España: Frutos pide que IU rompa el pacto de gobierno con el PNV

Según informa el diario español El Mundo, Francisco Frutos, secretario general del Partido Comunista de España (PCE), pidió ayer que la federación vasca de Izquierda Unida (IU) rompa su actual acuerdo de gobierno con los nacionalistas.

En opinión de Frutos, Izquierda Unida no debería haber entrado nunca en el gobierno de Ibarretxe. Además, afirmó que la coalición debe abandonar el pacto con PNV y Eusko Alkartasuna porque está siendo «absolutamente confundida con el nacionalismo vasco» y porque daña las espectativas de la coalición en el resto de España.

Ezker Batua, la federación vasca de IU, firmó un pacto con PNV y EA tras afirmar reiteradamente durante la campaña electoral que no gobernaría con las fuerzas citadas si no se producía un acuerdo de carácter más general que incluyera al Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE).

Críticas generalizadas

Varios dirigentes de Izquierda Unida, entre los que se encuentran Rosa Aguilar (alcaldesa de Córdoba), Franco Gonzalez y Felipe Alcaraz (portavoz de IU en el Parlamento), se unieron ayer a las críticas de Francisco Frutos contra la política de la actual dirección de Ezker Batua y pidieron que rompa el pacto de gobierno con los nacionalistas.

Sin embargo, el secretario general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, prefirió hablar de «legítimas diferencias» entre la federación vasca de IU y la dirección federal y declaró que el pacto es cuestión exclusiva de Ezker Batua. Cabe recordar que Llamazares consiguió el cargo de secretario general de Izquierda Unida gracias al apoyo de los sectores pronacionalistas, entre otros.

Por último, la dirección federal de IU emitió ayer un comunicado en el que se criticaba la querella presentada por el Ejecutivo vasco contra el juez Baltasar Garzón y la decisión de la Mesa del Parlamento de no suspender la actividad del grupo ultranacionalista Batasuna.

La dirección federal declaró que la denuncia contra Garzón es «desmesurada» y está «abocada al fracaso». Además, se mostró a favor de la suspensión cautelar del brazo político de ETA y de medidas que no impliquen «una ruptura unilateral de la legalidad vigente».