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La insignia
15 de diciembre del 2005


UE

La CES pide un aumento del presupuesto
que supere el 1,24% del PIB europeo


CCOO. España, diciembre del 2005.


Ante la reunión del Consejo Europeo de los días 15 y 16 en Bruselas, CC.OO. y la CES (Confederación Europea de Sindicatos) piden un presupuesto que supere el 1,24% del PIB europeo y un impulso real a la dimensión social europea que incluya las demandas del movimiento sindical europeo en la revisión de la directiva de tiempo de trabajo y en la adopción de la directiva de servicios. En este sentido han convocado una euromanifestación en Estrasburgo en el mes de enero para exigir cambios sustanciales en esas directivas.

Para CC.OO. el proceso de adopción de las perspectivas financieras de la Unión Europea para los años 2007-2013 atraviesa por dificultades. Los bloqueos que evitaron la consecución de un acuerdo durante la presidencia luxemburguesa y retrasaron la toma de decisiones en la materia podrían reducir los fondos destinados a los nuevos Estados miembros en el comienzo de la nueva fase de programación y la falta de ambición de los líderes europeos disminuye su credibilidad ante los ojos de los ciudadanos. La CES y CC.OO. denuncian esta situación y lamentan que las declaraciones de intenciones no se vean seguidas de actos.

A juicio de CC.OO. las perspectivas financieras 2007-2013, una vez adoptadas, deberían permitir la planificación del gasto presupuestario a medio plazo y garantizar la disponibilidad de los recursos necesarios para lograr los objetivos políticos establecidos en común. La UE necesita los medios financieros que le permitan respetar los compromisos que ya ha asumido y hacer frente a los futuros desafíos, a la altura de sus ambiciones políticas y de sus responsabilidades en el plano global.

La CES y CC.OO. piden un incremento de los recursos propios del presupuesto comunitario para el período 2007-2013 que supere la cifra actual del 1,24% del PIB europeo porque la ampliación representa un desafío de una dimensión sin precedentes en términos políticos, económicos y sociales, del que se beneficiará toda la Unión Europea. A diferencia de ampliaciones anteriores, ésta última ha aumentado las diferencias en el desarrollo económico, ha supuesto un desplazamiento geográfico de las disparidades hacia el este y ha complicado la situación del empleo. Además, la UE está preocupada por otros grandes desafíos identificados por los recientes Consejos Europeos, que también requieren respuestas y acciones comunes y coordinadas.

CC.OO. considera que el mayor desafío que ha de superar la Unión es el de construir bases sólidas que permitan solucionar las diferencias que se han incrementado tras la ampliación e integrar a los nuevos Estados miembros de manera que se explote el potencial de la ampliación para aumentar la prosperidad y la calidad de vida de los ciudadanos de la UE. La dificultad de esta tarea radica en que, mientras intenta responder a las expectativas -a veces divergentes- creadas por las promesas fáciles, la Unión está obligada también a respetar las decisiones a las que se ha comprometido, relativas a los gastos de los años venideros (la reforma de la Política Agrícola Común).

Para la CES y CC.OO., responder a este desafío significa, en primer lugar, hacer un considerable esfuerzo financiero para cofinanciar las políticas europeas en los Estados miembros menos desarrollados, tanto antiguos como nuevos, desde la base de la solidaridad y la perspectiva de devolución de esta inversión. Esta orientación estaría comprometida, sin embargo, si al mismo tiempo las regiones y los ciudadanos que se benefician de las políticas actuales se vieran obligados, de un día para otro, a prescindir de ellas, lo que implica que, en el marco de la reforma de la política de cohesión económica y social en marcha, se garantice una complementariedad aún mayor entre las políticas estructurales de la Unión y los otros ámbitos de la política comunitaria, cuidando que todas las políticas de la Unión incluyan los aspectos esenciales de la cohesión económica y social y de la mejora del empleo de calidad. Esta coordinación de las políticas comunitarias debe completarse con una coordinación de las políticas fiscales para evitar el dumping social y fiscal. En lo que respecta al dumping fiscal, estamos seriamente preocupados sobre sus consecuencias negativas para la financiación de la UE y, más específicamente, sobre la amenaza que supone para la financiación de la política social.

Por último, para CC.OO. Un desafío importante al que hacer frente es modificar las políticas de la UE y dotarlas de los recursos financieros indispensables para lograr los objetivos de la Estrategia de Lisboa, es decir la transformación de la economía hacia el crecimiento sostenible, basado en el conocimiento y la innovación, creando más empleos y de más calidad, en equilibrio con la investigación de la cohesión social y la protección del medio ambiente. En este sentido, la CES acoge favorablemente la propuesta del Presidente Barroso de aumentar la proporción de gastos relativos a la estrategia renovada de Lisboa hasta al menos un tercio del presupuesto de la UE y le asumir también sus responsabilidades como actor mundial. La CES y CC.OO. esperan que Europa aproveche mejor su peso económico para promover sus valores sociales y políticos frente a los países vecinos, mediante su política comercial, exterior, de seguridad y de desarrollo.



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