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9 de febrero del 2002 |
Entrevista con Manuel Vázquez Montalbán «La izquierda no se adaptó a la nueva correlación de fuerzas»
Mateo Grille
Edición en Internet: La insignia.
El escritor español Manual Vázquez Montalbán viajó a
Porto Alegre para participar de algunas de las
actividades del Foro Social Mundial. Después de
exponer en el seminario de 'Democratización de los
medios de comunicación' junto con Ignacio Ramonet de
Le Monde Diplomatique, habló en exclusiva para
Caras y Caretas.
-Usted manifestó en una conferencia que era rescatable el Foro desde el punto de vista participativo, pero que sería buena sacar conclusiones medianamente prácticas y no quedarse en la concurrencia masiva. -Sí. Sobre todo porque éste es un año de reafirmación y creo que hay una real satisfacción por la envergadura que esto ha alcanzado, ya significa un paso importante, significa un contenido. Además, por el mismo crecimiento que tuvo; logró juntar a grupos muy diversos, con métodos e ideas muy distintas pero con una coincidencia del diagnóstico de la fase actual del capitalismo y eso también es muy importante. Ahora bien, creo que habría que dar otro paso conformado por el capítulo de propuestas, el de presentar alternativas. Creo que los de ATTAC (Asociación por una Tasa a las Transacciones financieras especulativas para Ayuda a los Ciudadanos) han sacado la enmienda de la tasa a los movimientos del capitalismo especulativo y sería bueno que los demás grupos también propusieran alternativas concretas para reformar las reglas de la globalización. Si no se consigue aquí, habrá que crear una red de comunicación para que esta propuesta se concrete en algún momento. -¿Cómo se imagina la comunicación para ese otro mundo que es posible? -Me imagino que debe ser una comunicación donde las barreras entre emisor y receptor sean muy relativas. Yo creo que deben existir medios que sean generales, que sean amplios y plurales. Pero que podrían ser contrarrestados por cualquier ciudadano que quisiera estar informado. Esto, igualmente, también hay que relativizarlo porque tampoco sería buena cosa convertirlo en un dogma. Pero recuerdo una frase de Brecht que siempre la cito cuando hablo de esto - y hace años que vengo hablando de esto - recién salida la radio como medio y cuando ésta se estaba imponiendo en el mundo por lo que calculo sería en la década del 20. Él decía que la radio será un gran medio el día que los ciudadanos escuchen los mensajes, vayan a la radio, tomen el micrófono y puedan decir aquello que piensan. Eso es un poco el espíritu de fondo de lo que podría ser una comunicación técnicamente participativa. Y además sería bueno que el consumidor mayor de los grandes medios, estuviera en condiciones de corregirlos, de poder4 contestar ante determinadas manipulaciones y una tendencia alienatoria. Eso marcaría una comunicación participativa dentro incluso de lo que llamamos la cultura del mercado. Si el cambio social, político y económico va hacia otra manera de relacionarnos, también deberíamos exigir el derecho a la pluralidad. La revolución tecnológica marcaría que la comunicación pasa mayormente por las redes que por los mass media. De alguna forma eso es una contradicción ya que permitiría una comunicación alternativa incluso a la de los grandes medios. Si, pero incluso aquí se ha hablado de Internet y se ha relativizado el papel porque hoy esa red sobre todo lúdica, tiene juegos y ese fin es el más usado. Es como el gran juego cósmico en base a cacharritos. Así y todo, creo que allí hay un potencial extraordinario. Cualquier zapatista dirá que no hubiera sido posible vivir sin el papel enorme que jugó internet como instrumento de concientización política y cualquier cosa que sucedía en Chiapas por parte del PRI, era propagandeada y en quince horas lo sabían todos los centros zapatistas en cualquier lugar del mundo. Y eso redundaba generalmente en movilizaciones por todos lados casi inmediatamente. Eso tiene una enseñanza. Es, además, el único medio que ha nacido hasta ahora sin una legislación previa coercitiva... -Y parece difícil legislar sobre él... -Es cierto. La dificultad que tiene es que debes que tener dinero para comprarte el aparato, para pagar las cuentas telefónicas y para descifrar códigos o usarlo correctamente debes saber casi exclusivamente inglés porque es la lengua dominante en los bancos de información. Como herramienta comunicacional no ha habido nunca una como esta, lo que pasa es que puede ser manipulable abiertamente. -Por Internet se han organizado muchas movilizaciones, sobre todo aquellas antiglobalizadoras. Pero esas manifestaciones han tenido también cierta impronta de internet; ¿cómo ve usted los movimientos anti globalizadores? -Los últimos dos grandes éxitos que ha tenido la izquierda de España son la movilización contra la guerra del Golfo y contra la OTAN (Organización Tratado Atlántico Norte) y eso generó una expectativa extraordinaria durante un mes. Pero se acaba el objetivo y se acaba la expectación y la gente se vuelve a su casa. Es decir que no estamos hablando de la militancia de partidos políticos muy articulados, en clandestinidad o que tenían cierta infiltración en el tejido social. El pueblo ahora es otro en casi todo el mundo. Ante eso cabe preguntarse cómo elaborar redes que mantengan ese fervor de cambio y de acción. -¿Cómo se compatibilizan entonces ese tipo de comunicación por redes con la estructura clásica de militancia en la izquierda? -Es difícil. Yo recuerdo que en la última etapa de la clandestinidad nos convocó una vez Carrillo en París a una serie de profesionales que él sabía éramos militantes clandestinos y nos propuso hacer un diario alternativo a los diarios de la burguesía. Y nosotros nos miramos con una cara de escepticismo brutal porque ese tipo de prensa de partidos en todos lados del mundo está fracasando. En segundo lugar, la jerarquía de valores que ha creado la prensa burguesa no la puedes destruir con un solo medio de comunicación. Eso le pasó a Liberation en Francia que en vez de hablar del último novio de Brigitte Bardot, hablaba de el último conflicto en una fábrica y acabó no vendiendo ni un ejemplar. Y hoy es un diario más, absolutamente convencional. Lo que la izquierda tampoco ha hecho es adecuarse a una nueva correlación de fuerzas desde el punto de vista de las ideas, porque por otra parte también han desaparecido los partidos que por sí mismos eran medios de comunicación, que tenían mucho voluntariado. Ahora ese voluntariado está extramuros. Y sin embargo siguen siendo para mí como una fuera especial de agentes comunicadores. Los partidos no han sabido como encarar a esa nueva izquierda extramuros que no tiene esa misma cultura militante que ellos han mal inculcado. Es una situación muy nueva, es cierto, que además se une a la vejez de las organizaciones de izquierda y a la práctica inutilidad de la socialdemocracia, que siendo la más importante en todo el mundo yo esperaba que reaccionara después de la caída del muro de Berlín y lo único que ha hecho es avanzar hacia el social-liberalismo. Exceptuando el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional), las organizaciones de izquierda han tenido una marcada dificultad para relacionarse con la prensa quizás por una deficiencia en el análisis o inclusive un planteo teórico sobre el real papel de los medios en el cambio. Son los mismos que lo único que se plantean es incluir o infiltrarse o reconocer el derecho a que se hable del secretario general, a que te reconozcan y a que se exprese el programa de los partidos y más nada. Y el trabajo real que hay que hacer sobre los medios de comunicación es si culturalizan, si se abren a debates sobre valores que no sean los de la cultura dominante. -¿Y la prensa tipo panfleto parece no tener mucha cabida? -Tiene cabida la prensa del sector crítico y local, es decir, que informa de lo que sucede allí y le pasa a ellos en un espacio geográfico más bien limitado. Curiosamente eso tiene cierto éxito y me parece positivo, pero aparentemente eso no sirve para enfrentarse a las grandes cadenas de información aunque crean un sentimiento crítico que supongo positivo. Eso crea conciencia. -¿Si ciertos medios como pasquines o las propias radios comunitarias tienen tanta incidencia en la vida de ciertas comunidades alrededor del mundo, porqué muchos países capitalistas están autorizando su existencia? -Por que no les tienen miedo de momento. No les tienen miedo porque ellos saben que tienen un aparato apabullante pero en el sentido contrario. Controlan la educación, los medios trasnacionales, controlan un sistema de comunicación de sus propias ideas prácticamente cósmico. Controlan el mercado de la cultura de la información casi absolutamente salvo islas de resistencia y la aparición de esos proyectos comunitarios no parecen ser, para ellos, de mucha importancia. Porque además eso tampoco ha dado lugar a movilizaciones políticas articuladas que pudieran darles miedo. De todas formas fijémonos que la gente más poderosa del mundo tiene que reunirse en secreto porque si no no la dejan reunirse y empiezan a reaccionar con violencia. El muerto de Génova es una importante advertencia. |
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