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27 de junio del 2006 |
AK-47: El arma peor regulada del mundo Amnistía Internacional, junio del 2006.
Según un nuevo informe de la campaña Armas bajo Control (*) hecho público hoy,
26 de junio, al comienzo de la conferencia mundial de la ONU sobre armas
pequeñas y ligeras en Nueva York, al menos durante los próximos 20 años el
fusil de asalto Kalashnikov seguirá siendo el arma más utilizada en las
zonas de conflicto, ya que su regulación es muy deficiente.
En la actualidad, el Kalashnikov se fabrica en más países y se está utilizando para causar un sufrimiento más generalizado que en ningún otro momento de sus sesenta años de historia. Cada año se mata con esta arma a muchos miles de personas. Esto se debe a que se controla muy poco a escala internacional su producción, venta y uso, según el informe AK-47: The World's Favourite Killing Machine. En el informe se calcula que en la actualidad hay no menos de 100 millones de AK-47 en el mundo, así como variantes de su diseño. Se encuentran en los arsenales de los Estados de al menos 82 países y se fabrican en no menos de 14. Esta cifra va a aumentar debido a que Venezuela ha firmado recientemente un acuerdo para montar las armas en el país, el primero en su género en América. El elevado número de plantas de producción en todo el mundo, la disponibilidad generalizada de los excedentes de este tipo de armas y la carencia de normas y leyes universales sobre la regulación de sus transferencias facilitan que los Kalashnikov caigan en manos de intermediarios de armas sin escrúpulos, milicias armadas y delincuentes. Incluso el inventor del arma, el teniente general Mijail Kalashnikov, pide controles más estrictos y, en una declaración a la campaña Armas bajo Control, ha afirmado: "Debido a la falta de un control internacional de la venta de armas, las armas pequeñas llegan a cualquier lugar del mundo y se utilizan no sólo para la defensa nacional, sino también por agresores, terroristas y todo tipo de delincuentes [.] Cuando veo en la televisión armas pequeñas del modelo AK en manos de bandidos, me pregunto a mi mismo: ¿cómo se las agenciaron estas personas?" Los activistas de la campaña Armas bajo Control entregarán hoy la petición gráfica más numerosa del mundo, la petición Un Millón de Rostros, al secretario general de la ONU, Kofi Annan, en Nueva York. En la petición se solicitan controles de armas más estrictos y se incluyen las imágenes de un millón de personas de más de 160 países. Este número simboliza el millón de personas que han muerto debido al uso de armas pequeñas desde que comenzó la campaña Armas bajo Control en 2003. "Carentes de control y regulación, los AK-47 se han utilizado para asesinar y mutilar y han agudizado los conflictos y la pobreza en los países más pobres del mundo. Un millón de personas de todo el mundo han firmado una petición solicitando un control más estricto de las armas. En esta conferencia de la ONU, los gobiernos deben acordar normas universales sobre la venta de armas pequeñas y contribuir a poner fin a este sufrimiento", afirmó Jeremy Hobbs, director de Oxfam Internacional. La disponibilidad generalizada de los AK-47 y de sus variantes es una herencia de la guerra fría. En un principio, el gobierno ruso fomentó su fabricación entre sus aliados, pero había poco control de los acuerdos de producción y en algunos casos ni siquiera existía uno de estos acuerdos. Se suministraron millones de AK-47 a diversos regímenes durante este periodo y estas armas siguen en circulación, comercializadas ahora por numerosas empresas y gobiernos de todo el mundo. "El AK-47 es el símbolo del descontrol actual del comercio de armas, que destruyen vidas y haciendas. Sólo unas normas universales que controlen a quienes las fabrican y a quienes se venden garantizarán que no caigan en las manos equivocadas" señaló Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional. "La proliferación incontrolada de los AK-47, como la de otras armas de fuego y armas ligeras, ha acarreado millones de muertes y un sufrimiento generalizado, sobre todo en algunas de las zonas más pobres del mundo. Hasta dentro de cinco años no se celebrará la próxima reunión mundial sobre armas pequeñas. Si los gobiernos no aprovechan esta oportunidad para impedir que las armas de fuego caigan en las manos equivocadas, 1.800.000 personas más morirán como consecuencia de las armas de fuego, antes de que se presente otra ocasión para emprender acciones", afirmó Rebecca Peters, directora de IANSA. (*) Amnistía Internacional, Oxfam Internacional y la Red Internacional de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA). |
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