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La insignia
12 de abril del 2007


Chile

Precariedad laboral (I)


Arnaldo Pérez Guerra
CGT* / La Insignia. Chile, abril del 2007.

Fotografía: Esteban Hidalgo.


El Sindicato de Trabajadores Reponedores de San Jorge presentó su proyecto de negociación colectiva a la empresa. Son 115 trabajadores repartidos en cinco regiones de Chile: I, IV, V, VII y Metropolitana. San Jorge posee cerca de 500 reponedores y el sindicato agrupa a casi un tercio de los trabajadores desde el año 2003. Es la segundas vez que presentan un proyecto de negociación. El 12 de febrero pasado lo entregaron a la gerencia, pero la respuesta el día 26 del mismo mes "no fue favorable" para los trabajadores, quienes no descartan iniciar una huelga legal. La empresa controla la propiedad de Cecinas San Jorge, Zwan y JK y obtiene mensualmente millones de dólares en utilidades.

Entre la primera y segunda semana de marzo los trabajadores negociaron con el empleador, quien les solicitó simplemente "no negociar y mantener el contrato colectivo" que hoy los rige. "El contrato actual termina este 29 de marzo, o sea que el 30 de marzo debiéramos estar con un contrato nuevo", dice Rubén Sepúlveda, presidente del Sindicato Nacional de Empresa Compañía Industrial de Alimentos Reponedores San Jorge.

Señala que, la vez anterior, "la empresa se burló de los trabajadores". Eran mucho menos los trabajadores sindicalizados y San Jorge entregó su "propuesta de contrato" que, finalmente, los trabajadores debieron aceptar. "Eso provocó gran desmedro económico para todos. Junto con eso, se instaló un 'sistema de comisiones por meta', a las cuales la gente nunca puede llegar, lo que provoca un desmedro en los sueldos. Los trabajadores no ganamos un sueldo suficiente para cubrir nuestras necesidades básicas" dice Rubén Sepúlveda.

Trabajan en distintos locales de supermercados y su función es de vendedores-reponedores de mercadería en los grandes locales a los que los destina San Jorge. Laboran, por ejemplo, en los supermercados LIDER, JUMBO y Santa Isabel, entre otros. Trabajan por turnos. En la mañana comienzan su jornada de 07:00 a 14:30 ó de 7:30 a 15:00 horas. En la tarde, el turno empieza a las 15:00 horas, finalizando a las 22:30. El promedio de sueldo es de 220.000 pesos, pero no tienen ningún tipo de beneficios, sólo el sueldo base, más las "comisiones" y "horas extras", cuando corresponde.

"El trato con la jefatura de la empresa es bastante lejano. Se trabaja en distintos locales y no se está en la oficina. El sistema de supervisores no permite esa cercanía para informar de los problemas que nos aquejan. Además, cuando hay problemas, los jefes simplemente se hacen los desentendidos. Lo mismo sucede con respecto a alguna inquietud sobre el trabajo", agrega Rubén Sepúlveda.

"Así es muy difícil unir a los trabajadores, más cuando laboran en distintos lugares, bastante alejados unos de otros. A veces, la empresa nos cita dos o tres veces al año. El asunto de las remuneraciones siempre ha significado para San Jorge un tema conflictivo. Cuando hablamos de eso, tratan de cambiar inmediatamente de tema. Nos muestran cifras. Nos dicen que la empresa 'no es rentable'. Pero juegan con las personas. Dicen que 'aumentar las remuneraciones es imposible', que es 'un gasto que la empresa no tiene contemplado' porque 'la rentabilidad no es buena'. El trato es lejano... Solamente los dirigentes podemos hablar con la empresa. Pero se nos coarta cuando manifestamos nuestra disconformidad con los bajos sueldos o que no tenemos zapatos de seguridad, o uniformes en mal estado. Sólo nos dicen que 'no hay presupuesto'. Sólo negativas a cualquier asunto que propongamos. Repiten que 'no hay rentabilidad'. Siempre se escudan en la baja rentabilidad de la empresa. Nos dicen que 'estamos con un contrato y que hay que regirse por él'. Eso, a grandes rasgos", dice el dirigente José Bravo.

La actual directiva lleva un año y tres meses en ejercicio: "Desde que asumimos hemos mandado varias cartas a las distintas gerencias comerciales, de recursos humanos y al abogado de la empresa, explicando los problemas que nos aquejan en el trabajo: las bajas rentas, el problema de las metas y otros. Ellos se aprovechan mucho de eso. Prácticamente todos los meses suben las metas para que los trabajadores no puedan cumplirlas y así no pagarnos… Los uniformes siempre son de mala calidad. Compran de sólo una talla y los trabajadores tienen que mandarlos a arreglar o reacondicionar. Los zapatos de seguridad no son buenos. Muchos andan con los zapatos rotos y los pies mojados en pleno invierno. Los supervisores vilipendian a los dirigentes del Sindicato y a sus asociados, incitando a los trabajadores para que no se sindicalicen. Todas las cartas se han entregado a la empresa. Incluso, como presidente, escribí una que se la entregué en sus manos al dueño de San Jorge, explicándole todos los problemas laborales que hay en su empresa. Hasta el día de hoy no hemos recibido una respuesta. Tiempo atrás, la empresa llamó a nuestro sindicato y a otros trabajadores no sindicalizados a 'conversar algunos de los problemas'. Se reiteró la crítica a las formas de trabajo y a las malas condiciones laborales, al mal manejo de los vendedores y supervisores que no se dedican a cumplir su trabajo, el no pago de horas extras por dos o tres meses, etcétera. Pero cuando uno va a preguntar, 'la pelota rueda' por todos los departamentos. Se echan la culpa unos a otros y nunca se llega a una solución", agrega Rubén Sepúlveda.

Hasta ahora no han tenido problemas con "despidos injustificados", pero sí "prácticas antisindicales". Un reponedor sindicalizado fue insultado y amenazado de despido por un vendedor. "Se están tomando las medidas para denunciar el caso. El abogado de la empresa, lamentablemente, le bajó el perfil al problema. Se hizo el desentendido, diciendo que era sólo un asunto privado. El vendedor, esté donde esté, representa a la empresa. Entonces, es un problema entre el Sindicato y la empresa. El vendedor que insultó y amenazó es dirigente del Sindicato de Vendedores. Eso hace aún más grave el asunto. Un dirigente de vendedores no puede amenazar con despedir a un reponedor", dice Rubén Sepúlveda.

Alberto Kassis es el dueño del holding San Jorge, que agrupa a quienes trabajan en la planta de cecinas, a los trabajadores de transportes, los de oficina y administrativos, y los reponedores, que se ubican en el último eslabón. Son los últimos en la escala de rentas. No tienen ningún beneficio. Nada en comparación con los demás trabajadores del holding que poseen un Centro de Atención Médica propio, al que los reponedores no pueden ir, uniformes, bienestar y múltiples beneficios para sus familias. Los reponedores no saben en qué va a cambiar su relación laboral con la nueva ley que regula la subcontratación. No saben si pasarán a ser parte integral de la empresa o si recibirán a cambio algún tipo de beneficios.

"Esperamos que en esta negociación, las remuneraciones sean acordes con un sueldo digno. No estamos pidiendo grandes cosas: colación, movilización y gratificación garantizada. La empresa siempre responde que no tiene utilidades, que las utilidades al final del ejercicio se reinvierten en pagar sueldos y comprar maquinarias nuevas, según los informes que nos presentan. Siempre hay respuesta negativa. Cuando ofrecen un arreglo por las metas que no hemos cumplido nos ofrecen un porcentaje de 100 por ciento, no salen de eso. En el papel son 30.000 pesos por trabajador, pero eso no satisface a la mayoría. Lo que esperamos ahora, ya que la primera negociación no fue buena, es que ésta sea mucho mejor para todos los trabajadores. Hay coincidencia en todos los reponedores de realizar una huelga si la empresa sigue negando nuestros derechos", dice José Bravo.

La nueva directiva del sindicato ha logrado, paso a paso, grandes cosas: "Organizar de mejor manera, incentivar a la gente a sindicalizarse, motivarla, activarla. Incluso dimos un gran paso al ir a regiones a visitar a nuestros compañeros que están en un desmedro mucho mayor que nosotros. Sus sueldos son inferiores. Lo que nos sorprendió mucho cuando fuimos a regiones. Hay liquidaciones de sueldo donde ellos ganan 30 ó 40 por ciento menos que nosotros, cumpliendo el mismo tipo de trabajo. Nosotros aspiramos a regularizar eso. Que se establezca en el contrato colectivo que a igual trabajo, igual remuneración. Las empresa juega con las comisiones, con las ventas, con los quiebres de mercadería, lo que atenta con la consecución de la metas. Eso es un problema grave. Porque es lo que dejamos de ganar si no llegamos a las metas. Muchos compañeros a fin de mes sólo tienen 90.000 pesos con los descuentos", dice Rubén Sepúlveda.

"Muchos compañeros son obligados a sobre endeudarse, a pedir préstamos. Por eso los sueldos a fin de mes no alcanzan. Nos dicen que San Jorge es la empresa que 'mejor paga', pero con el sobreendeudamiento la gente no ve su dinero. A fin de mes eso se ve reflejado. El sueldo no es bueno, mucho menos en regiones", agrega José Bravo.

Entre los directores de la empresa San Jorge están los ex ministros de Augusto Pinochet, Carlos Cáceres y Hernán Büchi, colaboradores de la dictadura militar, responsable de las violaciones a los derechos humanos y el retroceso brutal de las condiciones laborales de los trabajadores. "Es muy difícil que ellos suelten las amarras contra los trabajadores. Ellos venden y si nosotros no ganamos las comisiones, igual ganan con las ventas de productos, ganan millones de dólares anuales. Por eso queremos que 'se aplique eso que decían del chorreo', que caiga algo de la torta para los trabajadores", dice José Bravo.

"Queremos hacer un llamado a los compañeros de San Jorge a ratificar todo lo que se ha avanzado y trabajado. Llamarlos a dignificar nuestro trabajo y actividad, que por muchos años a estado pisoteada por los patrones aprovechadores y abusivos. Advertirle también a la patronal que nuestro sindicato va a ir al frente, que vamos a luchar por mejoras sustanciales en nuestras remuneraciones y por el bien social de nuestras familias. No vamos a cesar en nuestro intento de conseguir mejores condiciones laborales", concluye Rubén Sepúlveda, presidente del sindicato.


(*) CGT, Confederación General de Trabajadores de Chile.



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