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La insignia
1 de octubre del 2003


Leyes contra el correo basura


Ignacio Escolar (*)
SpanishPop / La Insignia. España, septiembre del 2003.


¿Cuántas promesas de medicamentos prohibidos, negocios increíbles, afrodisíacos infalibles y crecepelos milagrosos recibe cada día en su correo? Seguro que muchos más de los que gustaría. El correo no deseado -spam en inglés- se ha convertido en un enorme problema para la Red. Los estudios más optimistas aseguran que uno de cada cinco e-mails entran dentro de esta categoría, y esta cifra no para de crecer.

A diferencia de la publicidad postal, con el spam paga-en tiempo y en conexión- el que la recibe, no el que la emite. Para un comerciante sin escrúpulos resulta baratísimo enviar millones de correos cada día y, por pocos que sean los que caen en la trampa, siempre resulta un buen negocio.

A falta de otras alternativas, la única solución posible parece el control legal, por medio de multas para los spammers. Sin embargo, de poco sirve la ley en el ciberespacio si todos los países no armonizan sus criterios. En España hace varios meses que, LSSI mediante, es una práctica penada. Pero la publicidad no deseada sigue inundando los buzones desde otros países.

En los últimos días, otros países han legislado y para el 31 de octubre todos los miembros de la UE tendrán que trasladar a sus leyes una directiva europea contra el spam. Inglaterra e Italia han tratado el asunto con distinta dureza en los últimos días.

La normativa británica, que entrará en vigor el 11 de diciembre, establece que nadie puede recibir un anuncio en su correo personal sin haberlo autorizado anteriormente. Las multas son de hasta 5.000 libras (7.200 euros) si decide el juez o sin tope máximo si lo determina un jurado. La ley, sin embargo, no cubre las direcciones de correo que los usuarios tienen en el trabajo.

En Italia, la legislación aprobada a principios de mes es mucho más severa, ya que prevé la posibilidad de que los responsables del spam sean condenados a multas de 90.000 euros y a penas de prisión de hasta tres años.

Sólo 200 spammers

Aunque el problema es enorme, su origen es relativamente pequeño. Según la asociación Spamhaus, unas 200 personas envían el 90% de los correos no deseados. Los dos spammers que encabezan este ranking son estadounidenses y ambos han hecho fortuna con estas incómodas prácticas publicitarias. Eddy Marin, de 41 años, ha llegado a enviar 50 millones de mensajes en un día y, según presumía en una entrevista, su facturación alcanza los 750.000 dólares al año. El otro rey del Spam se llama Alan Ralsky y utiliza servidores localizados en La India, Rusia y otros países del este para bombardear la Red.

Sin embargo, aunque Estados Unidos es la mayor fuente mundial de spam, sus legisladores se resisten a condenar está práctica. Las normas de la primera potencia mundial establecen que toda publicidad de la que sea posible darse de baja no es ilegal, una ley claramente ineficaz. Existen varios otros proyectos legales en marcha, pero aún no hay un acuerdo con Europa para combatir de forma efectiva este problema.


(*) Ignacio Escolar es editor de SpanishPop.



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