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La insignia
12 de julio del 2007


Aprended geometría


Jesús Gómez Gutiérrez
La Insignia. España, julio del 2007.


Henry Blodgett, personaje de vida tan corta como el relato brevísimo donde pueden encontrarlo (Naturally. Fredric Brown, 1958), sabe más de magia negra que de geometría. Así que para aprobar un examen de lo segundo, decide apelar a lo primero e invoca al diablo. Pero comete un error que no voy a contar por no chafar la historia y que explica uno de los títulos del texto en sus traducciones varias al español: Aprended geometría.

Titular es un arte. No sé si un arte mayor, pero desde luego un arte. Porque un título no es sólo un título, no es una presentación ni una explicación en distinto grado del contenido de la obra ni una pista ni un capricho sino bastante más o bastante menos, según, aunque siempre haya una norma básica en todo y la de esto es esta: un título puede ser lo que sea, pero nunca debería ser tan malo como el texto al que dé pie. Si se quiere vender un melón que es un pepino, se engaña con el melón o se presenta como pepino y vale para ensalada. Lo que pase después es cosa del mercado y del lector. Con independencia de que aquí, en España, sepamos que no hay melón-pepino que no resulte pasable con el salero, en cuyo caso tendríamos una novela media, o manifiestamente mejorable con una loncha de jamón, en cuyo caso tendríamos lo que el común de los mortales entiende por una buena novela. Por lo menos, en verano.

Muchas de las guerras más atroces en las que participo son guerras por un título. A veces se gana y a veces se pierde; a veces se está en una orilla y a veces en otra. Cada situación es un mundo. En el ejemplo propuesto, habría sido defensor a muerte, a qué si no, de la opción más clásica; naturally es un «naturalmente» indiscutible en la intención del texto, en su desarrollo y como clave. También es lo que quiso decir el autor. Que de vez en cuando es relevante. Que tituló como tituló y no de otra manera porque le dio la gana a él o a su editor. Que nunca habría titulado -me atrevo a afirmar- Aprended geometría porque a) es demasiado obvio; b) parece que cuenta la mitad de lo esencial; c) no cuenta ni la mitad de lo esencial y d) es uno de los peores avisos para un relato, una moraleja.

Ahora bien, esa sería mi opinión y nada más que mi opinión. Los dos títulos son buenos. Ninguno se encuentra en el capítulo de los que merecen vivir solos, marcharse del texto y vivir por ahí, de título desgajado, de título que no es. En literatura. O en política. Porque todo esto va de política, naturalmente. Por los tontos que no saben geometría y trazan con la tiza en el suelo y pasa lo que tiene que pasar. Por la gentuza que cogió un buen título, pongamos Socialismo y lo imprimió en un manual de construcción de cárceles. Menos mal que nuestros diablos, los hispanos, son como el de Vélez de Guevara. Que no devora ni en La Habana ni en Caracas.



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