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1 de mayo del 2002 |
Venezuela: Entrevista con García Ponce «No tenemos relación con el FMI ni queremos tenerla»
Pablo Stefanoni
A pocos días del frustrado golpe de Estado contra el orden constitucional venezolano, el dirigente del Comando Político de la Revolución viajó a Buenos Aires donde brindó varias conferencias sobre la actual coyuntura venezolana y mantuvo un diálogo con La Arena/La Insignia. García Ponce tiene una larga trayectoria en la política y el periodismo venezolano y participó como miembro de la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Constitución Bolivariana en 1999.
-¿De qué manera participó EE.UU. en el armado del golpe contra Chávez? -El gobierno está llevando a cabo una investigación para establecer cómo fueron los hechos y quiénes participaron del golpe de Estado que usurpó durante varias horas el poder. También en el Parlamento venezolano se conformó en estos días una comisión denominada "Comisión de la Verdad" que va a desarrollar una investigación similar. Recientemente he leído un artículo en el New York Times donde se hacen afirmaciones y comentarios acerca del financiamiento por parte de una fundación estadounidense de actividades conspirativas en Venezuela. Hay también una reacción generalizada en medios europeos -que también he leído- en la dirección de que el gobierno norteamericano debe dar una explicación a la comunidad internacional y a Venezuela sobre su participación en el golpe de Estado. ¿Cuáles son los hechos? Por supuesto muchos de los autores del complot están cubiertos por el secreto que forma parte de la investigación de estos acontecimientos, pero hay elementos que no pueden ocultarse. Primer elemento: durante meses altos funcionarios del Departamento de Estado y también el Comandante del Comando Sur del Ejército estadounidense estuvieron haciendo declaraciones hostiles contra el presidente Chávez. Declaraciones que sin duda alguna no estaban dirigidas a fortalecer al gobierno constitucional sino que tenían otros objetivos. Ese es un primer elemento, es decir que durante meses el gobierno norteamericano se ha caracterizado por una actitud agresiva, injustificadamente agresiva, contra el Presidente de Venezuela. Segundo hecho: durante meses y de una manera sistemática y persistente el Departamento de Estado ha dado audiencias y ha recibido a numerosos extremistas de derecha que en Venezuela estaban conspirando contra Chávez. Incluso el Departamento de Estado, en una ocasión hizo llamar a sus despachos al General Lucas Rincón -Inspector General de las Fuerzas Armadas Venezolanas, para ejercer presión sobre el Alto Mando Militar venezolano en contra del presidente Chávez. Los propios altos funcionarios del gobierno norteamericano han admitido estas reuniones -que se llevaron a cabo en Washington- reconociendo que en ellas participaron, conjuntamente o por separado, los representantes de la cúpula empresarial, de la cúpula sindical de Acción Democrática, los líderes de los diversos partidos que participaron de la conspiración -Acción Democrática, Primero Justicia, COPEI- y algunos otros sectores vinculados al golpe. ¿Y qué se discutía en esas reuniones? Nosotros sólo tenemos conocimiento a partir de las explicaciones que han dado los propios funcionarios norteamericanos. Ellos dicen que en esas reuniones el Departamento de Estado trató de persuadir a los líderes extremistas de que no hicieran ningún intento de derrocar a Chávez mediante la violencia. Pero esta confesión de las autoridades norteamericanas son suficientes pruebas de que en esas reuniones se planteó la salida de Chávez del poder mediante una conspiración. Mientras que esta información privilegiada que tenía el Departamento de Estado se la reservó el gobierno norteamericano. En este momento todavía está por determinarse hasta qué punto las autoridades norteamericanas estuvieron comprometidas en las actividades previas al golpe de Estado. El tercer hecho ha sido puesto en evidencia por el New York Times, cuando pone en descubierto las donaciones de esta fundación que he mencionado, que suministraban grandes cantidades de dólares a personajes comprometidos en la conspiración contra Chávez. De tal modo que todo parece indicar que el gobierno norteamericano le debe una explicación a la comunidad internacional de hasta dónde se violó la Carta Democrática de Washington firmada por todos los presidentes, hasta dónde se violó la soberanía venezolana, el Estado de derecho, el orden constitucional en los sucesos del 11 al 13 de abril. -¿Hasta dónde piensa que influyó la negativa de Venezuela de participar del Plan Colombia -negando por ejemplo la utilización de su espacio aéreo- en las actividades conspirativas desarrolladas por Washington? -Los círculos norteamericanos no han ocultado su interés en que Venezuela participe de la guerra civil en Colombia cooperando en la guerra al lado del gobierno de Pastrana, en contra de la guerrilla colombiana. El gobierno venezolano ha rechazado sistemáticamente esas presiones y ha señalado que su único interés en relación al conflicto Colombiano es la paz y ha ofrecido sus buenos oficios para cualquier iniciativa por la paz. Es conocido que en el curso de los hechos que conmovieron a Venezuela, altas autoridades del gobierno Colombiano hicieron declaraciones a favor de los golpistas. Si duda alguna la presión que se ha ejercido sobre el gobierno venezolano está dirigida a usar su territorio como una base para realizar acciones armadas contra la guerrilla colombiana. Pero Venezuela siempre ha sostenido la no injerencia en el conflicto colombiano, y ha mantenido una política a favor de la paz y la convivencia entre los colombianos. Queremos una frontera de paz, no una frontera de guerra. -¿Cómo afecta a Venezuela el hecho de ser unos de los mayores exportadores de petróleo a EE.UU.? -Venezuela ha reiterado en varias oportunidades su disposición a mantener con EE.UU. una relación de entendimiento, unas relaciones diplomáticas en el marco del derecho internacional y ha insistido repetidas veces en que es una fuente segura de petróleo para EE.UU. En ningún momento hemos pensado en variar ese hecho, en la medida en que EE.UU. es el mayor cliente para el petróleo de Venezuela. También es bien conocido que hay gente en Venezuela -aliada a poderosos intereses transnacionales- que siempre ha perseguido la idea de privatizar PDVSA -Petróleos de Venezuela- porque la industria petrolera representa un gran negocio, lo que nosotros llamamos el "lomito" de la economía venezolana. Nosotros nos hemos opuesto a la privatización de PDVSA, hemos defendido siempre la OPEP para defender los precios. Hemos defendido la política de precios justos para el petróleo y todo esto ha encontrado adversarios en EE.UU. y en el propio seno de la sociedad venezolana. De manera que todo indica que en esta conspiración jugó un papel importante el petróleo de Venezuela. Por una parte la gente interesada en privatizar a PDVSA, y por la otra, la gente interesada en que Venezuela rompa con la OPEP y se produzca una caída en picada de los precios del petróleo, con lo cual se beneficiarían los grandes países industrializados. Yo creo que el petróleo ha sido y sigue siendo una línea de conflicto entre quienes quieren comprar petróleo barato, para lo cual quieren apoderarse de la industria petrolera, y quienes -como el presidente Chávez- quieren que el petróleo siga siendo venezolano y que los precios se mantengan en un nivel razonablemente justo para que nuestro país pueda obtener una segura fuente de financiamiento de sus programas sociales. -Con relación a esto último, algunos analistas sostienen que el gobierno de Chávez no ha modificado esta situación de dependencia de la renta petrolera ¿hay proyectos de reforma estructural de la economía venezolana para reducir esta dependencia y posibilitar un proceso de inclusión social? -Desgraciadamente nosotros seguimos siendo un país rentista, no un país productivo. Esta es una calamidad, una desgracia, una deformación que pesa sobre nuestro país desde hace muchísimos años. Entre la herencia que ha recibido el gobierno de Chávez, además de un 80% de pobreza, además de una deuda colosal, de un país arruinado desde el punto de vista industrial y agrícola, ha recibido también un país rentista. De eso somos conscientes y precisamente una de las metas de la Revolución Bolivariana es convertirnos en un país productivo. Y en esa dirección se están ejecutando grandes planes de transformación del país. Uno de esos planes tiene que ver con lo que llamamos el eje Orinoco-Apure, que consiste en la transformación de una región excluida toda la vida de la economía del país, en un emporio industrial y agropecuario que permita desarrollar los planes de independizar a nuestro país de la renta petrolera. Otro objetivo de la planificación es el establecimiento de otras fuentes de riqueza en la región situada en el oriente del país. Allí se están promoviendo plantas de transformación del petróleo para dejar de ser un país exportador de materias primas y convertirnos en exportadores de derivados del petróleo. Somos conscientes de la necesidad de transformar el país. Estamos desarrollando ambiciosos planes en la pequeña y mediana industria. Queremos transformarnos en un país que no dependa del petróleo, eso es un proyecto nacional. Desarrollarnos a través de la diversificación de la economía, a través del uso del petróleo como fuente de derivados para la industria química, la industria petroquímica. Creemos que podemos explorar en el futuro otras fuentes de recursos que están vinculados a elevar las potencialidades de nuestra agricultura, de nuestra industria. Hemos tomado lo que nosotros llamamos "rubros bandera", cuatro o cinco productos de la agricultura para acentuar su producción, y los planes van más allá. Pero esos son planes que requieren primero hacer las transformaciones políticas, porque no podemos desarrollar esos planes en el marco de las viejas instituciones, en el marco del viejo poder político. Primero teníamos que transformar políticamente el país. Teníamos que arrancarle el poder a los viejos dominios de la política y eso lo hemos hecho. Después hemos comenzado a dotar al país de un nuevo marco institucional y legal para poder afincar esas transformaciones, eso también lo hemos logrado. Ahora viene el período de desarrollar la Constitución a través de un conjunto de leyes. Ya hemos hecho la ley de tierras, la ley de pesca, la ley de hidrocarburos, la ley de electrificación. Una serie de leyes para permitir el desarrollo económico. Pero ese proceso en tres años no es posible, con la herencia tan pesada que hemos recibido no es posible transformar el país en ese tiempo, es un reto que requiere un período muy prolongado. El propio presidente ha señalado que se requerirán más de veinte años para que comience a verse la transformación de Venezuela. -¿Hasta donde pretenden llegar con las transformaciones, hay detrás de estas medidas un proyecto de avanzar más allá del capitalismo? -El programa que guía todas estas transformaciones es la Constitución Bolivariana. En el marco de la Constitución se establecen varios modelos económicos. Se establece primero el desarrollo normal del capitalismo, nuestra Constitución no es anti-capitalista. Pero al lado de las formas de propiedad capitalista, se desarrollan las formas de propiedad del Estado, de la propiedad cooperativa, otras formas distintas a la exclusivamente capitalista. Pero además debemos agregar que nosotros concebimos nuestro desarrollo económico dentro de una formulación que es bien conocida: "tanto mercado como sea necesario, tanto Estado también como sea necesario". De ninguna forma queremos ser un país en el que las leyes del mercado se desarrollen en forma salvaje y ocurra lo que ha ocurrido en otros países. Ese desarrollo salvaje del mercado condujo a la ruina, a la pobreza, al desastre económico. No vamos a ser víctimas de un capitalismo de tipo salvaje pero tampoco nos negamos a las iniciativas de tipo capitalista y a la inversión extranjera, en el marco de la Constitución. De tal manera que siempre hemos hecho invitaciones a la inversión, tenemos leyes que protegen a la inversión extranjera. En Venezuela no hay ninguna regulación de capitales, más allá de las normales. No existe ninguna regulación de precios, es decir no existen regulaciones en la economía. Y esto ocurre por primera vez, porque antes, los gobiernos democráticos muchas veces suspendían las garantías económicas. -¿En qué consisten las transformaciones en el campo venezolano, a partir de la ley de tierras? -El problema principal del campo venezolano es la existencia de grandes extensiones de tierra sin producción, es un mal que viene desde hace muchos años. Se desarrollaban grandes extensiones territoriales, latifundios que no cumplían ninguna función social. Pero además de eso tenemos el gravísimo problema de un gran atraso en nuestra ganadería y también en nuestra agricultura. Tenemos el problema de la concentración de la tierra en pocas manos, el abandono del campo, y una ausencia de ordenamiento territorial. Así hay un conjunto de problemas que han impedido el desarrollo del campo venezolano. Ha habido abandono, negligencia, en los gobiernos del pasado ¿Qué estamos haciendo? Hemos impulsado la ley de tierras cuyo objeto es hacer productivo el campo, revisar la tenencia de tierra ociosa, impulsar -a través de las cooperativas- los lazos entre los campesinos, dotar a los campesinos de tierras. Todo un programa de modernización del campo venezolano, en ese sentido estamos trabajando. -¿Uds. mantienen algún tipo de diálogo con el Fondo Monetario Internacional? -En absoluto, nosotros no tenemos relación con el Fondo Monetario, ni queremos tenerla ni la tendremos. No necesitamos del diálogo con el Fondo. -¿Luego del fracaso del golpe se puede esperar un gobierno más conciliador o una mayor radicalización de las reformas? -El gobierno va a seguir su camino, sus reformas por etapas. En este momento hemos colocado como prioridad la cosa económica. El problema de los golpistas está en manos de los tribunales, en manos de la Justicia Militar y del Tribunal Supremo de Justicia. A pesar de lo criminal de la actividad de los golpistas no se los ha humillado ni se los ha vejado, se han respetado todos sus derechos. Incluso le puedo decir que en este momento están hasta en su casa (con arresto domiciliario), ni siquiera están en una prisión. Hasta tanto la Fiscalía General haga la acusación formal. El gobierno ni va a conciliar ni tampoco va a radicalizar su política. ¿Qué es el Comando Político de la Revolución? -El comando político de la revolución no forma parte del gobierno y no es un órgano del Estado, es una organización que pertenece al campo de la política. Su función es unir a las fuerzas políticas que apoyan a la Revolución Bolivariana. El Comando está dirigido por el presidente Chávez, yo soy el jefe del órgano ejecutivo que es el Directorio, pero él es el Comandante general del Comando de la Revolución. Del Comando forman parte 5 ministros -que representan al gobierno, parlamentarios, gobernadores, alcaldes y una representación de todos los partidos políticos que apoyan al presidente Chávez. Además están representados los indígenas, las mujeres, los trabajadores, los jóvenes. En total tiene 41 miembros. Luego tiene un directorio más reducido que es el que hace el trabajo diario de dirección. El Comando Político dirige la organización de los Círculos Bolivarianos que es la organización base del pueblo, que moviliza a la población en defensa de la Constitución, hace labores en beneficio de los vecinos, de solidaridad. Son organizaciones de participación voluntaria que siguen la tradición venezolana de las juntas de vecinos, pero le suman a la tarea social las labores políticas. Ahora pudimos ver su eficacia cuando reunieron al pueblo para "sitiar" los cuarteles en defensa de la Constitución y contribuyeron decididamente a la derrota del golpe. |
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