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La insignia
17 de febrero del 2006


España

El Ministerio de Fomento, contrario a Kioto


Ecologistas en Acción. España, febrero del 2006.


Ecologistas en Acción ha realizado una protesta, en el primer aniversario del Protocolo de Kioto, contra las políticas del Ministerio de Fomento. La protesta con el lema Nos quedamos desnudos ante el cambio climático pretendía llamar la atención sobre las políticas que desarrolla Fomento y que favorecen todavía más el aumento de emisiones y, por tanto, de las alteraciones en el clima.

Ecologistas en Acción ha denunciado al Ministerio de Fomento por lleva a cabo una política de transporte contraria al cumplimiento del Protocolo de Kioto. Esto se demuestra en el nuevo Plan de Infraestructuras que continúa fomentando el uso de automóvil, a pesar de ser la una de las principales fuentes de nuestras emisiones de CO2 y de su crecimiento desbocado en los últimos años.

España cada vez más lejos de Kioto

En Kioto se acordó una reducción en las emisiones de CO2 de los países industrializados, el principal causante del efecto invernadero, y otros cinco gases, por una cuantía global del 5,2% respecto a 1990 que tendría que alcanzarse entre 2008-2012.

España, para cumplir con el Protocolo de Kioto no podrá superar el 15% de las emisiones de CO2 de 1990 para el año 2012. Sin embargo, según avances de la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático, ya superamos ampliamente el 45% de las emisiones del 1990.

Este espectacular incremento demuestra que en España no se están adoptando las medidas necesarias desde las distintas políticas sectoriales para que exista una reducción efectiva de las emisiones de CO2.

El transporte es el sector que más aumenta las emisiones de CO2

La esperanza del gobierno es reducir las emisiones de la industria a través del sistema de comercio de emisiones intraeuropeo. Sin embargo olvida que el transporte, el sector económico que más crece (un 4,2% de media anual), consume el 36% de la energía final, y casi un 90% de este consumo es debido al transporte por carretera. Su contribución a las emisiones totales de CO2 ha crecido en los últimos 10 años más de un 60%, lo que le convierte en uno de los principales responsables de que España se aleje alarmantemente de los compromisos de Kioto.

Si se cumple el PEIT no se cumplirá Kioto

Indiferente ante esta situación el Ministerio de Fomento presenta el Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte (PEIT), que fomenta más el uso del coche sobre todo con el aumento de la red de autovías previsto: de los actuales 9.000 km hasta 15.000 km para el 2008 (sin contar los casi 3.000 km de autovías y autopistas de competencia autonómica). Esto quiere decir que seremos el país de Europa con más kilómetros absolutos de autovías, además de que ya somos el país europeo con más vías de alta capacidad por habitante y vehículo.

Se puede decir con rotundidad que este PEIT no sólo hará imposible la reducción de las emisiones del transporte, sino que provocará su incremento, lo que se presenta como una de las principales amenazas para que España cumpla el Protocolo de Kioto.

Una política de transporte coherente al Protocolo de Kioto

España es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático. Por este motivo se hace necesario diseñar una política de transporte comprometida con la reducción de las emisiones de CO2 y abandonar esa posición entre los países que más se alejan del cumplimiento de los compromisos de Kioto.

Ecologistas en Acción considera que una política de transporte respetuosa con el medio ambiente y nuestra salud debería:

- Abandonar los proyectos de construcción de nuevas autovías. La mayor parte de las previstas en el PEIT no se justifican por ningún motivo, ni siquiera por el número de usuarios.

- Apostar por el uso del ferrocarril y la intermodalidad del transporte frente a la utilización generalizada del automóvil. La actual política del Ministerio se decanta por el tren de las "altas prestaciones" en lugar de la extensión y mejora inmediata del servicio.

- Fomentar el uso de biocarburantes (bioetanol y biodiesel) y cumplir con los objetivos de sustitución de carburantes fósiles que marcan la normativa comunitaria y nacional (en 2005 se tenía que haber alcanzado una cuota del 2% del mercado español de carburantes para el transporte, y no se llegó ni al 0,8%).

- Elaborar planes de reducción de la velocidad de circulación. Una reducción de los límites máximos de velocidad en carreteras y en ciudad -así como su cumplimiento efectivo- permitiría un menor consumo de combustible.

- Promover una mayor eficiencia energética en los motores. Con motores más eficientes se podría rebajar el consumo de petróleo y con ello evitar emisiones de CO2 a la atmósfera y mejorar la calidad del aire.



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