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La insignia
6 de diciembre del 2002


Así vamos: México

La economía según la secretaría de Hacienda


Juan Castaingts Teillery (*)
La Insignia. México, noviembre del 2002.


Los documentos oficiales tienden a ser cada vez más contradictorios. De un lado, hay que reconocerlo, su calidad es creciente pero del otro, en muchos de sus aspectos no sólo contradicen la realidad vivida por los ciudadanos sino que rebaten las propias cifras oficiales.

Tal es el caso de los "Criterios Generales de Política Económica" del 2003 de la SHCP. Es un documento bien estructurado y con buena información. Nuestros comentarios se resumen en los siguientes puntos:

1.- Se estima que para el año actual el PIB crecerá en 1,7% y sin embargo, los datos últimos del INEGI nos dicen que en los 9 primeros meses el crecimiento alcanzado es sólo de 0,6%. Para lograr lo que señala el documento, implicaría que en el último trimestre (el que vivimos), tuviésemos un repunte enorme que implicaría que actualmente estuviésemos en bonanza.

2.- Nos dice: "Diversos indicadores sugieren que la economía mexicana inició una nueva etapa de crecimiento a partir del segundo trimestre del presente año, proceso que sin embargo ha carecido de la fortaleza necesaria para recuperar con celeridad los empleos perdidos...". Se trata de una afirmación que aunque tiene elementos de veracidad no es correcta. Los datos del INEGI sobre el PIB desestacionalizado señalan que efectivamente, después de 5 trimestres consecutivos con crecimiento negativo, se logra en el segundo trimestre del año un crecimiento de 1,33%; no obstante, la fuerza se pierde y para el tercer trimestre el crecimiento es de sólo 0,99%. No estamos ante una "nueva etapa de crecimiento" lo que vivimos es un a etapa de estancamiento prolongado que inclusive, tiene el peligro de una nueva caída.

Los datos mensuales del Indicador Global de la Actividad Económica confirma la idea de que la forma de nuestra economía no es en "U" como se desprendería de las afirmaciones de la SHCP sino en "L" y, desgraciadamente, con ciertas probabilidades de una "W". Así la serie desestacionalizada del indicador mencionado, nos indica que si bien hubo un crecimiento lento entre los meses de abril a junio, los meses de agosto y septiembre registran caídas de 0,2% en cada caso.

3.- Los datos sobre la inversión bruta fija confirman la "L" o la posible "W". El mismo documento confirma la debilidad en el proceso de inversión así, señala: "A lo largo de la fase recesiva que experimentó nuestra economía durante 2001, la formación bruta de capital fijo fue la variable de la demanda agregada interna sobre la que recayó la mayor parte del ajuste cíclico". Los datos del INEGI señalan que tras una fuerte caída de la inversión en el primer trimestre y una recuperación en abril y mayo, se sufre una nueva caída en junio y un repunte leve en julio. Mientras no haya una recuperación clara en la inversión es imposible que haya un repunte claro en el PIB.

4.- El documento establece que: "la división que sufrió la contracción más severa fue la de la maquila de exportación, cuya fase recesiva se extendió desde septiembre de 2000 hasta marzo de 20002". Esto es válido y hay que agregar que la causa más importante de la recesión de México proviene de la recesión de los EEUU. Sin embargo, hay que repetir como lo hemos hecho en "Así vamos...", que uno de los factores centrales de la caída de la maquila y de las exportaciones ha sido la sobre-valuación del peso que ha encarecido por factores meramente monetarios tanto la maquila como las exportaciones. Así, la política monetaria es también causa importante de la recesión en México. Además, la errónea política de sobre-valuación se mantiene, ya que se proyecta en promedio un tipo de cambio de 10,1 pesos por dólar. Hay que subrayar que en forma positiva, el mercado ya sobrepasó esta predicción.

5.- Para el año que viene se proyecta un crecimiento de 3%. Si se pudiese lograr esta meta sería un logro adecuado dado el entorno internacional deprimido. Pensamos sin embargo, que es una meta excesiva. Para alcanzar esta meta se requiere un repunte en la economía que no sólo no se ha dado sino que requiere un repunte claro en la economía de los EEUU, el cual también es ampliamente incierto y así lo reconoce el documento aludido. Los mejores analistas prevén un crecimiento lento en EEUU y no eliminan las posibilidades de una "W".

Si no se cumplen las previsiones del 3% de crecimiento, tampoco se cumplirán las correspondientes a la recaudación de fondos y los ajustes producto de las malas anticipaciones económicas los sentiremos con rapidez y con las consecuencias negativas del caso.


(*) Profesor Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.



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