18 de agosto del 2007
Jon Azcue se encontraba en su pueblo natal, Guetaria, en la región septentrional de la península ibérica; desde allí conversó con Sirel sobre Calvo. Tal vez marcado por la tradición de su pueblo (de donde también era oriundo Juan Sebastián Elcano, primer hombre en dar la vuelta al mundo) Jon estudió en la Escuela Superior de Náutica de Portugalete y es oficial de la Marina Mercante. Desde 1979 tuvo actividad sindical en el Sindicato Libre de la Marina Mercante, a la salida de la dictadura. Posteriormente todos los marinos se unificaron en la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO). Actualmente es controlador de Salvamento Marítimo en España y Responsable de Marina Mercante, Tráfico Interior y Salvamento Marítimo de esta Confederación. Desde 1986 asiste a las conferencias de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en representación de los trabajadores de España y en este momento trabaja intensamente en un aspecto fundamental: la aprobación del Convenio Refundido sobre Trabajo Marítimo. Su Internacional, la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) que tiene su sede en Londres, mantiene una unidad frente a "lo más pirata que ha existido hasta ahora, que son los barcos con banderas de conveniencia y que no es otra cosa que la explotación de los marinos".
-Al adherir a la campaña de la UITA, nos comunicas que Calvo es una compañía conocida para ITF ¿por qué?
-Hay un doble trabajo: por un lado, el de las federaciones agroalimentarias de Comisiones Obreras (CCOO) y de la Unión General de Trabajadores (UGT), que han llevado su solidaridad a los trabajadores afectados de El Salvador. Por otra parte (lo digo en nombre propio y en nombre de Jon Willow, responsable de ITF en Londres está nuestro esfuerzo para que se regulen también las condiciones de trabajo de las 11 embarcaciones que tiene Calvo en condiciones de banderas de conveniencia (entre barcos pesqueros y alguno mercante). No se trata solamente de buscar una solidaridad activa con los compañeros de El Salvador sino también tocar el otro negocio de Calvo que es la desregulación de su flota.
Hay miles de trabajadores en barcos con bandera de conveniencia y algunos barcos de El Salvador con bandera de El Salvador. Es curioso, pero le vienen bien porque el gobierno de El Salvador no mira jamás las condiciones de los trabajadores salvadoreños.
Por ello, iniciaremos una acción internacional, no solo desde España, porque trataremos de entrar en los barcos cuando atraquen en cualquier puerto, puede ser en Dinamarca, España o donde entren. La idea concreta es buscar una acción global desde ITF que no solo demuestre solidaridad de palabra con los trabajadores y las trabajadoras de El Salvador, sino una solidaridad activa porque solo así, obligando a Calvo a que también su personal de mar esté en condiciones dignas, estaremos haciendo un acto sindical serio contra la explotación que lleva adelante esta transnacional.
-Nos has dicho también que Calvo es una compañía que gana mucho dinero con el atún ¿Cuál es la situación actual? ¿No hay mejoras para los trabajadores y trabajadoras?
-No. Hay un enriquecimiento familiar importante mientras, con una nueva gerencia desde hace un año y medio, se han agudizado varios problemas en la condición laboral de los trabajadores.
En cualquier caso, no hay una inversión gratuita. Calvo no llegó a El Salvador a poner industrias por solidaridad, se trata de una globalización en sí, que no busca el camino de la regulación (única forma de que la globalización sea justa). La globalización de Calvo consiste en tener banderas de conveniencia, las banderas que le conviene para tener trabajadores en la mar sin condiciones reguladas. Y lo mismo hace con respecto al resto de los trabajadores. Lo que no va a poder hacer en sus fábricas en Europa, donde no intenta explotar o sobreexplotar, lo hace mediante su globalización. Su objetivo es salir a buscar mano de obra barata, no llevar mejores condiciones ni repercusiones para el bienestar de los trabajadores ni de los países a donde va.
Está claro que nuestra pelea sindical es conjunta, agroalimentación y nosotros, UITA e ITF, y entre todos buscaremos la regulación contra la explotación y contra esta globalización donde los trabajadores no tienen ningún derecho.
-¿Cómo actúa Calvo con los trabajadores del mar?
-La actividad que realiza con los barcos está dirigida solamente a poder pescar, y la bandera que coloca a la popa es el baluarte más importante para hacerlo. Por ejemplo, si tiene barcos en el Pacífico usa bandera de las Islas Caimán, en el Atlántico coloca otras banderas. En este conflicto actual, tiene barcos con banderas de El Salvador, pero no le interesa la regulación. Contrata tripulantes de los países que más le conviene, por ejemplo, muchos senegaleses y solo algún que otro español como patrón o maquinista.
Esto está vinculado a poder pescar y a que las condiciones de sus trabajadores no las conozca nadie. ¿Qué le viene a favor? Los puertos que toca. Si sus barcos tocasen puerto español podríamos controlarlos. La importancia de los convenios marítimos y de pesca es que exista cierta regulación y que los estados donde los barcos entran a puerto, puedan controlar no solamente las condiciones técnicas sino también las laborales.
Nosotros vamos a estar atentos para saber dónde están los buques e intentar que cumplan la legislación, aunque use estas banderas piratas o de conveniencia, seguiremos luchando. Tenemos que confiar en nuestra Internacional, si Calvo es fuerte, nuestra Internacional también lo es. En la mayoría de los países tenemos inspectores de ITF para que Calvo no se salga con la suya y dificultar las posibilidades de que esta empresa continúe con la explotación.
-¿Qué mensaje envías a los compañeros de Calvo en El Salvador?
-Que sepan que desde CCOO y sé que también de UGT, nuestra solidaridad no está basada en palabras bonitas. Es cierto que estamos citando a Calvo a una reunión el mes próximo, pero lo más importante es que no ofrecemos palabras, sino la solidaridad real del mundo del trabajo y de los trabajadores con una apuesta firme, porque Calvo no solamente está explotando a los trabajadores de El Salvador y nuestro problema no es solo lo que pasa en los barcos.
Somos activos y queremos que Calvo entienda, que desista de su beligerancia hacia los trabajadores y trabajadoras de El Salvador, porque se va a enfrentar a una pelea constante con la ITF. Nuestro convencimiento es que estamos con ellos en la actividad sindical, no en las palabras. Esta pelea es de todos, tanto de ellos como nuestra.