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19 de agosto del 2005 |
EEUU y la Unión Europea:
Juan Castaingts Teillery (*)
En el mundo no hay un capitalismo, sino varios. El de América Latina no es el los países desarrollados; es diferente del africano y distinto del chino, que no es igual al de la India. Pero en los países desarrollados, tampoco es el mismo. Aunque entre Europa y Estados Unidos hay semejanzas, las disparidades son notables: comprender la economía mundial es comprender esas diferencias:
Cultura y trabajo a) En Estados Unidos los dos elementos clave de la cultura son el dinero y el individualismo. El dinero y su posesión son centros simbólicos que determinan el conjunto de valores individuales, la suma de los cuales dan como resultado los valores sociales. En Europa el dinero es igualmente importante, pero placer, bienestar, cultura y relaciones personales y sociales configuran una estructura de valores más compleja y diferente. En Estados Unidos, lo social se concibe como suma de individuos, y al individuo como elemento independiente cuya situación económica es producto de él mismo, de su responsabilidad y su capacidad de trabajo; el éxito o fracaso depende del individuo y no de su ubicación social. En Europa, el individuo es también central, pero está ligado a un proceso social del cual depende en forma importante; su éxito o fracaso no es producto de sí mismo, como en Estados Unidos, sino que resultado de la combinación de su ubicación social, los problemas sociales existentes y la capacidad de actuar en el seno de lo social. b) La relación en el trabajo es consecuencia del punto anterior. En Estados Unidos, el trabajo es un fin por medio del cual el individuo establece su posición monetaria y su identidad personal. En Europa, el trabajo es un medio en la búsqueda del placer y el esparcimiento; la identidad por el dinero es importante, pero el esparcimiento y los valores culturales desempeñan un papel casi similar. Así, la cantidad de trabajo es mucho mayor en Estados Unidos que en Europa. Las estadísticas confirman este hecho: en Estados Unidos, en el año 2002, la duración del trabajo por empleado fue mayor que en Francia en 6,75 semanas; de 9,27 semanas con relación a Alemania y de 2,7 semanas con respecto a Inglaterra. En Estados Unidos se vive para trabajar y en Europa se trabaja para vivir. Política económica a) En Estados Unidos la salud y la jubilación se piensan como responsabilidad individual; en Europa, como responsabilidad social. En Estados Unidos, los cargos impositivos para salud y pensiones son bajos; el individuo debe adquirir su seguro personal de salud y pensión de vejez y establecer una relación contractual con la empresa donde trabaja para que ésta se encargue de una parte establecida por el contrato. En Europa hay fuertes impuestos a individuos y empresas que son obligatorios para la financiación de una Seguridad Social (que incluye salud y pensión de vejez) dependiente del Estado. En Europa el salario mínimo es clave y además, en algunos países como Francia, el Estado garantiza un ingreso mínimo para sus habitantes. Este último hecho se vive en Estados Unidos como un subsidio y un "populismo estatista" injustificado. b) La intervención social del Estado es mucho más baja en Estados Unidos que en Europa. Si se toman en cuenta los pagos totales al Estado, en la UE (de los 15) constituyen el 41,5 por ciento del PIB y en Estados Unidos sólo llegan al 29,7. Con relación al gasto público, en Europa asciende a un 47,1 por ciento, frente a menos del 34 en Estados Unidos: mientras en la superpotencia americana el Estado se contempla como enemigo de la eficacia, en Europa es un factor clave del lazo social y, por ende, de la cohesión y dinámica sociales. c) En Estados Unidos, el mercado es rey y se controla poco. En Europa, hay un control más severo. Según un índice de reglamentación del mercado elaborado en 1998, el índice europeo es fuertemente superior al de Estados Unidos, con la única excepción de Inglaterra, un un grado inferior al de Estados Unidos por efecto del factor Thatcher. El resultado económico es simple. Aunque Estados Unidos tiene una productividad por hora trabajada inferior a la alcanzada en Francia y Alemania, el (mucho) mayor tiempo trabajado en Estados Unidos da un producto anual mayor. En cambio, la distribución del ingreso es claramente más negativa en Estados Unidos que en Europa, y la protección social es más alta en la segunda que en el primero. En términos de competitividad, el capitalismo salvaje juega con ventaja.
(*) Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. |
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