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29 de marzo del 2007 |
«Nuestro primer triunfo fue que empezara el juicio»
Madrid Sindical. España, marzo del 2007.
LLevamos 16 días de juicio del
11M y hace algo más de un mes
desde que comenzó. Podríamos
calcular las horas que Pilar Manjón
lleva aquí, en el pabellón habilitado
en la Casa de Campo. Bastaría con
multiplicar por la duración de cada
sesión. Dice que añada cinco fines
de semana sin descansar y que
cuando llega a casa "no me da más
que para ver el Camera café". Precisamente,
por esa obsesión de no
faltar ni un minuto del juicio, hemos
quedado a la hora de comer. Si no,
no había entrevista. La charla se
desarrolla alternando la cuchara
con el bolígrafo y el bocado con la
pregunta. Por mi parte, porque Pilar
Manjón apenas come.
Habla mucho y la entrevista se dispersa. Sin embargo, todo gira en torno al único tema que ocupa su vida, el 11M. Pilar no es la víctima que le hubiera gustado a algunos: recogida, devota, manipulable o cuando menos calladita. Para su pesar les salió sindicalista, respondona y poco temerosa de dioses e instituciones. Pilar no tiene pelos en la lengua y no hace apaños con nadie. "No me gusta el monumento dedicado a las víctimas del 11Mdice- Nadie ha pensado que las víctimas no bajamos a la estación. Sólo lo vemos por fuera. Además no es como estaba proyectado en un principio ". Cuenta que en el proyecto original el sol debería iluminar según la hora del día los nombres de las víctimas grabados en el cristal. Finalmente, están en una placa fuera del monumento aunque faltan 20 que no han sido localizados. En cualquier caso dice no entender "por qué hay que hacer un monumento a la gente porque la hayan matado". Tampoco le gustó el acto "porque no estaba programado como se hizo". "Es cierto que no queríamos políticos pero tampoco hubo saludo del rey y yo no me puse delante. Estoy cansada de ser la foto de ocasión. Las campañas que se las paguen". "Si me buscan mucho acabaré por retirar el nombre de mi hijo" añade. Está contenta, a pesar del agotamiento. "Nuestro primer triunfo fue que empezara el juicio a pesar de las chinitas que muchos han puesto en las ruedas" Además, las pruebas están dejando claras muchas cosas. "Algunos han venido a hacer otra película, pero en estos cinco últimos días se les ha caído la película entera. Y a otros. Ya no hay risitas". Pilar es consciente de la fuerza mediática de su personaje. Quizás eclipsa a la persona, o quizás la rescata. "Si tuvieron huevos para matar a mi hijo deberían tenerlo para escuchar todo el juicio" dice de los imputados de Asturias que ya no están en el juicio porque terminaron sus declaraciones. Recita los nombres de los acusados árabes mejor que los letrados y desgrana cada uno de los avances del juicio y los pormenores que lo jalonan: la goma 2 eco y el titadine, los testigos recusados, la mochila de Vallecas, el ácido bórico que dice con sarcasmo "sirve para matar cucarachas pero no todas", y todos los elementos que las defensas y quienes mantienen la teoría de la conspiración levantaron y ven caer "como naipes". "Pobrecitos y mira que preguntan todos los días por ETA. Cuando entramos al juicio ya decimos ETA bien, gracias, porque es como de la familia". Dice de los abogados de la AVT y de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11M que "están en el mismo barco pero el remo lo han cogido al revés y si pudieran harían volcar el barco" y le indigna que hayan tratado a algunos testigos, por ejemplo al investigador del Centro de Investigación Elcano, "peor que a los culpables". Para Manjón el papel de las víctimas se restringe a esto, al derecho a la justicia y el respeto. ¿Y el papel en el diseño de la política antiterrorista? "Ninguno" contesta contundente. "Es como si mi hijo por no tener piso tuviera derecho a diseñar la política de vivienda". Su hijo, el que está vivo y del que parece como si temiera que la más mínima exposición pública pudiera también arrebatárselo. Después de insistir me dice su nombre: Iván. Se lamenta de que la polémica diaria en torno a ETA desplace el protagonismo del 11M. "El PP es el que marca el baile y el Gobierno les deja", no le sorprenden las declaraciones de Esperanza Aguirre calificando como "el día más triste de la democracia" el de la concesión de prisión atenuada para Juana Chaos -"ya nos había dicho que teníamos suerte porque los 10.000 euros que nos habían dado no cotizaban"- y reprocha a la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mayte Pagazatundua que no les ha visitado todavía. "No es que nos sintamos olvidados -aclara- porque hemos creado una familia que no necesita papeles ". Ni casi nada. "Somos autogestionarios ". La asociación tiene un periodista que les hace una crónica semanal a la que se añade la experiencia de los abogados para que todos los familiares estén bien informados. Cuentan también con sus propios psicólogos y hasta con medicación por si fuera necesario. Asistir al juicio es muy duro, especialmente la primera vez. Tienen 30 entradas y se van rotando. Con esas experiencias están escribiendo una "crónica de una victima sentada en el juicio": El impacto de ver el furgón de la guardia civil a la entrada, el temblor de piernas, el impacto de ver a los imputados en la pecera. "Por primera vez he puesto cara a los asesinos de mi hijo". Necesito por un momento que desaparezca la Manjón guerrera y a ratos provocadora. Le pregunto cómo está la madre de Daniel tres años después de su muerte y casi me arrepiento. Por primera vez aparecen las lágrimas y una mujer vulnerable y desamparada. "Es muy triste. Los sueños y la ilusión se los llevó mi hijo. No hay mañana. La habitación está tal cual el la dejó. Si volviera no tendría ni que limpiarle el polvo". Ya va siendo hora de volver. La esperan familiares de otras víctimas a quienes tiene que dar las credenciales para poder asistir al juicio. Se seca las lágrimas, se da unos brochazos apresurados de maquillaje y se pinta los labios. Listos. |
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