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21 de octubre del 2002 |
Elke Wittich
Traducción para La Insignia: Andrés Manzanares
Hay preguntas que ni siquiera las responde Barrio Sésamo. Por ejemplo,
cómo llegan las pelusas al ombligo, donde se acumulan; de dónde proceden y
qué grupos de personas están expuestas a este tipo de aglomeraciones. Por fortuna, desde mediados de este año la civilización puede considerar que la pregunta ha quedado satisfactoriamente resuelta: las pelusas están compuestas fundamentalmente por partículas de la piel humana y de textiles y se desplazan hasta el ombligo siempre que la barriga esté recubierta de pelo y preferentemente en los hombres gordos.
Este importante descubrimiento se debe a Karl Kruszelnicki, de la Universidad de Sidney, a quien se debe honrar por la resolución -tras tras largos experimentos- del misterio pelusiforme. Por ello ha obtenido el premio IG Noble en el apartado de "investigación interdisciplinar", otorgado por las Universidades de Harvard y Radcliffe en Boston (EEUU). El comité otorga desde 1991 diez premios anuales en el teatro Sanders de Harvard. Aunque el nombre del premio parezca indicar lo contrario (ignoble significa innoble en inglés), no tiene como objetivo deshonrar al premiado. El comité, compuesto por periodistas de la redacción de la revista estadounidense Annals of Improbable Research, afirma que "todos los premiados han hecho algo que primero nos hace reír y despues reflexionar, o en otras palabras, el premio se otorga a personas cuyos actos no se pueden repetir o no deberían ser repetidos". Lo cual no es un juicio de valor, como insisten en explicar los organizadores, dado que los actos de pioneros son simplemente irrepetibles. Además la ceremonia de entrega no pretende en ningún caso ridiculizar a los premiados, pues en definitiva son auténticos premios Nobel los que entregan el galardón y redondean los actos con ponencias de figuras prestigiosas de la investigación. Casi todos los premiados asisten y en muchos casos pronuncian discursos inolvidables. Sólo en un caso se negó un premiado a acudir a la ceremonia, que ni siquiera se había presentado al comité: se trata del ganador de 1996 en la categoría "Educación científica", que se otorgó a los ministerios de Educación de los estados norteamericanos de Kansas y Colorado. En un alarde de fundamentalismo cristiano, prohibieron la enseñanza de los descubrimientos de Charles Darwin, Isaac Newton, Louis Pasteur y Michael Faraday en sus escuelas. El hecho de que la decisión fuera revisada poco después, y de que la mayoría de los responsables se encuentren actualmente apeados de sus cargos, se debe en parte al premio IG Noble, que dio publicidad internacional al caso. Es posible que los participantes en los premios IG Noble tiendan a los experimentos inusuales, investigaciones inauditas y aparatos sorprendentes, pero todos contribuyen al progreso. El comité también desea premiar "lo inusual, la fantasía", y el galardón debe despertar el interés del público por la ciencia, la medicina y la técnica. Para ello, lo mejor es premiar inventos que hace tiempo que deberían haberse realizado. En el apartado de Química, por ejemplo, ha ganado este año una representación tridimensional de la tabla periódica. Su creador es Theo Gray, de la empresa estadounidense Wolfram Research, quién montó una especie de mesa, que sirve además para depositar botellas de cerveza y canapés durante las recepciones. Otra invención etílicamente inspirada fue el experimento que ha valido el premio de Física a Arnd Leike, de la Universidad de Múnich: el científico publicó en la revista especializada European Journal of Physics un artículo de divulgación especialmente sencillo de entender sobre el tema de "la semidesintegración exponencial" usando el ejemplo de la espuma de la cerveza. Leike tiene insignes antecesores, como el premio de Física del año pasado, el profesor belga Jean-Marc van den Broeck, que calculó cómo debe ser una tetera para que no gotee, y el australiano Len Fischer, que estudió cómo se puede mojar una galleta en un líquido sin que el líquido se desborde del contenedor. Sin embargo, el rey de los físicos IG Noble sigue siendo Robert Matthews, de la Universidad británica de Aston, quien demostró por primera vez que la probabilidad de que una rebanada de mantequilla caiga al suelo sobre el lado "malo" es mayor que la probabilidad de que caiga sobre el "bueno". Desarrolló una teoría bastante complicada que prueba que el lado impregnado de mantequilla es más pesado que el otro. A pesar de todo, el mundo sigue estando lleno de misterios sin resolver. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez, al ver los elefantes en el zoo, cuánto mide su superficie? El problema de la medición de superficies paquidérmicas consiste en que el animal no tiene aspecto uniforme, pues está lleno de bultos y honduras indeseables que complican los cálculos matemáticos. Los investigadores indios K.P. Sreekumar y el fallecido G. Nirmalan resolvieron el problema en su informe titulado Estimation of the Total Surface Area in Indian Elephants y ganaron con claridad el premio de Matemáticas. De hecho, este año hubo muchos premios relacionados con animales, como el apartado de Higiene, obtenido por el español Eduardo Segura, que ha inventado una lavadora para perros y gatos muy sucios. En el apartado de Biología ganó un equipo de investigadores británico que estudió el hasta ahora totalmente desconocido comportamiento sonoro de las avestruces con sus cuidadores. También el premio de la Paz de este año tiene características animales. Los investigadores Keita Sato, Matsumi Suzuki y Norio Kogure fueron laureados por su programa Bow Lingual, que traduce los ladridos al lenguaje humano. Con ello han contribuido "a la promoción del entendimiento entre las especies", según el veredicto del comité. En el año 2000 fue premiada la Marina de Guerra británica, porque ordenó que sus soldados, a falta de municiones durante unas maniobras, gritaran "¡Bumm!" en vez de disparar. Este año se echaron en falta los premiados en el capítulo de Economía. Sin embargo, algunos de ellos disponen de una buena excusa, porque se encuentran en prisión. Los laureados son los principales protagonistas de espectaculares falsificaciones de balances financieros, como los directores de Enron, Lernaut & Hauspie, Arthur Andersen, CMS Energy, Merril Lynch, Quest Communications y WorldCom. Según el informe del comité, "lograron introducir por primera vez el concepto matemático de los números imaginarios en el mundo empresarial. Con ello han creado por fin una ciencia interdisciplinar que hace tiempo que debió existir". |
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