No al golpe oligárquico: Comunicado de la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela (CUTV).

Se le ha propinado un golpe fascistoide a la democracia venezolana. La pretendida apariencia democrática de la acción puchista no puede engañar a nadie medianamente razonable, a pesar de la avalancha de información unilateral, elaborada con predeterminación y engañosa alevosía.

Los sucesos violentos del día jueves 11, la originaron quienes desviaron la marcha de la oposición (cuyo destino programado era la sede de PDVSA en Chuao) hacia el Palacio de Miraflores, siendo esto una terrible provocación. Evidentemente, los lideres de la contrarrevolución deseaban la confrontación, la buscaron y la encontraron. Además, entre los manifestantes de la oposición había personas armadas vestidas de civil (policías municipales de tres alcaldías de la oposición, incluyendo la Alcaldía Mayor), quienes abrieron fuego contra los simpatizantes chavistas reunidos frente a Miraflores, igualmente se encontraban apostados francotiradores en edificios adyacentes, quienes asesinaron e hirieron, tanto a chavistas como a antichavistas. Los resultados: más de 20 muertos (siendo la mayoría militantes del chavismo) y cientos de heridos de ambos bandos. Otro resultado es la manipulación informativa de los hechos, a objeto de hacer creer que los círculos bolivarianos fueron los que provocaron la violencia y asesinaron cobardemente a unos “inocentes y desarmados manifestantes” de la oposición.

El objetivo de los jefes de la contra era terminar con Chávez a como diera lugar ese mismo día y lo lograron (por ahora). Lo lograron, por que tenían un plan bien estructurado y financiado, en el que sin duda están las manos de la CIA norteamericana. La premeditación queda al descubierto, por ejemplo, cuando el diario El Nacional en un extra de ese día, tituló "La batalla final es en Miraflores". Lamentablemente en la ejecución de dicho plan estaban comprometidos altos oficiales de la Fuerza Armada, quienes traicionaron a su Comandante en Jefe y a la patria. Pero por si fuera poco, se produjo la detención, secuestro y aislamiento del Presidente Chávez, quien no renunció ni ha renunciado a su cargo.

Posteriormente, sucedió la autoproclamación inconstitucional de un presidente y una junta de factos, quienes se abrogan la atribución absurda de decidir que la Constitución Bolivariana, aprobada en Referéndum Popular, ya no se aplica (salvo en lo que a ellos les convenga), disuelven a la Asamblea Nacional, destituyen a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, al Fiscal General, al Procurador, al Contralor, al Defensor del Pueblo. Por cierto, la misma noche del día 11 de abril se inició una cacería humana sin precedentes en la historia política del país, algo digno de los peores tiempos del nazi-fascismo: allanamientos ilegales, detenciones de parlamentarios y gobernadores electos democráticamente, agresiones físicas y morales, asesinatos a la sombra de la impunidad... pero además, control férreo y absoluto de la información, con censura y selección-edición del material informativo (violando el derecho a la información veraz y a la libertad de expresión). ¿Quién es realmente el dictador: el gobierno bolivariano de Chávez o este gobierno de facto?

Llama la atención que el autoproclamado “Presidente de la República”, es el presidente de la organización de los patronos, FEDECAMARAS, quien se caracteriza por obstaculizar la aprobación de aumentos saláriales y por su empeño en flexibilizar o disminuir derechos laborales, por cierto para esto también ha contado - y de seguro contará - con la complicidad y la complacencia del sindicalismo reaccionario expresado en la cúpula ilegitima de la CTV.

Estimados compañeros, los llamamos a condenar enérgicamente la interrupción del proceso democrático en nuestro país y la usurpación del poder, por parte de una camarilla fascistoide ávida de imponer su concepción autoritaria, excluyente y abiertamente antidemocrática, aun a costa del crimen y el atropello a las libertades ciudadanas. Nuestro pueblo está herido pero su esperanza bolivariana sigue viva, vienen horas y días de duros combates. Requerimos urgente solidaridad.

Pedro Eusse

Secretario General de la CUTV
13 de abril del 2002