Arnaldo Pérez Guerra: Chile: El muro de la vergüenza

La polémica desatada por la alcaldesa de Lo Barnechea, Marta Elhers Bustamante (RN), y el muro que pretende construir, no ha terminado.

El argumento para separar a las dos poblaciones, es que una de ellas es un foco de delincuencia, prostitución y tráfico de drogas. "El muro terminará con la delincuencia", señaló. Marta Elhers se escuda tras los vecinos de Escribá de Balaguer que, dice, le habrían solicitado su construcción. Estos la han desmentido.

Conversamos con Jorge Cantillana, presidente de la Junta de Vecinos La Ermita de San Antonio II. Viven a una cuadra de Las Condes y necesitan un acceso a esa avenida. Llevan poco más de un año en el lugar. "La municipalidad comenzó a construir un muro. Consultamos el 20 de marzo y se nos dijo que se hacía para 'acabar con el tránsito de delincuentes hacia Av. Las Condes'. Pero somos nosotros los que transitamos por ahí. Eso es lo que nos ha molestado más, que nos traten de delincuentes. Ese muro nos discrimina, al igual que la alcaldesa".

El muro se construye con fondos municipales. Más de alguien piensa que en esto hay un "negocio". A los vecinos no se les ha informado siquiera el nombre de la empresa constructora. Tendrá más de 3 metros de altura y, por lo menos, unas dos cuadras de largo. En la Ermita I y II viven unas 900 familias. Según los vecinos, el único que está de acuerdo con el muro es el dirigente de la Ermita I, Juan Vargas, protegido de la alcaldesa. "Los vecinos de Escribá nos dicen que ellos no pidieron un muro, sí una solución a la delincuencia. La alcaldesa se escuda en que ellos lo solicitaron. Los trabajos están paralizados. Juan Vargas incluso ha tratado de agredirnos".

Todos los vecinos se oponen al muro pues encuentran vergonzoso que se los discrimine. Exigen se construya un acceso vehicular, veredas, escalas con pasamanos y buena iluminación, en reemplazo del muro. "Si se construye, vamos a quedar aislados, sin accesos a Las Condes, y eso nos discrimina. Además nos tratan de delincuentes", señalan.

"Las familias de la Ermita II somos las afectadas directamente. Marta Elhers nos tildó a todos de delincuentes. Eso nos molesta. Denigró a nuestros hijos y mujeres", señala Jorge Cantillana.

Los vecinos necesitan escalas peatonales con pasamanos debido al desnivel -8 a 10 metros- entre su población y la calle Escribá de Balaguer. "Eso lo pedimos hace mucho. La alcaldesa, después de toda la polémica, se flexibilizó un poco pero todavía le falta más. El sitio eriazo es un verdadero basural, allí pedimos un parque, multicanchas, caseta de vigilancia, luminarias, etc. El muro no es necesario. Ella dijo a la prensa que 'no se va a hacer si los vecinos no lo quieren' pero, por otro lado, sigue insistiendo para que se construya. No lo vamos a permitir. Es absurdo, en ningún lugar del mundo tapan la delincuencia con un muro. Exigimos que, de alguna forma, la alcaldesa limpie nuestro nombre. Si hay algún responsable aquí, que reconozca que es ella".

Gabriela Rojas, delegada de la Junta de Vecinos señala: "El muro no beneficia a nadie, incluso el capitán de la Comisaría de Lo Barnechea dijo que obstaculizaría la labor policial. Nos sentimos discriminados. No es posible que se sigan haciendo murallas para separar a la gente. Eso no soluciona los problemas. Nos quieren dejar encerrados, y no es justo. Somos personas y tenemos derechos". El que la propia alcaldesa los tratara de delincuentes, drogadictos y prostitutas, le parece el colmo. "Le están causando daño a los niños que se preguntan por qué se dice eso de ellos. La discriminación de las autoridades sólo servirá para que tengamos menos posibilidades de trabajo. En el programa El Termómetro, el propio alcalde de Recoleta -que también es de derecha- le dijo a la alcaldesa que 'reconociera que se había equivocado', que 'esta no era una forma de detener la delincuencia'".

En este momento los trabajos de construcción están detenidos, pero continúan allí los cimientos y la indignación.