Portada | Directorio | Buscador | Álbum | Redacción | Correo |
5 de noviembre del 2002 |
José Marzo
El juego consistió en ayunar durante tres días y luego sentarse desnudos en la cama con una fuente de cerezas; no podían hacer el amor hasta que comieran, pero el primero que se introdujera con su propia mano una cereza en la boca se convertiría en el esclavo sexual del otro para toda la vida.
© José Marzo, del volumen inédito de microrrelatos El camaleón desgarrado (trilogía Aurora). |
|
Ciencia y tecnología | Directorio | Redacción |