Portada | Directorio | Buscador | Álbum | Redacción | Correo |
16 de marzo del 2002 |
Cernuda, poeta de otro mundo
José Cueli
El próximo 21 de septiembre se cumplirá el centenario del nacimiento del gran poeta sevillano Luis Cernuda. Por tal motivo está semana empezaron los festejos en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, con la presentación de una edición facsimilar de las versiones autógrafas inéditas de poemas como Scherzo para un alto y A Larra con unas violetas que aparecieron en el suplemento Babelia (El País, 9/03/02).
Perteneciente a la famosa generación poética del 27, Cernuda merece un lugar aparte por derecho propio, ya que su obra va más allá de los desarrollos poéticos de la época y rompe con los cánones.
Me refiero a ese Luis Cernuda que rebaja implícitamente el valor del neopopularismo, midiéndolo con la universalidad de la poesía. En Estudios sobre poesía contemporánea (Madrid, 1957) habla de la manía folclorista de Antonio Machado, desconoce al hermano de éste, Manuel, y resalta los defectos del gaditano Federico García Lorca, entre ellos lo que él denomina ''costumbrismo trasnochado''. Cernuda expresa: ''La tendencia dramática de (García) Lorca tiene en este libro ocasión amplia de ejercitarse y ahí asoma uno de los defectos principales del Romancero gitano, que es lo teatral, así como su costumbrismo trasnochado. No cabe duda que Lorca conocía a su tierra y a su gente, que la sentía y hasta la presentía; por eso es lástima que a ese conocimiento no lo acompañe alguna desconfianza ante ciertos gustos y preferencias del carácter nacional. Es verdad que los defectos de Lorca son los mismos de su tierra y acaso le era doblemente difícil prevenirse contra ello. Al decir esto sé que voy en contra de la opinión general que llama virtud en Lorca, lo que yo llamo defecto; pero qué vamos a hacerle: la experiencia me ha enseñado cómo se forma dicha opinión general y en qué consiste, y no nos queda por ella ningún respeto". Vemos cómo se enfrentan aquí la universalidad de Luis Cernuda frente a la poesía popular de García Lorca. Cernuda, poeta universal, es a la vez un poeta de la marginalidad y es quizá allí, en los márgenes y desde éstos mismos de donde puede surgir la verdadera poesía. Y me refiero a su marginalidad no sólo por su condición homosexual y por su posterior exilio, sino por su propia esencia poética a través de la cual, como vemos, o mejor dicho, sentimos en su poesía, ahonda en el grito y en el desamparo originario que a todos nos habita. Será por eso que en su poema Como la piel escribe: ''...que en el fondo no hay fondo/ no hay nada, sino un grito, un grito, otro deseo." Juan García Ponce en su brillante ensayo El cambio del poeta. Luis Cernuda, destaca que en las etapas iniciales, en Perfil del aire, se ve con claridad la influencia estilística de Mallarmé y Valéry, como se ve con posterioridad también su inclinación por Garcilaso y más tarde por el surrealismo. El libro Donde habite el olvido marca un giro radical en la obra de Cernuda. Al respecto, García Ponce asevera: ''A partir de este libro, Cernuda tratará de encontrar la forma de su poesía en una suerte de ritmo verbal muy interno, cercano al del lenguaje hablado y que obedece a una sintaxis que determina el verso y al mismo tiempo lo rompe, haciéndole depender en gran medida de las posibilidades del encabalgamiento al abandonar la forma en que está escrito Donde habite el olvido, puede decirse que toda la obra poética de Cernuda está calificada por ese voluntario prosaísmo que, superficialmente, parece acercar a veces su poesía a la prosa, que puede hacer pensar que su verso no es más en verdad que una prosa cortada. Sin embargo, este es el estilo que Cernuda se impone para realizar la que no podemos dejar de reconocer como una altísima manifestación de la poesía". Ahora bien, pareciera que en esa búsqueda de un nuevo ritmo verbal no sólo encuentra un estilo propio sino una aproximación a la escritura interna, la posibilidad de romper con la ''repetición" (en el sentido sicoanalítico) y en dicho ''corte" entrar en contacto con el vacío, con el hueco, con la falta. Esto hace una resonancia en el lector que quizá explique por qué la poesía de Cernuda nos envuelve, nos fascina y nos atrapa en lo más universal e íntimo del ser. |
|