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La insignia
26 de enero del 2003


La deuda de América Latina:
¿Por qué es impagable? (III)


__SUPLEMENTOS__
Londres + 50

Óscar Ugarteche
La Insignia, enero del 2003.


Algunas hipótesis

El modelo conceptual establece que el déficit externo es generado por la demanda pública. La reducción del gasto publico debe reducir el déficit externo. Ambas brechas, por tanto, son exactamente simétricas. Hipótesis, con los cambios en los modos de funcionamiento de la economía, el déficit externo de depende de la demanda publica sino que tiene un énfasis mayor en la demanda privada.

La apertura, dice el concepto, debe estabilizar los precios y colocarlos a niveles internacionales, frenando así la inflación nacional a niveles internacionales. Esto se hace mediante la apertura comercial y financiera, la desregulación de los precios y la flexibilización laboral. Hipótesis, la apertura financiera sirve para cubrir el nuevo déficit externo generado por la demanda privada y la cubre con exceso. El efecto de la apertura financiera ha sido colocar la tasa de interés nacionales a niveles que doblan, aproximadamente las tasas internacionales, como resultado de la estructura monopólica del sistema bancario de los países latinoamericanos así como por la ineficiencia del sistema bancario en su conjunto. El efecto último ha sido un incremento de las reservas internacionales por movimientos de capital de corto plazo derivadas de las altas tasas de interés llevando a una subvaluación de la divisa en América Latina.

El modelo de crecimiento, dice el concepto, es liderado por las exportaciones las cuales deben arrastrar el crecimiento. Hipótesis, tipos de cambio retrasado llevan a crecimiento sustancial de las importaciones más a un crecimiento exportador limitado. La publicidad afirmó que la crisis de la deuda pasó. Hipótesis, no fue una crisis de la deuda la ocurrida en la década del 80, sino una depresión económica. La depresión se estaba revirtiendo lentamente pero los problemas de deuda se mantuvieron en el ángulo fiscal. Empero, la depresión sistémica ganó a la recuperación latinoamericana y la regresa a su punto de inflexión.


La evidencia

Entre 1987 y 1994 se redujo la inflación y se redujo el déficit fiscal pero no ha sido homogéneo. Las reducciones de inflación en Argentina, Bolivia y Perú, entre los países de alta inflación, y en México entre los de baja inflación fueron sustantivas. Sin embargo, en Bolivia se redujo la inflación mas no el déficit fiscal, mientras que en el resto de los países el déficit fiscal se redujo 2% del PNB, aproximadamente. Los países que no hicieron estos ajustes como Brasil tuvieron el déficit fiscal controlado mas no la inflación. La aplicación del Plan Real en julio 1994 ha tenido éxitos en el control inflacionario y se hizo de un modo distinto. En Chile y Colombia se mantuvo la inflación baja y la situación fiscal o positiva o cercana al cierre del déficit en forma estable entre 1987 y 1994.

Entre 1994 y 1997, los déficits en cuenta corriente crecieron sustantivamente y los flujos de capital también. Eran flujos relacionados a las bolsas de valores y a la banca a través de créditos interbancarios. Las exportaciones primarias continuaron siendo la base exportadora y las exportaciones intraindustriales se concentraron en América Latina. Si bien la lógica del crecimiento liderado por las exportaciones continuó, fueron las importaciones y el financiamiento de las mismas las que llevaron la voz cantante en el crecimiento.

La impresión que le queda a un observador desde América Latina es que existe un retorno a un patrón de inserción clásico sin mayores modificaciones y que la globalización funciona para las importaciones pero no para el aparato productivo nacional. Menos aun, para la modificación del patrón exportador que teóricamente, dicen algunos, debería seguir el patrón del sudeste asiático como resultante automática de la aplicación del modelo. De allí que algunos políticos en el Perú y otros países de la región hablaran que somos los Nuevos Tigres. Estamos inmersos en el patrón Latinoamericano con las históricas fragilidades y limitaciones que el modelo conlleva.


Los cambios en el orden mundial, los cambios tecnológicos y la exclusión

Hay siete características de cambios técnicos que han modificado la naturaleza en la integración de África y América Latina a la economía mundial:

1. La naturaleza del cambio técnico, del paradigma basado en el petróleo al paradigma basado en la información.

2. La desmaterialización (o miniaturización) de la producción. Hoy los bienes terminados son virtualmente miniaturas de las versiones originales: por ejemplo, micrófonos. Desde los micrófonos hechos de acero de pie usados por Elvis Presley a los nuevos, invisibles e inalámbricos usados por Madonna, hechos de plástico.

3. El elemento sustituto. El consumo de materias primas es sustituido por bienes manufacturados, por ejemplo, el plástico en vez de micrófonos de acero, alambres de cobre por fibra óptica en los cables telefónicos, sirope de maíz por azúcar de caña como un edulcorante industrial, y acero por una combinación de plástico, aluminio y acrílico en automóviles.

4. El nuevo uso de tiempo real en la información donde 0 inventarios y estar a tiempo son el nuevo concepto empresarial.

5. El aumento de la tasa de innovación. Dados resultados de competencia de diferenciales en la productividad y la información de ésta, esparcida por todo el mundo, la innovación es la manera por la cual las compañías introducen aumentos en la productividad antes que el resto de la misma rama empresarial. El resultado es que ahora el ciclo de vida se considera muerto. El ciclo de vida del producto hasta 1975 era de 5 años antes de que se generara su próxima innovación.

6. La expansión de las nuevas tecnologías a través de información en tiempo real y las actualizaciones en todo el mundo hacen que la competencia sea más rígida.

7. El cambio en el paradigma de la organización de la producción para poder mejorar la calidad, aumentar la productividad y ser más competitivos.

Los siete elementos señalados arriba sirven para mejorar la productividad y han cambiado las relaciones económicas internacionales. El peso de África y América Latina está disminuido en este nuevo Mundo. (Ver cuadros 1 y 2). El resultado del proceso requerido para mejorar la productividad de capital y la fuerza laboral es la exclusión social. Esto significa que, el desarrollo del capitalismo a finales del siglo XX requiere que partes del Mundo y partes de la sociedad sean redundantes. La fuerte exclusión social es vista en África, por ejemplo, donde la red que integró esas economías a la economía mundial ha colapsado. Otras exclusiones son el aumento de migración hacia Estados Unidos y a Europa desde el Medio Oriente, América Latina y África mientras que las personas quieran mejorar su nivel de vida pero enfrentando resistencias que aumentan de parte de las sociedades más ricas. El aumento del desempleo en Europa, los Estados Unidos y el Japón como el resultado de cambios estructurales que derivan de los nuevos procesos económicos. En todo hay un proceso de exclusión social en una escala mundial que define al Norte y al Sur muy bien y esta cada vez más diferenciada. Dentro de cada subgrupo de países crece un "norte" y un "sur". La globalización en este contexto es la integración del "norte" del norte y del "norte" del sur y la exclusión es el "sur" del norte y el "sur" del sur. La globalización es el nuevo orden mundial, hecho a través del aumento de la competencia en lo que se refiere a la productividad dentro de los "nortes" con información en tiempo real. Los que pueden competir ingresan, los que no, salen. La brecha entre los países está aumentando al igual que la brecha dentro de cada país.

Los cambios descritos señalan hacia la exclusión de África y América Latina del orden del Nuevo Mundo. Si los términos de Keinichi Ohmae, (The Borderless World), que la globalización es la integración de economías interconectadas por más de 10.000 per cápita y el proceso de exclusión global a través del comercio, para comenzar, es tan claro que la evidencia de los ingresos es igualmente clara y 4/5 de la población mundial no son incluidos como actores en la globalización sino como observadores. Los países pobres son más pobres en África y América Latina mientras que los países ricos se enriquecen más, en términos relativos y absolutos. Aquellos que no puedan ajustarse a los cambios en sus posiciones competitivas dado que, los cambios globales en la producción han perdido posiciones en términos de los países más ricos. La distancia entre Burundi, un país pobre y severamente endeudado y los Estados Unidos en 1985 fue de 72,5 veces el nivel de PNB per cápita. En 1994, la distancia entre Ruanda, país al final de la lista de países endeudados y el país más rico, el Japón, fue de 432,8 veces. No sólo ha crecido la dispersión de los ingresos sino que si tomamos el promedio de los países más pobres como los seleccionados en 1985 (476) y lo contrastamos directamente (promedio simple) con los países con ingresos superiores (13396) versus 1994 (332 y 26458) el promedio de distancia de este grupo de países seleccionado ha aumentado de 28,1 veces a 79,7 veces sus ingresos de los cinco países más ricos a los diez más pobres. En promedio los países más pobres han perdido 30% de sus ingresos en la década entre 1985 y 1994 mientras que el grupo más rico ha incrementado sus ingresos por 97% desde 1985. Este proceso de concentración de ingresos es el opuesto de la exclusión. (Ver cuadro 6).

Esto indicaría que hay una creciente distancia entre el Norte y el Sur. Nuestras hipótesis son que este proceso se reproduce dentro de las sociedades guiando hasta la promoción de ingresos domésticos y la consolidación de un "norte" en el sur y un "sur" en el sur. Igualmente, en el norte hay un "norte" y un "sur". El "sur" del norte es creado por los ciudadanos de la tercera edad afectados por la reducción de planes de pensión en Europa y los Estados Unidos, la aparición de desempleo estructural entre los jóvenes más capacitados y los menos capacitados, y el tratamiento dado a los migrantes quienes están perdiendo sus derechos a los beneficios sociales en los Estados Unidos y Europa y también en el Japón. De esto da cuenta Vivianne Forrester en el Horror económico. En este panorama, las diferencias de sexo, diferencias raciales, diferencias religiosas ayudan, todas, a excluir, a las mujeres, no blancas, no cristianas, aún más. Y a excluir dentro de las mujeres, a las no blancas, profesionales, cristianas, urbanas, heterosexuales, del resto.

El concepto de exclusión social se relaciona con la acción y el efecto de prevenir la participación de ciertos grupos sociales en los aspectos de la vida social considerados como importantes. Incluyen exclusiones económicas, políticas y culturales. La exclusión cultural es contraria a la integración social. Sin embargo, los procesos de exclusión social e integración interactúan uno con otro. El problema de exclusión e integración se puede encontrar en diferentes áreas sociales: del núcleo familiar hasta la comunidad internacional. Entre estas la nación es una unidad fundamental. (Figueroa, Altamirano y Sulmont, 1977, p.3)(ver cuadros 1 a 3). En una escala global, el mecanismo de integración es el mercado. El comercio mundial ha integrado a diferentes regiones del mundo. El diseño del comercio ha cambiado, la estructura de demanda se ha trasladado y algunas regiones del mundo se han convertido en "redundantes" (ver cuadro 2). El impacto de los cambios tecnológicos en la demanda de materias primas expresadas en la cuadro 1 han resultado ser la estructura de comercio mundial mostradas en la cuadro 2 donde algunas regiones ya no son relevantes, y están aún más excluidas y algunas más relevantes que nunca y están incluidas en la dinámica del sistema mundial, tal como los países del este asiático. Estos son los que tienen una productividad en aumento.

Lo que está claro del cuadro arriba es que los flujos de capitales se van a contraer para todos menos para Asia quienes verán financiamientos para su servicio de deuda. Se asume que no habrá financiamiento público para cubrir los déficits de América latina. Se reduce de 15.000 millones de dólares e 1998 a 1.700 millones en 1999, neto. Se supone que las reservas cubrirán el déficit en 8.700 millones de dólares y también se supone que los capitales privados, préstamos e inversiones de corto y largo plazo, se reducirán de 75.200 millones de dólares en 1|998 a 66.600 millones de dólares en 1999. Ante la evidencia del cuadro de las bolsas de valores del mundo indicado arriba, este supuesto se halla sobrestimado lo cual posiblemente indique que las importaciones deberán contraerse de manera sustancial y que la caída de reservas será mayor que lo previsto.

El equilibrio externo en el corto plazo implica una reducción de demanda importada. Esto no es políticamente posible, como se acaba de ver con la discusión sobre el impuesto selectivo al consumo en el Perú. El equilibrio en el largo plazo implica políticas de fomento exportador e intervención del Estado en este campo. Esto es teóricamente insostenible, porque el Estado no debe intervenir en el mercado. Es posible que la realidad se haga cargo de mostrar el camino (aranceles temporales, dejar que la flotación del tipo de cambio funcione libremente, barreras para-arancelarias a la usanza de los países de mayor desarrollo). La alternativa es un ajuste automático.


(*) PIB per cápita.



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