El silencio de los medios

Caracas.-A diferencia del jueves, cuando dieron completa cobertura a los sucesos que culminaron con el derrocamiento de Hugo Chávez, las televisoras privadas de Venezuela no transmitían este sábado información sobre los disturbios, manifestaciones y descontentos mililitares que se registraban en esta capital y el resto del país.

No había noticias sobre los saqueos que ya habían iniciado el viernes. Tampoco sobre la primera señal de desacato al régimen golpista presidido brevemente por Pedro Carmona, por parte de la brigada de paracaidistas de Maracay, a 80 kilómetros al oeste, donde también opera la principal base aérea militar de la nación y otra división blindada del ejército.

Igualmente, no dieron cuenta de cuando miles de simpatizantes de Chávez comenzaron a concentrarse frente al Palacio de Miraflores, que había abandonado Carmona para refugiarse en la principal fortaleza militar de Caracas.

Ninguno de estos hechos fueron reportados por las televisoras, cuyas transmisiones en directo fueron decisivas durante el derrocamiento de Chávez el jueves. Ese día, los medios televisivos se rebelaron contra la disposición del gobierno de acatar una cadena nacional del mandatario por radio y televisión, mientras se producían violentos incidentes y disparos.

En esa ocasión, las televisoras privadas partieron las imágenes de sus pantallas en dos, viéndose a Chávez de un lado y los disturbios del otro, e incluso, silenciaron al canal estatal, único contacto del presidente con el exterior. Entonces, el mandatario ordenó la interrupción de señal de los canales privados.

Este sábado, al atardecer, varios medios (RCTV, Venevisión y Globovisión) comenzaron a ser rodeados por simpatizantes de Chávez, según informó El Universal en su edición on line.

Cerca de las 9 de la noche, el canal oficial 8 salió al aire anunciando que un gobierno a cargo de funcionarios chavistas entraba en funciones.

El Universal denunció, por otro lado, que su sede debió ser evacuada ante la ausencia de organismos de seguridad que custodiaran las instalaciones, mientras "cientos de manifestantes simpatizantes del mandatario marchaban hacia el Palacio de Miraflores. Los seguidores del gobierno golpista tenían entre sus consignas amenazas contra El Universal".

"Hasta que se garantice la absoluta seguridad de los empleados, es posible que mañana no circule el diario que recién cumplió 93 años en la calle", advirtió el artículo difundido en su edición de Internet.