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La insignia
16 de octubre del 2002


Fallece Norbert Schultze, compositor de Lili Marleen


La Insignia. España, 16 de octubre.


Norbert Schultze, compositor de la mundialmente famosa Lili Marleen, falleció el pasado lunes a los 91 años de edad, según informó ayer la sociedad alemana de gestión de derechos musicales de los compositores.

Schultze compuso la música de Lili Marleen en 1938, a partir de un texto escrito por el soldado alemán Hans Leip, en 1915, antes de partir al frente ruso. Durante la II Guerra Mundial se convirtió en un himno tanto de los aliados como las fuerzas del Eje.

Interpretada por primera vez por Lale Andersen, Marlene Dietrich la popularizó en todo el mundo tras incorporarla a su repertorio en 1943, aunque la canción ya era conocida entre las tropas inglesas del norte de África que escuchaban las emisoras alemanas.


Letra (alemán/español)

Vor der Kaserne
Vor dem großen Tor
Stand eine Laterne
Und steht sie noch davor
So woll'n wir uns da wieder seh'n
Bei der Laterne wollen wir steh'n
Wie einst Lili Marleen.

Unsere beide Schatten
Sah'n wie einer aus
Daß wir so lieb uns hatten
Das sah man gleich daraus
Und alle Leute soll'n es seh'n
Wenn wir bei der Laterne steh'n
Wie einst Lili Marleen.

Schon rief der Posten,
Sie blasen Zapfenstreich
Das kann drei Tage kosten
Kam'rad, ich komm sogleich
Da sagten wir auf Wiedersehen
Wie gerne wollt ich mit dir geh'n
Mit dir Lili Marleen.

Deine Schritte kennt sie,
Deinen zieren Gang
Alle Abend brennt sie,
Doch mich vergaß sie lang
Und sollte mir ein Leids gescheh'n
Wer wird bei der Laterne stehen
Mit dir Lili Marleen?

Aus dem stillen Raume,
Aus der Erde Grund
Hebt mich wie im Traume
Dein verliebter Mund
Wenn sich die späten Nebel drehn
Werd' ich bei der Laterne steh'n
Wie einst Lili Marleen.


Ante el cuartel,
ante la puerta principal,
había una farola
y ella se paraba delante.
Así nos gustaba vernos.
Queríamos estar junto a la farola,
como entonces, Lili Marleen.

Nuestras sombras
se veían como una
porque nos amábamos tanto
que parecíamos uno solo.
Cualquiera lo podía ver así
cuando estábamos junto a la farola,
como entonces, Lili Marleen.

Cuando llamaban al puesto
y tocaban retreta
podían caer tres días de castigo,
camarada.
«Voy enseguida»,
así decíamos adiós.
Con qué placer me iría contigo,
contigo, Lili Marleen.

Conoce tus pasos
y tu grácil caminar.
Cada noche se ilumina.
Ya me olvidó hace tiempo.
Y cómo me dolía ver
quién estaba junto a la farola
contigo, Lili Marleen.

Del silencio,
del fondo de la tierra
me surgía igual que en sueños
tu adorada boca,
cómo te perdías en la niebla.
Te veré junto a la farola,
como entonces, Lili Marleen.



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