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20 de enero del 2003 |
Philip Hersel
Traducción: Sergio Correa
Los saldos de las balanzas bilaterales
entre 66 países deudores y 99 países acreedores En el acuerdo de Londres todos los acreedores fueron llamados a concedir al deudor un superávit comercial correspondiendo al servicio bilateral de la deuda. Como se vió en el caso de EEUU, también existieron exepciones a la regla Antes de considerar a los acreedores individualmente, se debe probar primero si cada uno de los países deudores pueden cubrir su servicio de la deuda frente a los 19 acreedores en tanto grupo con el superávit vigente en su balanza comercial. Esta pregunta puede ser respondida de una manera general con un "No" y , de manera más específica, con la tabla 2
45 de los países endeudados tuvieron un déficit en su balanza comercial con los 19 países acreedores entre 1990 y 1994. Si se hubiese aplicado el Principio del Superávit, podrían haber saldado el servicio de su deuda completamente durante el período 1990-1994. En el caso de otros tres países, el superávit de su balanza comercial fue más bajo que el pago del servicio de su deuda. En el caso de Bangladesh, Colombia, Mauretania y Sierra Leone, se habría podido reducir claramente el pago de su servicio en las últimas dos columnas correspondientes. Sólo 17 de los 66 países pagaron el servicio de su deuda con el resultado positivo de su balanza comercial. Se debe tener en todo caso presente que aquí se trata únicamente de pagos efectivamente realizados para el servicio de la deuda bilateral. Si se tomara como base los servicios de la deuda bilateral vencida (los 17 países pagaron durante el período 1990-1993 en promedio únicamente el 65 % del servicio total de su deuda vencida) entonces se reduciría aún más la lista. Hay buenos fundamentos como para suponer que una considerable parte del déficit total en la balanza comercial (sin considerar el servicio de los intereses) se forman en el intercambio de servicios con los 19 países acreedores (p.ej. en los sectores de servicios de asesoramiento, finanzas, construcción y seguros). El saldo positivo en la balanza comercial de 10 de estos 17 países no alcanzan para equilibrar el déficit en la balanza de servicios más allá del servicio de los intereses (8).
La balanza comercial de la totalidad de los 66 países con respecto a los 19 países acreedores ascendió, dentro del período 1990-1994, a un promedio anual de aprox. -16 000 millones de dólares norteamericanos. En el mismo período se pagaron por concepto del servicio de la deuda un total anual de 10 500 millones de dólares. Si el servicio de la deuda debiese ser pagado con el superávit de la balanza comercial corriente, entonces los 19 países acreedores deberían de haber importado suplementariamente de los países acreedores mercaderías por un valor de alrededor de 26 000 milones de dólares. Este estado de cosas no debería de haber cambiado mucho desde 1994. El déficit en la balanza comercial de todos los deudores nombrado arriba se ha aún elevado de 16 mil a 65 mil millones de dólares (Promedio 1995-1998). La tabla 3 indica que los acreedores se pueden distinguir cualitativamente en relación al Principio del Superávit. Consideremos ahora la primera columna. Ahí se encuentra el número de deudores que pudieron obtener con respecto a acreedores singulares un superávit en su balanza comercial. Este número alcanza su valor más bajo en los 9 deudores de Australia y Austria respectivamente y su más alto en los 49 deudores de Portugal. La segunda y tercera columnas muestran claramente la desigual repartición del servicio de la deuda: más del 38 por ciento de los servicio bilaterales de la deuda 1990-1994 recayó en Japón. Los tres acreedores más importantes (Japón, EEUU y Alemania) alcanzan juntos un 72 por ciento del servicio bilateral de la deuda. La cuarta columna nos dá a conocer algo completamente sorprendente: los 66 deudores pudieron alcanzar en relación a algunos acreedores tales como Holanda, España o EE.UU superávits sustanciales en su balanza comercial.En conexión con la primera columna se hace muy claro que no debe significar necesariamente un superávit para cada uno de los 66 países deudores, sino que algunos deudores compensan notoriamente los déficits bilaterales de otros. Una explicación detallada de las balanzas bilaterales para cada uno de los países acreedores se encuentra en el Apéndice 3. A través de la columna 5 queda también claro que un superávit de la balanza comercial de los 66 países con respecto a Estados Unidos, España, Portugal, Bélgica/Luxemburgo y Holanda es, de hecho, suficientemente grande como para financiar el servicio efectivamente pagado de la deuda. A través de esto se muestra que la cantidad de importación necesaria para cumplir el Principio del Superávit es negativa. Estos países importan hoy ya lo suficiente del grupo de los 66 como totalidad. Esto no significa, por otro lado, que cada uno de los 66 países deudores logre un superávit con respecto a los tres países acreedores. En la práctica, sin embargo, estos países tendrían por esto que importar más, ya que no parece deseable el limitar fuertemente el superávit en la balanza comercial de los respectivos países con superávit. Al otro extremo se encuentran Japon, Alemania, Francia, Canadá, Suecia, Australia y Suiza. Cada uno de estos paises debería importar bienes y servicios en valor de al menos 1000 millones de dólares, para cumplir con el criterio del superávit en la balanza comercial. Estos siete paises mantienen un superávit combinado frente a los 66 paises deudores de 40 mil milliones de dólares. Se agregan a este grupo seis paises más, quienes deberian importar bienes y servicios de hasta mil millones de dólares. Japón y Alemania son los dos paises que se encuentrán más alejados del "criterio de la balanza comercial activa", con superávit de 17 mil millones y 8,5 mil millones respectivamente. Lamentablemente la Republica Federal de Alemania no se siente llamada a tratar a sus acreedores con el mismo nivel de justicia que ella misma recibió atraves del Acuerdo de Londres. (8) Este déficit no es necesariamente en relación a los 19 países acreedores. Se trata más propiamente de un déficit de toda la prestación de servicios con todos los países. |
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