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La insignia
10 de septiembre del 2005


Detengan a ese hombre


Juan Carlos Borrás
Tercera República. España, septiembre del 2005.


El individuo de la derecha está cometiendo el delito de ejecución pública de un fragmento de una obra protegida por la LPI, sin permiso de su autor, creando de paso una obra derivada y todo ello con ánimo de lucro.

En su forma más común, un pasodoble se compone de una introducción en tono menor, un primer conjunto melódico que suele repetirse con un contracanto, un enlace a un trío en tonalidad mayor, generalmente de 32 compases (8 variaciones de una melodia de cuatro compases) al que se le suele añadir otro contracanto en la repeticion (de otros 32 compases) y un final.

El trío del pasodoble "Pepita Creus" tiene en la repetición un solo de clarinete. Si la gran mayoría de pasodobles tienen la misma estructura, los tríos miden lo mismo, en la práctica el número de tonalidades mayores es reducido (por motivos de registro y temple instrumental media docena en la mayor parte de los casos) y por ello las armonías de todos ellos difieren poco (que se lo pregunten a un tuba), puedes mezclar unos con otros... en flagrante atentado contra la ley (presente y futura) de la propiedad intelectual que impide ejecuciones parciales sin permiso del autor, incluso evidentemente la creación de estas obras derivadas.

El intérprete de la derecha se descolgó en mis narices en plena plaza mayor con el solo de clarinete de "Pepita Creus" mientras el resto de la banda de música tocaba otro pasodoble. No es el único, conozco a clarinetistas que son capaces de meterte cualquier solo de trío en un pasodoble distinto a poco que las frases cuadren. Si la tonalidad no coincide son incluso capaces de transportarla sobre la marcha. Eso sí, si alguien tiene la suerte de presenciar tal "transgresión" le advierto que las únicas miradas que verá serán de admiración y aprobación entre los músicos (lamentablemente el público no suele recoger la ironía, a no ser que sean iniciados). Virtuosismo y oficio contra la "cultura barata que no gratis". Y oh corcheas, todo ello adobado con un indiscutible ánimo de lucro porque créanme ese individuo va a cobrar por los tres días que va a estar tocando en las fiestas del pueblo donde se tomó la fotografía.

Que no cunda el pánico, no lo van a detener. Fenómenos como ése se suceden cada fin de semana desde San Juan hasta bien entrado octubre en todo el mediterráneo y regiones del interior. Principalmente y por encima de todo porque esa inmensa coña suena divina.



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