Portada | Directorio | Buscador | Álbum | Redacción | Correo |
16 de septiembre del 2002 |
Discurso íntegro de Francisco Frutos La Insignia. España, 16 de septiembre.
Agradezco a todas y todos vuestra presencia. Un año más, dais vida a las ideas.
En primer lugar: un compromiso de continuar la lucha solidaria con el pueblo palestino, con sus muertos, prisioneros, expulsados y refugiados. Un abrazo de ternura, emoción y solidaridad a esos niños y niñas que, con desesperación, esperanza y coraje, se enfrentan con piedras a tanques, balas y bombas. Y nuestro sentimiento de dolor más profundo por las víctimas más inocentes de cualquier conflicto: los niños y las niñas, y también para las madres que, en Palestina, Irak, Afganistán, o en cualquier otro lugar sufren la barbarie de los que les arrebatan a sus hijos. Nuestra solidaridad con el pueblo de Cuba, con el pueblo del Sáhara, con todos los que luchan por una vida digna. El combate será largo y duro, pero un día ganaréis, ganaremos. Quiero dedicar un recuerdo a los miles que fueron asesinados, a partir del 11-S de 1973, en Chile. Un recuerdo, también, a Salvador Allende. I Hace un año iniciábamos este acto hablando del atentado que acababa de producirse contra las torres gemelas. Quisimos compartir el dolor de miles de personas, denunciar el terrorismo, decir que éste no daba solución a ninguno de los problemas de la humanidad. Y nos preguntábamos a quién beneficiaba el acto terrorista, si al pueblo palestino, si al movimiento rápidamente ascendente contra la globalización neoliberal, o si a las crecientes manifestaciones contra Bush y su gobierno, que conocían su más baja popularidad en EE.UU. A un año vista, ya tenemos todas las respuestas: el pueblo palestino ha sufrido todavía más, el movimiento antiglobalización ha tenido, y tiene, que vadear un posible estancamiento y Bush ha tenido los más altos niveles de apoyo. Y tan grave como lo anterior, es el avance en la conciencia de mucha gente de que la existencia de terrorismo justifica las acciones más reaccionarias. Los que se alegraban del atentado pensando que se había dado un fuerte golpe al imperialismo pueden hacer hoy el balance político, cultural y militar del año transcurrido: guerra, destrucción material, ni una sola solución a los más candentes problemas, ni un solo dólar para el desarrollo como prometieron, el pueblo palestino cada vez más humillado y asesinado. En Afganistán se cambia a unos talibanes y se pone a otros; en Pakistán se consolida un tirano que apoya el terrorismo y combate el terrorismo (a la carta); en Arabia Saudita continúa el régimen moderno a cuyo rey el monarca español va a saludar en su choza de Marbella. Y preparan una nueva guerra Muchos de los aliados de EE.UU. de la llamada comunidad internacional, que nadie invitaría a su mesa y que recuerdan más a la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones que a una comunidad con sentido ético de la vida y con vocación de justicia social, han sido, y no sé si son, financiadores del integrismo y de los apoyos para su extensión y acción. Coinciden los que dieron vida al integrismo y al terrorismo con los que, ahora, dicen combatir el terrorismo. ¿Es esto una casualidad o son caminos paralelos que se cruzan y se mezclan en la defensa de un mismo poder económico, político y militar? Y se preguntan en EE.UU.: ¿Por qué nos odian? Preguntádselo a Bush, a Cheney, a Rumsfeld, a Condoleeza Rice... Hoy todo está más claro. Los dirigentes norteamericanos sabían mucho sobre los atentados, tenían los suficientes datos para desmontarlos, pero no intervinieron. ¿Por qué? Porque tenían una estrategia de dejar que se produjeran para, al impacto emocional y político de éstos, poner en marcha el plan de saneamiento moral del mundo. ¿Se les fue la mano con las torres gemelas? El tiempo lo dirá exactamente. Aprovecharon los atentados para impulsar y acelerar todo tipo de recortes en la miserable ayuda al desarrollo que daban, a las libertades, a los derechos humanos, a las políticas de paz y convivencia. Han creado un estado de sumisión a su belicismo en la lucha contra el terrorismo. Terrorismo que, en muchos casos, ellos han fomentado, tolerado o creado. Han dado, aunque ello sea menos perceptible, un golpe al movimiento anticapitalista en marcha con la intención de desalentarlo, calumniarlo, degradarlo o comprar a los que se dejen comprar. Han debilitado a las NN.UU. y a la UE como instrumentos de intervención política democrática. II Europa no se desmarca de la política norteamericana de Bush, aunque tenga serias contradicciones con ella. Bush, además de contar con una Europa sumisa, tiene sus submarinos especiales en Berlusconi, Blair y el servil Aznar. Es verdad que hay en Europa, y en todas partes, incluidos los EE.UU., cada vez más gente lúcida que ve el peligro, que llega a la conclusión de que la política de Bush es muy peligrosa, que contrasta un desacuerdo de éste con casi todo: sobre el protocolo de Kyoto y el Pacto de Río de la diversidad, con la retirada norteamericana de los tratados ABM (balística de largo alcance), con la guerra de las galaxias, con la oposición a la prohibición de minas antipersonas, con el trato brutal dado a los prisioneros de Guantánamo, con la guerra económica del acero yel textil con la UE, con la carne con hormonas, con la oposición al TPI y, finalmente, con la guerra contra Irak. Por cierto, EE.UU. no acepta que el TPI sea para enjuiciar sus fechorías y exige la impunidad para sus tropas y políticos, impunidad que algunos dirigentes ya le han dado. Contra Milosevic todo valía y vale. Incluso el hecho de corrupción moral que representa que, al iniciarse el juicio contra Milosevic, se diera bombo y platillo al hecho, pero cuando éste empieza a interrogar a los testigos, poniendo en evidencia el montaje que gobiernos y medios de comunicación han hecho, el juicio desaparece de las páginas, ondas y pantallas. ¿Y alguien creerá todavía que son honrados esta pandilla de delincuentes de la información y de la política? Que no hablen en nombre de la ética, ni de la razón, ni del humanismo, y mucho menos de la verdad. Sólo pueden estar autorizados para hablar de la indecencia, de los intereses, de la mentira. En nombre de la comunidad internacional y de los derechos humanos hacen igual que Goebels. III No han tenido suficiente con Afganistán. No les bastan los focos de enfrentamiento bélico en el mundo, que todavía están abriendo otros: Irán, Irak, Corea y de vez en cuando citan a Libia y, cómo no, a Cuba, su espina clavada. Inventan historias sobre la capacidad de destrucción de esos países y sobre su voluntad de destruir, cuando saben ellos y los palanganeros europeos que les secundan, que esos países no tienen ni capacidad ni voluntad de destruir. Hay que ser cretino para creerse tal colosal mentira, si alguien de buena fe se la cree. La preparación de la guerra contra Irak es la culminación de esa estrategia bélica extremadamente peligrosa que impulsa ese enemigo público nº 1 llamado Bush, bien secundado por Blair. Quieren varias cosas: 1) el petróleo de Irak, 2) el control de todo el petróleo de la zona, 3) el control estratégico, político y militar de todo el oriente próximo, enlazado con ese corredor central de Asia en el cual hay materias primas, oleoductos y el dominio estratégico hacia China, Rusia, India. Es la concepción más reaccionaria y más peligrosa para el mundo que se conoce en muchas décadas, incluido el período de guerra fría, en el que los enfrentamientos y el peligro de utilización de armas de destrucción masiva estaba más controlado. Si a todo ello le unimos la situación económica, social y, consecuentemente, política del mundo, tenemos una mezcla explosiva. En 1992 se produce la crisis y caída del sistema monetario europeo; en 1994 se derrumba el sistema financiero mexicano; en 1997 el del sudeste asiático; en 1998 Rusia suspende en pago de la deuda; a partir del año 2000 América Latina se degrada financiera y económicamente, fruto de más de 10 años de globalización neoliberal; Africa casi no existe para la economía, si no es para resumir las miserias del mundo. Y, finalmente, se hunde la contabilidad creativa y la economía de la falsedad, o "Nueva Economía". La guerra que se prepara contra Irak se fundamenta también en que una economía de guerra no se justifica si no hay guerra. Y si se hunden en fraudes y corrupciones las principales empresas de EE.UU., ¿qué hacer?: Dar oxígeno a las empresas de armamento. Con lo cual el peligro se multiplica y las soluciones se alejan. Les fracasa la construcción de su mundo y echan mano de la guerra con la excusa del terrorismo y, mientras, el problema real desaparece del horizonte. ¿Cuál es el problema real? ¿Es un problema de excepciones que traicionan y desbordan al sistema capitalista actual o es el mismo sistema que está en crisis? ¿Tiene el capitalismo una enfermedad moral como empiezan a decir algunos escritores y periodistas? ¿O es el capitalismo en sí la enfermedad moral... y material? ¿Son los fraudes, corrupciones y golferías de Argentina, de América Latina, de Asia, de Estados Unidos, de Europa, de World Com, Enron, Arthur Andersen, Ford, AOL Time Warner, Vivendi, Deutsche Telecom, Telefónica, BBVA... y otras tantas empresas, la excepción o la regla? Sin ningún atisbo de catastrofismo debemos decir que la inmoralidad es el sistema, no tal o cual empresa, o tal o cual país. La inmoralidad es un sistema que crea monstruos que delinquen, liquidan millones de puestos de trabajo y patrimonios colectivos y sumen a la parte más desheredada de la humanidad en la miseria. Las empresas se hunden en las trampas, los obreros son despedidos, los bancos cierran, los "capitalistas populares" pierden sus ahorros, los pueblos empobrecen, las ollas de los pobres en los suburbios sustituyen la mesa familiar. La filosofía de la globalización neoliberal es que extendiendo el mercado hasta el último rincón del planeta se crea riqueza que automáticamente se reparte de forma justa y equitativa. Es la primera gran mentira, detrás de la cual van las demás. Han convertido el mercado como posible mecanismo regulador de la producción para una oferta y una demanda más o menos equilibrada de productos y servicios en una pura especulación financiera y bolsística, cada vez más enfrentada a una economía real que cumpla su objetivo: crear la riqueza material y espiritual para una vida digna de todos y todas, y distribuirla bien. Han potenciado un mundo en el que hay sectores minoritarios que lo derrochan todo y zonas enteras sin agua potable, sin un hospital que merezca ese nombre, sin una escuela. Han construido un mundo en el que la más cruel explotación de los niños y niñas se ve hasta normal por los propios padres que necesitan el salario. Han construido una realidad de consumo parcial sobre precios baratos, competitivos dicen, que se basa en productos malos y peligrosos. Las finanzas son lo hegemónico, las bolsas las protagonistas. Han conseguido centrar la atención en un punto de especulación e interés egoísta, alejado de la economía real necesaria para mantener unas condiciones de vida justas y dignas. Han conseguido que el ojo del pequeño ahorrador esté centrado en las cotizaciones de la bolsa y no en las condiciones de vida de la clase trabajadora a la que pertenecen. Pero la realidad es tozuda. No es que no haya poca armonía, es que hay caos. Mientras un 20% tenga el 85%, el 85% un 20, y el 1% la mitad de la riqueza del mundo, esto no tiene solución. Se reproducirán las crisis cíclicas con resultados trágicos para las gentes del mundo empobrecido y consecuencias graves para los trabajadores menos protegidos laboral y socialmente en el llamado primer mundo. El estancamiento económico y social general (un ejemplo: según la CEPAL, en los últimos 10 años ningún país de América Latina ha tenido una mejora en las condiciones de vida...), la recesión, el desahucio de países enteros que, como Argentina, han seguido al pie de la letra todas las directrices y políticas de ajuste del FMI, ha sido la regla. Como decía una pancarta en Buenos Aires: Nos mean y dicen que llueve. No es una crisis cualquiera en el teórico funcionamiento del capitalismo, que se ha querido vender como el sistema económico y político insustituible. Cuando centenares de millones de personas están en la más absoluta indigencia, cuando decenas de millones están perdiendo dinero o se arruinan en el primer mundo, cuando estalla la burbuja especulativa, maquillar la realidad les es cada vez más difícil. Se emborracharon de neoliberalismo con el derrumbe de la URSS y han liquidado gran parte de sus escasas propias leyes de control, prudencia, austeridad y seriedad que les enseñaron los creadores del sistema capitalista. Cuando hasta Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal USA, dice: "la falsificación y el fraude destruyen el capitalismo y la libertad de mercado y, a largo plazo, los fundamentos de nuestra sociedad", no es para tomárselo a broma. No es un señor favorable a nuestras ideas anticapitalistas, precisamente. La primera conclusión a esta realidad es clara: hoy está más vigente que nunca la máxima socialismo o barbarie. Y añadiría que hoy está más vigente que nunca democracia participativa frente a dictadura del capital. Democracia frente a globalización neoliberal y pensamiento único. El capitalismo es miseria para una parte, espejismo e ilusión para otra; desengaño, frustración y nihilismo para una mayoría; violencia, enfrentamientos y guerra; inseguridad y miedo para casi todos. El capitalismo no es el fin de la aventura humana, sino sólo una etapa y no la más justa. Es necesario y posible construir otra realidad, otro mundo. Y para esa otra realidad y ese otro mundo es imprescindible la solidaridad y la inteligencia política y la movilización contra la guerra y por una alternativa social y económica democrática. Y para ello no sirven los voluntarismos, ni las grandes frases anticapitalistas, ni los sectarismos, ni la exclusión de las aportaciones que van objetivamente en un sentido contrario a la globalización neoliberal. No estamos sobrados de efectivos. No sustituyamos el número y la pluralidad de ideas y políticas por la frase pura, decisiva, la que fulmina al capitalismo. En esta lucha titánica contra la opresión y la explotación deben estar todos los que, desde el socialismo y el comunismo, desde la revolución o la reforma, creyeron, creímos, que todo era más lineal y fácil, los que han combatido el Estado creyendo erróneamente que en éste están los males del mundo, los que leyeron el evangelio desde el humanismo y la solidaridad y no desde el poder reaccionario de una iglesia oficial alejada de los humildes, antievangélica y sostén de los poderes económicos. Todos los que defienden programas de desarrollo sostenible y luchan por el pan, la salud y la educación para los marginados, todos los que, en Porto Alegre y en Sevilla, y ahora en Sudáfrica, no se rinden y denuncian la miseria moral de los ausentes que ni siquiera se dignan pasar por la IIª Cumbre de la Tierra y los que presentes y delegados de sus jefes ausentes utilizan el veto y la hipocresía de fingir piedad y solidaridad por los excluidos, pero que no sueltan un solo dólar para mejorar su vida, ni aceptan una sola medida que perjudique sus intereses egoístas. Debe estar el movimiento sindical, con su pragmatismo y su voluntad de cambio. No podemos ni debemos prescindir de nadie que tenga algo que aportar en la lucha por mejorar la vida de centenares de millones de personas, aunque sea desde posiciones no totalmente compartidas en asuntos importantes. Debemos tener, además, la seguridad de que nuestras ideas pueden contaminar a los demás, de la misma forma que podemos ser contaminados por las de los demás. Después de las múltiples experiencias vividas y analizadas, sólo en las últimas décadas, debemos llegar a una conclusión definitiva en la construcción paciente, gradual e ininterrumpida de un amplio y potente movimiento mundial, con raíz en cada país: la historia se escribe luchando, organizando, convenciendo ideológicamente, conquistando cosas necesarias y cambiando las mentalidades conservadoras, alienadas o temerosas de tanta gente. Somos muchos más de los que ellos dicen y creen. Somos una representación avanzada de millones de seres humanos, muchos de los cuales no tienen ni la capacidad material ni política para organizarse. Pero intentamos también ser representativos de otros millones de personas que, en el primer mundo, aquí, desde su bienestar, eluden el compromiso social y político o no creen en la capacidad de transformar una realidad que moral o intelectualmente les produce malestar, o no creen simplemente en la capacidad de la política y de sus instrumentos. Si vosotros y nosotros y los sindicatos y los diversos movimientos y asociaciones que están contra la globalización neoliberal no somos capaces de analizar bien, de sacar conclusiones, de organizar cada vez a más personal, de unir democráticamente respetando las opiniones de cada cual, de hacer que la movilización sea sentida por miles de activistas que deben ponerla en marcha, repito, si no somos capaces de hacer esto con inteligencia política, con sensibilidad, con trabajo y paciencia, difícilmente culminaríamos esta tarea de construir el amplio movimiento que exige la lucha democrática y anticapitalista actual. Se ESTÁ Luchando en Argentina y Brasil, en Venezuela y Chile, en Asia y Africa, en Europa. Para hacer avanzar las cosas aquí, en España, y contribuir con una base sólida a la construcción del movimiento social europeo que se constituirá a finales de año, debemos trabajar en la concreción de mensajes claros en los objetivos, instrumentos y métodos con los cuales unimos. El lenguaje debe tener dos virtudes: que destile convicción, no prepotencia, y seguridad en la posibilidad de alcanzar objetivos, porque éstos son necesarios. En poco tiempo se han hecho cosas importantes en la línea señalada: - Porto Alegre en febrero, con la participación de 60.000 personas en representación de una gran pluralidad social, cultural, política e ideológica, fue un momento que resumía y culminaba una etapa del proceso, a pesar de las dificultades y de las consecuencias represivas y bélicas del 11-S. El programa de Porto Alegre es un principio de programa político que debería servir de guía para el trabajo de todo el movimiento. Un movimiento plural y contradictorio, incluso, pero que echa raíces, se amplía y fortalece políticamente. - En Porto Alegre se aprueba un principio de programa político que, además de contener importantes medidas para el desarrollo social sostenible del mundo empobrecido, ofrece alternativas para la depuración de algunas de las principales excrecencias del mundo en el que vivimos: - Impuesto al dinero especulativo con la tasa Tobin. Nada revolucionario, pero no lo quiere ni Aznar, ni Bush, ni Berlusconi, ni... - Eliminación de los paraísos fiscales donde se camuflan todos los saqueos y robos de los poderosos contra los humildes. - El 0,7 del PIB para ayuda al desarrollo. España dedica el 0,2, EE.UU. el 0,09. A los 30 años de su aprobación. Tampoco es la revolución, pero menos da la avaricia. - Eliminación de la deuda externa para que ésta se utilice en cada país deudor, de acuerdo con los países acreedores, coordinados por instrumentos políticos y técnicos dependientes de las NN.UU., para el desarrollo de programas a medio plazo de educación, sanidad, empleo, capacitación y adiestramiento profesional, seguridad en el trabajo, medio ambiente. - Este medida debería ir acompañada de la aprobación por NN.UU. de una dieta internacional básica, sostenible y saludable, por debajo de la cual no esté nadie. - Avanzar el programa de potabilización y saneamiento de aguas, utilizando desde las técnicas más elementales, hasta las más complejas. El 80% de muertes en el mundo empobrecido se producen a causa del agua contaminada, de la falta de saneamiento e higiene. No es ningún reto galáctico alcanzar resultados amplios de forma inmediata. El dinero para toda esta acción de sensibilidad e inteligencia humana, debe salir de los presupuestos de las NN.UU., de la UE y de los estados. Aquí, en España, de los PGE, de las CC.AA. y de los ayuntamientos, además de impulsar la solidaridad activa de todas las personas que quieran contribuir. Debemos acelerar el paso con iniciativas unitarias para construir en Europa una alternativa política y social, desde el humanismo democrático y socialista. Este es uno de los grandes retos que tenemos. Una Europa en manos de los conservadores es una Europa en retroceso. Con las políticas neoliberales se reduce la cohesión y se refuerzan los localismos nacionalistas. Una Europa cobarde políticamente en la toma de decisiones de carácter mundial sin tutelas de nadie, es una Europa servil que nunca tendrá una personalidad colectiva desde la diversidad de sus culturas, lenguas y situaciones sociales. Debemos contribuir a superar el desfase entre la movilización y la conciencia política. Debemos hacer que Europa converja con América Latina y otras partes en las movilizaciones. Debemos acelerar la constitución de una fuerza política de izquierda. IV En España ha habido grandes movilizaciones, coincidiendo con el semestre de presidencia española en la UE. Amplias movilizaciones que, una a una, han desmontado todas las falacias conflictivas y enfrentamientos violentos que desde el gobierno se anunciaban. Fue Barcelona la pionera con tres manifestaciones en el mes de Marzo: más de 100.000 personas contra el PHN y por un PH racional, inmediatamente, más de 150.000, convocadas por el movimiento sindical europeo (la CES) y, como culminación de un Marzo que hizo primavera, 400.000 contra la Europa del Capital, contra la globalización neoliberal y por otro mundo posible. Durante abril y mayo continuaron en Valencia, Asturias, Madrid, las manifestaciones en el mismo sentido, exigiendo al gobierno del PP el impulso de medidas por el empleo y por la solidaridad internacional. En vano. Y fue junio el mes en que se vislumbró al mismo tiempo lo que debe ser una concreción natural de las movilizaciones de la izquierda en toda su variedad. Huelga General el 20J contra el decretazo. Esa huelga tiene una especial significación porque se produce después del 11S, en el marco de las luchas contra la globalización neoliberal, después de cambios importantes en la estructura de la clase obrera, y precedida de advertencias y amenazas por parte del gobierno y de la patronal más cerril y conservadora. Amenazas que no doblegaron la voluntad de millones de ciudadanos que pararon y salieron a la calle en las manifestaciones más numerosas que se conocen en muchos años. El 22J, y como culminación de la cumbre europea, mientras los exquisitos cadáveres políticos se solazaban en el compadreo, en la misma Sevilla miles de manifestantes en la calle decíamos que nosotros, siendo de su mismo mundo, no éramos sus cómplices. El gobierno del PP y el presidente Aznar, que pasa de una austeridad conservadora a una boda de república bananera, en parte pagada con dinero público, emplearon todas las artes de la mentira, cayendo en el ridículo, para decir que no había huelga. Ellos, los medios de comunicación públicos y otros privados, intentaron la manipulación más burda que hemos conocido en muchos años. Todo inútil. Aznar quedó tocado y el PP también. Perdieron influencia política y electoral e iban a la defensiva. El movimiento social demostró que al PP se le derrota con la gente en tensión social y política, con la movilización masiva y tranquila. Este es el camino. ¿Qué salvó a Aznar de pagar un precio mas alto todavía por la huelga y por las mentiras que indignaron a la gente? De nuevo el independentismo y el terrorismo. - El órdago sobre soberanismo y competencias de principios de julio del Parlamento Vasco liquida el debate social que generó el 20J. - El terrorismo de Santa Pola lo acaba de liquidar, situando al país en el debate sobre la ilegalización de Batasuna. Ahora, es imprescindible recuperar el clima de lucha social y de alternativas políticas al PP. Recuperar el clima de unidad y lucha social creado en torno a la huelga general, centrar el esfuerzo en la denuncia de las políticas laborales y sociales del PP y en alternativas a las mismas : 600 muertos en accidentes laborales hasta agosto deben tener una respuesta social y legislativa urgente ; liquidar el decretazo o vaciarlo de contenido. Preparar, organizar el 5 de octubre. Que los tambores sociales vuelvan a sonar con fuerza para que la marcha sobre Madrid, convocada por los sindicatos, y apoyada por el PCE e IU, recupere el ánimo de la Huelga General para parar los pies a las políticas neoliberales y abrir la perspectiva de un giro social y político a la izquierda. Giro real a la izquierda que no vendrá del PSOE, sino del fortalecimiento político y electoral de IU. V Y, al llegar a esta parte, es imprescindible, desgraciadamente, volver a hablar de ETA y del terrorismo, del País Vasco y la libertad, de Batasuna y la ilegalización. Y para ello, es necesario ver en que situación en el mundo actua ETA y sus instrumentos orgánicos: Batasuna y otros. ETA actua en una situación de violencia imperialista en el mundo: intervenciones armadas directas en Vietnam, Panamá, Irak, Yugoslavia, por no remontarnos mas lejos. Apoyos a golpes de estado fascistas y sangrientos en Indonesia, Chile, Argentina, Uruguay; apoyo al movimiento reaccionario en Angola, Afganistán, Nicaragua, El Salvador, Guatemala; apoyo a todo tipo de tiranos y corruptos: Pinochet, Fujimori, Arnaldo Alemán, Mohamed V; apoyo al fascismo sionista y, en especial, a su campeón Sharon; desarrollo de programas antiguerrilleros y antidemocráticos en todas partes y que tienen su culminación en el Plan Colombia. ETA se siente justificada en este entorno de violencia y utiliza, a otra escala, las armas y métodos de los que la condenan. Nosotros, los comunistas y la izquierda, denunciamos y combatimos todos los golpes fascistas, acciones de terrorismo internacional, bombardeos a Irak durante once años sin ningún permiso de las NNUU, bombardeo a Yugoslavia. Nosotros denunciamos, de la misma manera, el terrorismo de ETA y sus instrumentos políticos. Nuestras convicciones morales, nuestra coherencia ideológica y nuestro programa político nos exigen una línea política consecuente: lucha frontal contra las actuaciones imperialistas, denuncia del terrorismo y sus apoyos. Somos internacionalistas desde nuestras raíces e identidades, en lugares concretos. Y decimos como Miguel Hernández en su poema "Vientos del pueblo" : vascos, catalanes y gallegos, extremeños, aragoneses y andaluces ...sentimos a España como una realidad común. Hemos defendido y luchado por personas, pueblos, culturas y lenguas oprimidas. Y hemos defendido la II República Española como unidad de todas esas identidades. Las Brigadas Internacionales dieron un alto ejemplo de heroísmo y solidaridad. Vinieron en defensa de aquella república, república que reivindicamos hoy como República Federal y que algún día, ¡estad seguros!, construiremos. Luchamos con los trabajadores por su emancipación social, su emancipación política y su emancipación cultural. Los comunistas somos patriotas del mundo. Hemos impulsado e impulsaremos el patriotismo internacionalista. Así ha sido siempre y así será. No somos ni nacionalistas, ni españolistas. No comulgamos ni con el gran nacionalismo ni con el pequeño nacionalismo, que conducen siempre y de forma irreversible, a enfrentamientos entre una misma clase y a enfrentamientos entre los pueblos y, por supuesto, a un chovinismo excluyente. Los comunistas sentimos como propias todas las causas justas del mundo. Los comunistas somos hijos también del principio del Manifiesto Comunista que llevó a la conciencia de millones de trabajadores : "Proletarios del mundo: uníos". ¿Y a quienes benefician finalmente los enfrentamientos entre los pueblos y los trabajadores que pertenecen a una misma clase? ¿A quiénes beneficia toda la fragmentación de la clase trabajadora? Finalmente solo beneficia, como dice el mismo Marx, a quienes controlan la economía, la política y la milicia. Y aquello que sucede a escala nacional, sucede también a escala internacional. Se apoyan en mentiras y chovinismos patrioteros para dividir y fragmentar, para decidir quienes son los buenos y quienes son los malos. Como dice un personaje de la película "Senderos de gloria", la patria es a veces el refugio de los canallas. Los comunistas, como he dicho, somos hijos del Manifiesto Comunista. No renunciamos a él y nuestro internacionalismo se fundamenta en la lucha por los derechos humanos universales para todos los pueblos. Los comunistas hemos sido en España campeones en la lucha por la libertad. Hemos sufrido violencia, torturas y cárcel, pero no queremos ningún crimen para defender nuestras ideas. Desde IU votamos no a la Ley de Partidos, porque para ilegalizar a una persona u organización que delinque, son suficientes las normas democráticas y judiciales del Código Penal. Una Ley de Partidos no se hace para ilegalizar, sino para mejorar la democracia y potenciar la participación, aunque contenga el apartado sancionador correspondiente. No lo hicieron así y por eso votamos no. Nos abstuvimos en la propuesta del PP y del PSOE para que el Parlamento instara al Gobierno a que éste instara a la autoridad judicial para que ilegalizase a Batasuna. Eso ya estaba sucediendo con el auto del juez Garzón. No era necesario nada más. Nos abstuvimos por eso y porque no quisimos que hubiese ninguna confusión maliciosa con nuestro voto. Pienso que fue una posición correcta en uno y otro caso. Vamos a seguir trabajando por una España Federal, solidaria y republicana, cuya unidad esté sólidamente fundamentada en la libertad y solidaridad de cada una de las partes. Nuestra línea política y de lucha está clara; nuestra oposición no pasa por ser una oposición simplemente retórica y parlamentaria. Nuestra lucha está fundamentalmente en la participación en todas las movilizaciones en marcha, en todos los centros de trabajo, en todas las universidades y centros de educación. Con los parados. Con los marginados, con los emigrantes. Y allí donde sea necesario luchar por la dignidad y los derechos humanos. Por una seguridad ciudadana que se base principalmente en condiciones de vida digna para todos y en una educación para la convivencia. Y nuestras citas mas inmediatas son el día 5 de Octubre, aquí, en Madrid : movilización contra el decretazo. Movilización contra la pérdida de los derechos sociales. Y movilización por una política económica y laboral más social y solidaria. Por un empleo digno. Para que los jóvenes y menos jóvenes no tengan que vender su fuerza de trabajo por bajos salarios y sin garantías laborales ni sociales. Movilizaciones por una enseñanza pública eficaz, adecuada y democrática. Movilizaciones para que todos y todas, y especialmente los jóvenes, tengan acceso a viviendas con alquileres adecuados a sus ingresos. Movilizaciones para la igualdad de la mujer, por una política que combata las causas estructurales del desempleo femenino y garantice el acceso igualitario a los recursos productivos. Por la lucha contra la segregación de la mujer en el mercado de trabajo. Por el fomento de la autonomía personal, social y económica de las mujeres. Movilizaciones contra la violencia de género y un plan que erradique definitivamente los malos tratos a las mujeres. Por el acceso de esas mujeres víctimas de malos tratos a un régimen de alquiler o compra de vivienda. Para que se cree un fondo de reserva que garantice un salario de emergencia a las mujeres maltratadas, sin recursos, hasta que encuentren trabajo. Por una educación específica sobre comportamientos igualitarios. Impulsaremos trabajo y movilizaciones:
Para crear y reforzar el movimiento contra la globalización neoliberal en todo el país y en toda Europa. Defenderemos nuestras ideas con la convicción moral que nos mueve y la inteligencia política que nace del análisis de la realidad en que vivimos. Difundiremos las ideas que conduzcan a otra cultura menos egoísta y más solidaria. Y la movilización social es la clave para avanzar en estos objetivos, que son posibles porque son necesarios. Prepararemos en cada lugar las elecciones municipales y autonómicas explicando a todo el mundo que los hombres y las mujeres de IU, y con ellos, los comunistas, somos imprescindibles para que, desde ayuntamientos y comunidades, se haga la política social que necesitan los ciudadanos de este país. ¿Qué todo esto es difícil? Nada es fácil en la historia. Siempre han sido necesarias muchas luchas y muchos sacrificios para conseguir algunos derechos que hoy quieren liquidar. Y nosotros debemos hacerles saber que no vamos a consentirlo, que somos hombres y mujeres dispuestos a pelear por nosotros y por todos aquellos que lo necesitan. Que tenemos coraje y valentía para hacerlo. Que tenemos la razón. Y que entre todos, vamos a empujar a esa Historia a la que ellos quieren poner la palabra fin. Éste es el reto que tenemos hoy y que os lanzo desde este 25 aniversario de la legalización del PCE. |
|