos y dependían de las circunstancias personales y no de un plazo de caducidad.

Debemos señalar que RENIEC apenas gasta 4 soles en la emisión de cada DNI y los otros 18 que los ciudadanos pagan se destinan al financiamiento de esta institución. Por ello pensamos que el precio del DNI debería sincerarse y que, en los departamentos más pobres, sería aconsejable que el Estado asumiera el presupuesto de RENIEC y el documento fuera gratuito.

El caso de los pasaportes supone un precedente positivo; hasta hace dos años costaban más de 200 soles, y gracias a las gestiones de ASPEC y otras entidades, en la actualidad cuestan 37. También las Fuerzas Armadas afirmaban al principio que perderían ingresos importantes si se eliminaba la obligatoriedad de la libreta militar, pero finalmente lo aceptaron.

 

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