15 de agosto del 2007
Greenpeace cree que es imprescindible apoyar las energías renovables para que entren en los mercados energéticos (tanto eléctrico como de carburantes) en sustitución de las energías sucias y junto con el ahorro energético y la eficiencia energética permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, hay que limitar este apoyo sólo a las energías renovables producidas de forma sostenible. Por lo que tiene que ver con la biomasa y biocombustibles está claro que es posible una producción sostenible pero hay que aplicar una serie de criterios para evitar posibles efectos medio ambientales y sociales negativos. Estos criterios deberían entrar de forma integrante en todos los mecanismos de apoyo a las energías renovables junto con un uso limpio, eficiente y local de esta fuente de energía.
En cuanto a la aplicación para automoción de los biocombustibles, si bien es una opción necesaria para desplazar a los derivados del petróleo, pues son hoy por hoy la única energía renovable directamente aplicable como carburante, su efecto ambiental positivo depende de que, al mismo tiempo que se promueve su uso (por ejemplo obligando a todos los comercializadores de carburantes a disponer de un porcentaje mínimo de los mismos de origen renovable) se obligue a los fabricantes de vehículos a cumplir niveles obligatorios de eficiencia energética, junto a otro conjunto de medidas destinadas a disminuir las necesidades de movilidad y a favorecer los modos más sostenibles, pues es reduciendo la demanda de carburantes como será posible pensar en que la necesaria sustitución del petróleo por energías renovables en el sector de automoción llegue a ser completa.
En última instancia es el conductor quien tiene la última palabra a la hora de contribuir en la sostenibilidad de esta opción, por ello su modo de conducción debe ser lo más eficiente y ahorrador que resulte posible, optimizando de este modo el biocombustible y vehículo que utiliza. Por ello, y dada la importancia que tiene en el caso del transporte este elemento, sería necesario incluir la sensibilización, formación y promoción de una conducción eficiente, ahorradora y responsable a través de los mecanismos que la Dirección General de Tráfico dispone o creando mecanismos nuevos.
El modo más eficiente de desplazarse es el transporte colectivo, y si la distancia lo permite, los modos no motorizados.