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La insignia
25 de septiembre del 2002


México destituye a su embajador en Cuba


Libertad Hernández
Ciberoamérica. México, septiembre del 2002.



Confirmado. Después de una semana de rumores y desmentidos, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México anunció oficialmente la remoción del embajador en Cuba, Ricardo Pascoe, quien hace una semana fue llamado a consultas a la capital mexicana. No se informó quién lo va a sustituir a partir del 30 de septiembre, cuando la medida tomará efecto, pero de manera extraoficial se ha señalado a la embajadora Roberta Lajous, hasta ahora encargada de la representación de México ante la sede de la ONU en Ginebra. En medio de una tensa relación entre las capitales de ambos países, Pascoe se confrontó con altos funcionarios de su cancillería al emitir opiniones que ponían en entredicho la política hacia la Isla marcada por el secretario Jorge Castañeda, cuya figura despierta antipatía en el gobierno cubano.

El todavía jefe de la sede denunció el pasado 6 de septiembre que estaba siendo víctima de "calumnias contra su persona"; por parte de funcionarios de la cancillería, quienes lo acusaban de haber incurrido en "malos manejos" en la gestión de la embajada. Pascoe aseguró que no había ninguna irregularidad en La Habana y que las declaraciones de su acusador, Mauricio Toussaint, respondían a "una represalia política". Si bien no aclaró las supuestas motivaciones de esa represalia, sí manifestó su desacuerdo con la forma en la que se estaba conduciendo la política exterior mexicana. En una actitud inusual en el ámbito de la diplomacia, criticó que se le hubiese ordenado desde Tlatelolco (sede de la cancillería) suspender las celebraciones de las fiestas patrias programadas con antelación y las cuales se realizarían con el patrocinio de empresarios mexicanos y no con recursos públicos.

Pascoe criticó que "quien dispuso (la suspensión de las fiestas) no entiende qué es la diplomacia... y me resulta preocupante esta situación". Después de hacer estas declaraciones, el diplomático sostuvo, "de ninguna manera renunciaré", postura que causó controversia entre los políticos de diversos partidos, pues no se entendía la inédita situación de un representante en el exterior en rebeldía con su cancillería. Al llegar a la ciudad de México, el pasado jueves 12, reiteró que no renunciaría. El viernes siguiente, después de entrevistarse con varios funcionarios -pero no con el canciller Castañeda ni con algún subsecretario- su acusador, Mauricio Toussaint, le ofreció amplias disculpas públicamente y le regresó su dignidad de hombre probo. Era la primera parte de lo negociado en Tlatelolco.

El desenlace de la confrontación se conoció este lunes: el embajador no renunció, lo removieron.

En el Partido de la Revolución Democrática (PRD), donde Pascoe milita, se había augurado un mal fin para este representante de la izquierda en un gobierno de derecha.



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