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La insignia
26 de mayo del 2005


España

UGT reclama políticas que ayuden a equilibrar
el modelo de crecimiento económico


UGT. España, mayo del 2005.


Madrid.- La economía española crece de forma estable pero desequilibrada porque este crecimiento se sustenta fundamentalmente en la demanda interna, sobre todo por la inversión en construcción y gasto en consumo. Los datos del primer trimestre de Contabilidad Nacional revelan la pérdida de cuota de mercado de las exportaciones españolas, la dependencia creciente de las importaciones, la insuficiente contribución de las actividades industriales nacionales que provoca un aumento de la dependencia externa principalmente en productos de alta tecnología y el bajo nivel de productividad del factor trabajo por la insuficiente inversión en I+D+i y formación y por los importantes niveles de precariedad en el empleo con elevadas tasas de temporalidad.

UGT reclama la puesta en marcha de políticas que ayuden a equilibrar el modelo de crecimiento, permitan modernizar el aparato productivo y competir en el nuevo escenario europeo, a través de un crecimiento económico sostenido y sustentado en mayores inversiones en empleo (empleo estable y formación), mayor dotación tecnológica, mayores inversiones en infraestructuras y medio ambiente.

Los datos sobre Contabilidad Nacional referidos al primer trimestre del año 2005 estrenan las series trimestrales referidas al marco de la nueva base 2000 de la Contabilidad Nacional de España (CNE-2000) en coherencia con los datos anuales presentados el pasado 19 de mayo. Así, los datos relativos a los tres primeros meses del año 2005 muestran que la economía española continúa aumentando suavemente su ritmo de crecimiento a una tasa interanual del 3,3%, una décima más que en el último trimestre del pasado año, ajustado en base 2000. No obstante, más allá de los correspondientes resultados ajustados en términos cuantitativos derivados de la nueva metodología empleada, los datos publicados en el día de hoy por el INE no aportan grandes novedades respecto al comportamiento tendencial de nuestra economía, como constata el hecho de que la economía española ha replicado en el primer trimestre de 2005 el mismo comportamiento que tuvo durante el primer trimestre de 2004, en el que también se registró un aumento anual superior en una décima respecto al cuarto trimestre de 2003.

De igual forma que los nuevos datos confirman que la economía española se mantiene en una senda de crecimiento económico estable, también corroboran que este crecimiento sigue siendo desequilibrado, en la medida en que se mantiene la desigual aportación de los distintos componentes del PIB al mismo:

-La demanda interna sigue siendo la partida del PIB que sustenta el crecimiento económico, aumentando en tres décimas su aportación al crecimiento del PIB con respecto al trimestre anterior (5,8 puntos). Se mantiene así la tendencia de la demanda interna a sustentar el crecimiento económico, incluso en mayor medida de lo que lo hizo en el primer trimestre de 2004.
-En cuanto a las variables que componen dicha demanda hay que destacar el hecho de que haya sido la formación bruta de capital (con un crecimiento del 7,5%) la variable que más haya apoyado el crecimiento de la economía. En especial, la inversión en bienes de equipo ha mostrado un vigoroso ritmo de crecimiento del 10,5%, tres puntos y dos décimas más que en el último trimestre de 2004. La construcción mantiene su tendencia de aportación positiva a la demanda interna (con un crecimiento del 6,1%), aumentando en ocho décimas con respecto al último trimestre de 2004.
-Por lo que respecta al gasto en consumo, se observa un sostenimiento del ritmo de crecimiento del consumo de los hogares en torno a una tasa del 4,8%, igual a la registrada en el último trimestre del año 2004 y una ligera desaceleración del consumo colectivo de las administraciones públicas que se sitúa en una tasa del 6%, siete décimas menos que en el trimestre precedente.
-La demanda externa continúa su contribución negativa al PIB, intensificando esta aportación en dos décimas respecto al trimestre precedente (de -2,3 puntos a -2,5 puntos). Se mantiene así la tendencia de la demanda externa a lastrar el crecimiento económico, incluso en mayor medida de lo que lo hizo en el primer trimestre de 2004.
-Durante el primer trimestre de 2005 se han registrado desaceleraciones tanto de las importaciones como de las exportaciones, resultando especialmente preocupante el comportamiento de estas últimas, que han sufrido una disminución de tres puntos y cinco décimas respecto al trimestre anterior entrando en fase contractiva (-1,7%)
-En cuanto al PIB por el lado de la oferta destacar cómo, aunque la actividad productiva en las ramas industriales aumenta (un 1,2%), sigue siendo un crecimiento moderado en relación al que se contabiliza en otras ramas como construcción y servicios. Y que la actividad en el sector construcción mantiene un importante crecimiento (5,6%).
-El crecimiento del empleo mejora en una décima los niveles del trimestre anterior alcanzando una tasa de crecimiento del 3%.
-En cuanto a la variación del empleo por ramas, destacar que sólo se destruye empleo en las ramas agraria y pesquera y que el crecimiento mas fuerte se produce en el sector de la construcción.
-En lo que respecta a la productividad, destacar que en este trimestre se mantiene uno de los déficits característicos de nuestro crecimiento: la baja productividad que se mantiene en el nivel del 0,3%, el mismo del trimestre anterior. En este caso se ha producido una ligera reversión de la tendencia de la productividad respecto al comportamiento que tuvo en el primer trimestre de 2004, periodo en el que aumentó en una décima con respecto al último trimestre de 2003.
-Analizando ésta por sectores, resaltar que solo el sector de la construcción con un aumento del empleo del 7,8% ha registrado un crecimiento de la productividad negativo del -2,2%.

En definitiva, los datos de la Contabilidad Nacional referentes al I trimestre de este año estrenan base de referencia y metodología, pero no aportan grandes novedades respecto a cuál es el patrón de crecimiento de nuestra economía. La economía española sigue manteniendo un perfil de crecimiento económico desequilibrado caracterizado por:

-La contribución preponderante de la demanda interna, liderada por la inversión en construcción y el gasto en consumo, de la que se deriva la característica estructural negativa de nuestra economía de alta dependencia cíclica.
-La negativa contribución de la demanda externa, que evidencia la pérdida de cuota de mercado de nuestras exportaciones y la dependencia de nuestro creciente consumo interno de las importaciones.
-Una insuficiente contribución de las actividades industriales nacionales que degenera en un aumento de nuestra dependencia externa, principalmente de productos de alta tecnología.
-El bajo nivel de productividad del factor trabajo derivado por una parte de una insuficiente dotación de recursos de inversión en I+ D+ i y formación, y por otro de unos significativos niveles de precariedad en el empleo con elevadas tasas de temporalidad.

Estas graves carencias ponen a nuestro juicio de manifiesto la necesidad de poner en marcha políticas que ayuden a equilibrar el modelo actual de crecimiento y que permitan modernizar el aparato productivo y competir en el nuevo escenario europeo.

Para ello, el papel relevante que juega el consumo y la construcción debe ir parejo a un favorable comportamiento del resto de componentes del PIB, buscando la óptima combinación de medidas que aseguren un crecimiento económico sostenido, y se sustenten básicamente en: mayores inversiones en capital humano (empleo estable y formación), mayor dotación tecnológica, mayores inversiones en infraestructuras y medio ambiente.



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