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19 de septiembre del 2002 |
La guerra civil colombiana
Kintto Lucas
Quito.- La sugerencia del canciller de Ecuador, Heinz
Moeller, de mediar en el conflicto interno armado de Colombia
provocó una fuerte polémica en la campaña para las elecciones
ecuatorianas del 20 de octubre.
El ex presidente León Febres Cordero, candidato a diputado por la provincia costeña de Guayas, manifestó interés en estudiar una propuesta de mediación entre el gobierno colombiano de Alvaro Uribe y las guerrillas izquierdistas, mientras que el postulante a la presidencia Alvaro Noboa la descartó de plano. En cambio, el izquierdista coronel retirado Lucio Gutiérrez, también aspirante a suceder al presidente Gustavo Noboa, entiende que "Ecuador puede ser un facilitador del diálogo entre Uribe y la insurgencia, pues es una forma concreta de contribuir a la paz en la región''. La polémica se desató a partir de declaraciones realizadas a comienzos de este mes por Moeller durante una visita a Colombia, donde señaló que Ecuador podría ser el escenario para eventuales negociaciones de paz entre el Uribe y la guerrilla. Sin embargo, las reacciones políticas ante ese planteo motivó que la cancillería difundiera un comunicado en el cual sostiene que Moeller no ofreció la mediación para un posible proceso de paz en el país vecino, como "entendieron" los periodistas. El comunicado añade que Ecuador está abierto a contribuir al diálogo en Colombia si se lo solicita el gobierno de ese país, pero no por iniciativa propia. Además, Moeller dijo el jueves 12, antes de viajar a Nueva York para asistir a la 57 Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, que el gobierno de Noboa está dispuesto a apoyar un posible pedido de Uribe para que el foro mundial participe como intermediaria en un futuro diálogo de paz. "En caso de que existiera una propuesta de Colombia en ese sentido, ésta será analizada en Nueva York con los países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), Brasil y Panamá, pues creemos que la paz se logra por la vía del diálogo", puntualizó Moeller. Pero la piedra ya se lanzó y fue recogida por los principales actores de la campaña electoral. "El gobierno ecuatoriano debe tener un papel activo en la búsqueda de una salida pacífica a un conflicto que amenaza con regionalizarse", argumentó Gutiérrez, quien hasta ahora había sido el único candidato presidencial en mencionar esa posibilidad. La candidatura de Gutiérrez es apoyada por distintos sectores de izquierda y organizaciones sociales, cuyas fuerzas más importantes son los Movimientos Pachakutik y 21 de Enero y la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie). Este militar retirado lideró en enero de 2001 la rebelión de indígenas y oficiales progresistas de las fuerzas armadas que desencadenó el derrocamiento del presidente Jamil Mahuad. Por su parte, Alvaro Noboa, dijo a IPS que Ecuador no puede ser intermediario en el conflicto colombiano porque no le corresponde intervenir en él. Noboa es el mayor exportador mundial de banano y uno de las 100 personas más ricas de América Latina, con un capital calculado en 5.000 millones de dólares, y ahora aspira también a suceder a su homónimo en la presidencia de Ecuador. "Debemos pedir a nuestras fuerzas armadas que protejan más nuestras fronteras para que no entren delincuentes a nuestro país", fue la rotunda propuesta de Noboa. En tanto, Febres Cordero, del derechista Partido Social Cristiano, aseguró que la posibilidad de impulsar el diálogo en Ecuador no se podía descartar. "Es una propuesta a tener en cuenta, siempre y cuando el gobierno colombiano esté de acuerdo o la haya pedido. Si el canciller la mencionó es porque tiene elementos que apuntan en esa dirección", precisó. Febres Cordero, también ex alcalde de Guayaquil, principal centro comercial del país ubicado en la costa del océano Pacífico, tuvo que desechar la candidato presidencial impulsada por su partido debido a que padece cáncer, pero sigue siendo el principal referente de la derecha ecuatoriana. Las últimas encuestas indican que los candidatos con más posibilidades de ganar la primera vuelta presidencial de octubre, entre 11 en competencia, son Noboa, Gutiérrez y Rodrigo Borja, de la socialdemócrata Izquierda Democrática, y más abajo están el socialcristiano Xavier Neira y León Roldós, que lidera una alianza entre varios partidos de derecha y el socialista. Sin embargo todavía existe un 60 por ciento de indecisos. El periodista y analista político de origen colombiano José Hernández, de la Cadena Gamavisión, aseguró que la propuesta de Moeller era una forma de que Ecuador asumiera un papel activo por la paz en Colombia y definiese una política al respecto, ya que hasta el momento no la había tenido. "Ese anuncio hace pensar que el gobierno ecuatoriano comienza a tener una política propia sobre el conflicto armado interno de Colombia, porque antes su política era no tener política", comentó. Hernández, que hace ocho años vive en Ecuador, destacó que Gutiérrez fue hasta ahora el único candidato presidencial con una política definida sobre el asunto y elogió la postura de Febres Cordero de mostrarse abierto a una mediación. A su vez, el líder indígena Luis Macas, candidato al Parlamento Andino por el sector de Gutiérrez, dijo a IPS que los países miembros de la CAN deben oponerse a una regionalización del conflicto colombiano. En ese sentido, el también fundador de la Conaie propuso involucrar al Parlamento Andino como garantía de la paz regional, "promoviendo el diálogo entre el gobierno colombiano y la guerrilla". Agregó que ese parlamento regional debería involucrarse en el control de tratados "que pueden lesionar la paz y poner en peligro la seguridad de la región", como el firmado entre Quito y Washington para que fuerzas estadounidenses utilicen la base y el puerto ecuatoriano de Manta, en la costa del océano Pacífico. El recrudecimiento de la guerra civil en Colombia tras el traspaso del gobierno de Andrés Pastrana a Uribe, el 7 de agosto, preocupa en especial a las autoridades provinciales del norte de Ecuador, en la frontera entre ambos países. La primera respuesta del gobierno de Noboa a esa situación fue la clausura en agosto del tránsito nocturno sobre el puente internacional Rumichaca, que une a la ciudad ecuatoriana de Tulcán con la localidad colombiana de Ipiales, en la región Sierra. Además, Quito estudia similares medidas en otros pasos fronterizos para prevenir posibles ingresos de guerrilleros y paramilitares colombianos. Moeller justificó la decisión como una forma de aumentar la seguridad en ese paso internacional, "pero sin interferir en el gran intercambio comercial que se realiza entre los dos países a través del puente". |
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