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4 de septiembre del 2002 |
«La pampa necesita prosa y poesía para ser contada»
Alejandra Córdova Rojas
Entre sus anécdotas quizás más recordadas figura la orden de Chevalier recibida de manos de su amigo, el actor Oscar Castro durante su paso por Iquique a comienzos de este año. En pleno mercado, entre un caldillo de congrios, machas y piures cuando el sol adormece a los iquiqueños y los obliga a dormir una larga siesta, el director de la compañía teatral "El Aleph", decide condecorar a este escritor que ha dedicado parte de su vida literaria a contar la historia de la pampa salitrera, aquel desierto que castigó a hombres, mujeres y niños en pleno auge del llamado "Oro blanco". Había que hablar de poetas, prostitutas, de calicheros borrachos y soñadores, de aquellos que poblaron con sus historias el norte grande. De ahí entonces deriva el éxito de su primera novela "La reina Isabel cantaba rancheras", que junto con ser llevada al teatro por la compañía de Gustavo Meza, llegó a ser publicada en Argentina, México, Colombia y España. Pero el éxito parece no inmutarle, más bien se le ve agotado después de cada entrevista, una tras otra, seguida de invitaciones a programas radiales o tertulias literarias en el barrio Bellavista. Así se le vio durante su último paso por Santiago tras la presentación de su última obra "Santa María de las flores negras", que reconstruye uno de los hechos más traumáticos de la historia chilena del siglo XX: la matanza de la escuela Santa María de Iquique en 1907. -¿Cómo un pampino de raíces humildes, como se ha definido, convive con un éxito literario que ha trascendido las fronteras, logrando publicar obras en países como España y Argentina? -Con dos tazas de autocrítica, una porción de humildad, una cucharada de vanidad -de las cucharas grandes por supuesto-, una pizca de sabiduría, amistad al gusto y todo espolvoreado con mucho sentido del humor. - En las últimas semanas aumentó el debate acerca del Premio Nacional de Literatura. A su juicio, ¿Qué es lo que realmente se premia, la obra, el autor o la trayectoria? -Soy de los que piensan que el premio debiera entregarse exclusivamente por la calidad de la obra (tal vez cuando una tenga una trayectoria más extensa pensaré que además tendría que tomarse en cuenta ésta). - ¿Cuál es el rescate social y reivindicativo que propone en sus obras? -No propongo nada. Lo único que quiero es contar la historia de la pampa salitrera, y esencialmente, contarla bien. Solo logrando aquello- escribirla bien- adquieren importancia los rescates sociales y reivindicaciones del tipo que sean. - La historia nos ha enseñado la dura y castigada vida en la pampa a comienzos del siglo pasado con el auge del salitre y la explotación del obrero. ¿De qué manera su novela "Santa María de las flores negras" rescata esta realidad? -Ni contándola ni mostrándola, sino haciéndola vivir al lector. Ésa era mi gran ambición mientras escribía la novela de la masacre de la Escuela Santa María de Iquique en 1907. Tal vez esa es la ambición de todo escritor serio y yo estoy diciendo perogrulladas. -¿Dónde transcurre la vida de Hernán Rivera Letelier a los 11 años? -A los 11 años de edad era un canillita estarcido con las tres eses de los tímidos: solitario, silencioso y soñador, que vendía diarios por las calles de Antofagasta. -¿Se ha sentido marginado de la elite literaria chilena, considerando las críticas de algunos autores? -Los marginados de mi mundo son ellos y ellos se lo pierden. -¿Qué sucede con la poesía tras la publicación de "Poemas y Pomadas" en el año 1988? ¿En qué momento surge "La reina Isabel cantaba rancheras"? -De pronto comprendo que el poema no es el vehículo exclusivo de la poesía, que la prosa también puede estar animada de la palabra y el espíritu poético -esto lo descubro leyendo a Leopoldo Marechall- Y cuando descubro esto, entiendo por qué nunca escribí poemas de la pampa: la pampa necesitaba más espacio -el corset de la poesía le apretaba, la sofocaba -, la pampa necesitaba de la unión de la prosa y la poesía para ser contada y cantada a todo el viento, a todo desierto. Y de ese modo nació La reina Isabel cantaba rancheras. -¿Cuál es la mayor fortaleza de un pampino? -Su solidaridad a prueba de tormentos. Ella le permitirá conquistar, amansar y humanizar el desierto más duro del planeta. - ¿Qué viene ahora en materia de creación? -Un verdadero desafío.Como mi próximo libro no tiene nada que ver con el salitre, tendré que cambiar de escenario, de paisaje, de personajes, de historia, de estructura y, por supuesto, de lenguaje. |
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