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La insignia
24 de septiembre del 2002


España

El Partido Comunista de Euskadi denuncia
la deriva nacionalista de IU-EB


Carlos Masaya
La Insignia. España, septiembre del 2002.



El Comité Nacional del Partido Comunista de Euskadi (PCE-EPK) aprobó el pasado día 21 una resolución sobre la situación política en el País Vasco donde se critica la actitud pronacionalista de la actual dirección de Ezker Batua, la federación vasca de Izquierda Unida.

El EPK, cuya mayoría se opuso al pacto de Izquierda Unida con el derechista Partido Nacionalista Vasco (PNV) y sus socios de Eusko Alkartasuna (EA), denuncia el ultimatum de los nacionalistas al Ejecutivo y el dictamen sobre autogobierno aprobado con los votos del tripartito PNV-EA-IU.

«Una lectura detallada del contenido del mismo, nos alerta de la incongruente, contradictoria y sumamente confusa propuesta, así como de lo poco eficaz para resolver la crispación política, si no más bien al contrario. No es lógico reclamar el pleno desarrollo autonómico y al mismo tiempo reclamar la superación del marco autonómico; tampoco se especifica claramente el nuevo marco jurídico que vendrá a sustituir al Estatuto, mencionando solamente que será la ciudadanía vasca quien decidirá libremente», afirma la organización.

Los comunistas vascos también piden al Gobierno del Partido Popular (PP) que deje de utilizar políticamente las transferencias a la Comunidad Autónoma y critica la aprobación de la Ley de Partidos, que consideran enmarcada en la «ofensiva conservadora y autoritaria» de Aznar y peligrosa para los derechos democráticos.

Sin embargo, el EPK subraya claramente que «las actuaciones de Batasuna referidas tanto a la conformación de tupidas redes de estructuras que ofrecen cobertura a ETA, a la falta de autonomía política con respecto a la banda terrorista, así como a la falta de credibilidad y ética en torno a la defensa de las libertades individuales y colectivas, hace muy difícil que importantes sectores sociales que dudan de la oportunidad o la eficacia de su ilegalización puedan solidarizase y situarse tras la misma pancarta en la lucha contra esta Ley».

Sobre la actuación del juez Baltasar Garzón contra el entramado de la banda terrorista ETA, el EPK cree que «avala nuestro argumento en contra de la Ley de Partidos relativo a que es innecesaria desde el punto de vista jurídico, ya que existe suficiente legislación en la vía penal para actuar contra aquellas personas que delinquen».

El documento del Comité Nacional de la federación vasca del PCE recuerda por otra parte que la negativa de la Mesa del Parlamento de Euskadi a aplicar uno de los autos de Garzón es ilegal: «al margen de que el Auto se ajuste o no a derecho, sólo una instancia judicial superior tendría que decidir, en su caso, la nulidad del auto, pero no una autoridad del poder ejecutivo».

En opinión del EPK, Izquierda Unida-Ezker Batua (IU-EB) ha tomado partido por uno de los bloques y se ha alejado «del papel de puente que debería desempeñar». Además, la organización ve con preocupación «la continua deriva nacionalista de la política que viene practicando EB/IU, más acorde con la línea estratégica diseñada por sus socios de Gobierno, PNV y EA, que con su organización federal».

Por último, los comunistas vascos reclaman a la dirección federal de IU «un debate a fondo y una posición clara» sobre la política a seguir en el Euskadi y pide que se coordinen «respuestas unitarias en el conjunto del Estado».



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