Mapa del sitio | Portada | Redacción | Colabora | Enlaces | Buscador | Correo |
11 de julio del 2005 |
Un orden internacional más justo (IV)
Elaboración: Franklin Canelos, Oswaldo Padilla,
Algunas propuestas sectoriales
No se trata de hacer una simple lista de posibilidades aisladas. Lo que se pretende es analizar la realidad en cada fragmento de la deuda para que desde la "sociedad civil" se presenten opciones alternativas a las estrategias dominantes. Tampoco se quiere plantear sugerencias en el campo de lo posible, esa no es la tarea de la "sociedad civil", pues, en realidad, las fuerzas de la sociedad no son ni pueden ser simples cajas de resonancia del pragmatismo oficial, sino que deben proponer la construcción de nuevos caminos. Si esas opciones aparecen como inviables es porque el dogmatismo reinante, al servicio de los intereses globales o nacionales, no quiere cambios radicales, que son necesarios en todos los ámbitos de la vida humana. Por eso, sin perder de vista la necesidad de una estrategia global, que conduzca a acciones globales, se precisa de claridad para entender lo que se podría hacer en cada tramo de la deuda. Es más, hay que conocer todas las posibles opciones existentes, las que, en un momento dado, podrían integrarse en una suerte de mezcla virtuosa para enfrentar con creatividad el tema de la deuda externa: Deuda comercial
-Moratoria, casi siempre como resultado de la incapacidad de pago y no como una herramienta activa. Esto debe cambiar. A la moratoria hay que llegar antes de que se produzca la debacle, cuando ésta tenga la fuerza de la amenaza para presionar a los acreedores y como una opción que anticipe el fracaso que se avecina por efectos de la misma deuda. Deuda multilateral
-Moratoria.
-Moratoria. 4. Propuestas de mayor contundencia Moratoria En este escenario aparece con fuerza la moratoria o suspensión temporal de pagos, ya no como resultado de la incapacidad de pago. Puede ser una demostración contestataria y no sólo una necesidad ante la incapacidad de pago. En la mesa de negociación la moratoria, como parte de una agenda de múltiples opciones, puede ser un argumento para presionar por mejores condiciones. Sería mucho mejor una moratoria concertada al menos con un grupo significativo de países deudores y acreedores, o mejor aún con todos. Pero, si esto no es posible, no hay que temer a la moratoria. Esta podría ser una oportunidad histórica para resolver el problema si es que existe una estrategia clara, de lo contrario los riesgos son enormes. Una suspensión o disminución del servicio de la deuda no obvia en ningún caso la necesidad de readecuar y reajustar casa adentro las economías, en particular el aparato productivo y naturalmente, como aspecto básico, los esquemas de distribución de la riqueza y los ingresos. Una reforma fiscal integral -ingresos y egresos-, que no descuide la cuestión de la deuda interna y de la deuda externa privada, es una de las tareas básicas para enfrentar con éxito una moratoria. La moratoria cobraría fuerza si los países deudores se uniesen e impulsasen la constitución de una suerte de club de deudores. Incluso una posición de no pago indefinida podría tener mayor viabilidad si los deudores forman un frente común. Condonación Con apoyo de la "sociedad civil" del norte se debe exigir una condonación parcial (o total) de la deuda externa, considerando varios factores: 1. Si las condiciones del endeudamiento estuviesen relacionadas con la capacidad de pago, la deuda externa debería ser sustancialmente menor. La diferencia existente entre deuda "actual" y deuda "real" significa que la prima de riesgo que le han gravado a los países ha sido excesiva, y denota una clara corresponsabilidad de los acreedores externos en la concesión de los créditos. Esto no exime la responsabilidad de los gobiernos y funcionarios en elos países subdesarrollados, que no han ejercitado un manejo coherente en términos económicos y financieros de la deuda. 2. La cantidad de recursos que deberían asignarse a la deuda provoca que se siga en una senda de constante endeudamiento (deuda para pagar deuda) y a su vez provoca que se destinen menos recursos hacia inversiones sostenibles. Esto pone en riesgo la viabilidad futura de dichos países del sur. 3. La situación actual de endeudamiento de América Latina, que también ha sufrido situaciones emergentes como desastres naturales, conflictos bélicos, caída de los precios de los principales productos de exportación, ponen a la región en una opción: plantear una condonación parcial o total de la deuda, y al mismo tiempo acceder a un cambio de su posición deudora en el escenario internacional. 4. En el norte debería haber la suficiente conciencia de que la ola migratoria desde el sur es causa directa del sobreendeudamiento de los países empobrecidos por la deuda. La emigración, en Ecuador por ejemplo, se desató por una crisis compleja, que tiene que ver, entre cosas, con el fracaso del modelo neoliberal, en el cual una de sus causales es la deuda externa. |
|