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4 de agosto del 2006 |
Paul Medrano
Después de que el mundo se rindiera a sus pies por su primer disco, La revancha del tango (2001), el trío argentino-holandés Gotan Project regresa con su nueva placa bajo el brazo y de la cual ya se habla por todas partes. Se trata de Lunático, una producción grabada en París y Buenos Aires, en el que Philippe Cohen, Christoph H. Muller y Eduardo Makaroff, reafirman su investidura como creadores y máximos exponentes del tango electrónico.
Sin embargo, en esta entrega de 12 cortes, la agrupación que cautivó a miles de melómanos terrícolas, abusa menos de los subgéneros electrónicos a los que nos tiene acostumbrados (dub, downtempo, jazzhouse) y se hacen más notorios los instrumentos acústicos (guitarra, percusiones, contrabajo, piano y un conjunto de cuerdas). También echa mano de tango, milongas y chacareras para entremezclarlos con precisos beats, logrando un resultado incluso musicalmente superior a su archiconocido debut, que vendió más un millón de copias. "Este es un disco que está hecho un poco más para escuchar, aunque también hay algunas piezas bailables. Es un viaje donde se notan más las diferencias entre tema y tema. La electrónica sigue estando presente, pero de forma menos evidente", dijo Makaroff en una entrevista. Gotan Project ha extraído el título de su nuevo disco, Lunático, del nombre del caballo de carreras que tuvo durante los años treinta el máximo exponente del tango, Carlos Gardel: "El término significa que cambia de humor con la luna, y en este trabajo estuvimos un poco mas lunáticos porque es como un paseo por diferentes estados de ánimo", aseguró. Lunático también es la canción número cinco del disco, una de las más electrónicas y bailables, en la que un bandoneón anuncia una deliciosa milonga que paulatinamente se transforma en una base de house. Destaca la participación de Cristina Villalonga en algunas de las composiciones del álbum, entre ellas Diferente, Celos y la que abre el disco, Amor porteño, un tema lento y delicado en la que también participa el grupo de folk country, Calexico, que desborda nostalgia, tristeza y nos prepara para el resto de la producción. En la segunda pieza, Notas, la voz de otro invitado, Jimi Santos, recita un poema gauchesco inspirado en la conquista, la milonga, el mate, la cruza cultural y el mestizaje, sobre una plataforma electrónica que funde cuerdas y bandoneón. El piano de Gustavo Beytelmann, leyenda vida del tango contemporáneo, se deja oír sutilmente en Celos logrando un sonido cabaretero y decadente en el que la voz de Cristina Villalonga impone un sentimiento desalentado y recogido. Apolo Novax y Chili Parker aportan su voz para conseguir una extraña mezcla de tango rap en Mi confesión, tema que se trabajaron vía Internet. Cierra el álbum Paris, Texas, banda sonora de la película de Wim Wenders. Entre los invitados también están Nini Flores, tocando parte del bandoneón; Patrice Caratini, haciéndose cargo del bajo, y Juan Carlos Cáceres, un reconocido innovador del tango. La percusión, a cargo de Facundo Guevara, proporciona el sonido profundo y lento de los tambores chacareros, acompañada del serpenteo de la guitarra acústica y el siempre acertado piano de Beytelmann en la totalidad del álbum. En sus doce cortes, Lunático hace referencias a la capital argentina, no sólo, obviamente, de manera directa por el sonido tanguero, sino también por la letra de cada uno de los temas: escenarios, calles, personas y plazas porteñas son referidas en infinidad de ocasiones. "El nuevo disco profundiza en el universo del tango y el folclor argentino, un mundo muy rico que no fue totalmente explorado en el primero, hecho para la pista de baile, los pinchadiscos y la escena musical alternativa", dijo Makaroff. Y en efecto, en La revancha del tango la agrupación transitó por "las orillas de ese océano que es el tango", mientras que en Lunático se sumergen en ese océano hasta llegar al fondo. No es casualidad que, a dos meses de haberse editado, muchos consideren que Lunático es superior a su producción debut. Tampoco es casualidad que Gotan Project haya sembrado la semilla de la cual han nacido algunas variantes del tango electrónico, también conocido como tango fusión, tecnotango o tangotrónica, cultivadas por otras bandas argentinas como Narcotango, Otros Aires, Ultratango, Tango Crash, San Telmo Lounge, Yira, Tanghetto y Malevo Sound Project. En Argentina, el tango ha pasado a ser un lenguaje de los jóvenes y son ellos los que están recuperando sus orígenes, lo cual indica, en pocas palabras, renovación del género. |
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