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La insignia
25 de febrero del 2002


Contra la censura académica «de izquierda» (II)


Mario Roberto Morales
Siglo Veintiuno. Guatemala, 25 de febrero.


La censura académica "de izquierda" en Estados Unidos es un cáncer que carcome el libre flujo de ideas que debería caracteriza el saber universitario. Debido a la brutal influencia de la academia primermundista sobre la del Tercer Mundo, expresada en términos de financiamientos externos que imponen líneas de investigación y criterios epistemológicos de moda allá, esta censura neomacartista llega triunfal hasta aquí. Pero también se ejerce por medio del terrorismo ideológico políticamente correcto, que hace que muchos editores de libros se plieguen a los mantras de las moralinas conductistas y puritanas al uso. Para muestra unos cuantos botones de mi propia camisa.

El libro Stoll-Menchú: la invención de la memoria, fue censurado en Guatemala por una conocida institución de las ciencias sociales, aduciendo que su tema no despertaría interés alguno aquí, ya que trata sobre un debate "gringo". Esta misma institución, que había publicado mi libro La articulación de las diferencias o el síndrome de Maximón, se negó reimprimirlo (a pesar de admitir que fue un best-seller para los estándares locales), aduciendo que no tenía fondos para hacerlo y que si yo financiaba la edición entonces sí tendría interés en reimprimirlo.

Recientemente, una profesora de la universidad Carnegie Mellon, de Pittsburgh, pidió mi libro Señores bajo los árboles, a la editorial que lo publicó en Guatemala en 1994. En la editorial se le informó a la profesora que el libro estaba agotado y que no sería reimpreso porque el momento de interés por su temática había pasado. Lo curioso es que la temática tiene que ver con las masacres perpetradas tanto por el Ejército como por la guerrilla durante el conflicto armado guatemalteco. Y los dos libros mencionados arriba tienen que ver con el análisis de los entresijos de ese conflicto, en lo referido a la conducción de la guerra y la incorporación de indígenas al proyecto guerrillero.

A pesar de que la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH) corrobora mi versión de los hechos de violencia en Señores bajo los árboles, publicado en inglés como Face of the Earth, Heart of the Sky (Arizona: Bilingual Press, 2000), y de que esa Comisión corrobora también la versión que Stoll da de los inicios de la violencia en los años ochenta (como una acción de revolucionarios ladinos, urbanos y letrados), en oposición a la versión de Menchú, quien los ubica como rebeliones de indígenas en contra de terratenientes ladinos, la agria y denigrante diatriba, llena de insultos, descalificaciones y acusaciones gratuitas, continúa. ¿Por qué?

Si Menchú avaló la versión de la CEH y ésta coincide con lo que dice Stoll, pareciera que hay una curiosa concordancia en ambos sobre esta problemática. ¿Para qué entonces seguir defendiendo la versión de Buenos contra Malos (es decir, de indígenas contra ladinos) que los auto nombrados "defensores del subalterno" ofrecen al estudiantado estadounidense como facilón eje explicativo de toda la problemática étnica y política de Guatemala?

Lo que ocurre es que estos "defensores lascasianos" han construido sus carreras sobre las espaldas de Menchú, y si se la humaniza y desacraliza, ellos ven subvertidas todas sus vistosas cuanto débiles argumentaciones para justificar sus viajes, becas y publicaciones "progres". Así se instrumentaliza a la subalternidad por parte de esta "izquierda" académica, a la que, como hemos dicho, le llegó la hora de su verdad. Una hora cuya campanada se da en Guatemala y no en campus estadounidense alguno.



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