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La insignia
16 de octubre del 2002


Tobruk, Tobruk


Jesús Gómez
La Insignia. España, 16 de octubre.


Marlene Dietrich.

Tras la caída del III Reich, el general Eisenhower quiso conocer a un hombre que definió como «el único alemán que alegró al mundo durante la guerra»: Norbert Schultze, compositor de Lili Marleen. Pero la historia de uno de los grandes mitos musicales del siglo XX había comenzado durante la I Guerra Mundial, en 1915, con un texto escrito por el soldado Hans Leip antes de partir hacia el frente ruso.

Veintitrés años más tarde, en 1938, Schultze retomó el texto y compuso una canción que sería interpretada por primera vez por Lale Andersen. Incialmente,la cantante se negó a incluirla en su repertorio por su parecido con otro tema, también escrito por Leip, dedicado a un soldado de guardia en el frente.

Lale Andersen no se arrepintió de haber cedido a las presiones del compositor. La emisión por radio de Lili Marleen fue todo un éxito, aunque la suerte de la canción quedó ligada desde el principio a la propia guerra. En 1941, Radio Belgrado solicitó material discográfico a Radio Viena para incluirlo en los programas dirigidos a las tropas del África Korps, del mariscal de campo Erwin Rommel. Entre las canciones, que se comenzaron a emitir el 18 de agosto, se encontraba el tema de Norbert Schultze.

La popularidad de Lili Marleen entre las tropas alemanas disgustó al Ministerio de Propaganda del régimen nazi, que la consideraba demasiado sentimental y peligrosa para la moral castrense. Retirada poco después por Radio Belgrado, el gobierno de Adolf Hitler intentó calmar las protestas de los soldados de Rommel con una versión militar del tema, pero finalmente tuvo que ceder y Andersen volvió a las ondas.

No pasó mucho tiempo antes de que su fama se extendiera a las tropas del general Montgomery, que captaban la programación destinada al África Korps. Cuando Rommel conquistó Tobruk, sus soldados se llevaron una sorpresa: los ingleses habían olvidado apagar el sistema de megafonía de la ciudad, que en aquel momento emitía una versión en inglés de la canción. Hans Leip diría más tarde: «Durante la primera contienda, el gran éxito fue It's A Long Way to Tipperary. Durante la segunda, se reservó el honor a una melodía del enemigo. Eso revela el sinsentido de las guerras».

Dos años después, Marlene Dietrich la convirtió definitivamente en un himno internacional. Mientras tanto, Lale Andersen fue detenida por la Gestapo cuando intentó comunicarse con el compositor Rolf Liebermann para que la ayudara a huir a Suiza: «Me dijeron que aquél sería el final de mi carrera, que sería internada en un campo de concentración».

Sin embargo, los caprichos de la propaganda salvaron la vida de la cantante. La BBC dio la falsa noticia de que había sido asesinada tras su detención y Goebbels utilizó el hecho para dejar en mal lugar a los británicos. A partir de entonces, Andersen volvió a los escenarios con la condición de no revelar que debía presentarse dos veces por semana a los agentes de la Gestapo, en Berlín.

Concluida la guerra, Norbert Schultze dejó de componer temas como Bombas sobre Inglaterra para el III Reich y se convirtió en autor de bandas sonoras y comedias musicales.



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