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8 de noviembre del 2005 |
Rocío Silva Santisteban
En una maniobra política cargada de ambigüedad y astucia, pero también provocación y despropósito, el prófugo de la justicia peruana y responsable de crímenes contra los derechos humanos Alberto Fujimori Fujimori, llegó el domingo a Chile inesperadamente. La oficina de la Interpol local comunicó al gobierno peruano que Fujimori se encontraba en suelo chileno y que se requería de un pedido expreso al poder judicial para poder actuar. Luego de rápidas articulaciones entre los ministerios de relaciones exteriores y la judicatura chilena, Lima envió un pedido oficial para que fuera arrestado. Eso fue lo que sucedió a las 11.30 pm, hora de Santiago: los carabineros del barrio de Las Condes detuvieron al ex presidente peruano en su cuarto del hotel Marriot y de inmediato lo trasladaron a la Escuela de Investigaciones Policiales, aunque ahora se encuentra en la Escuela de Gendarmería. No podrá salir de territorio chileno hasta que no se defina su extradición al Perú.
Fujimori llegó a Santiago en un momento en que las relaciones peruano-chilenas se encontraban en plena tensión debido a los problemas por la delimitación de la frontera marítima. Durante la Cumbre de las Américas de Mar de Plata, y a pesar de que ambos presidentes, Lagos y Toledo, evitaron coincidir en espacio alguno, las tensiones se suavizaron por el reconocimiento de ambos de poder asistir a tribunales internacionales para salir de dicha situación. La presencia de Fujimori en Chile ha sido, durante las primeras horas, una papa caliente para el gobierno de Ricardo Lagos que, felizmente, tuvo una reacción inmediata. La candidata del Partido Socialista, Michele Bachelet, manifestó ante las cámaras de televisión su profunda preocupación y su sorpresa: "los chilenos nos preguntamos a qué ha venido". Por su parte, el canciller chileno Ignacio Walter sostuvo que el viaje de Fujimori a Chile "ha sido imprudente e irresponsable, por haber venido en la semana más tensa que hemos tenido con Perú en la última década". La aparición de Fujimori en Santiago se produce en plena campaña electoral para las elecciones generales peruanas de abril próximo. Fujimori envió un mensaje oficial a través de su vocero, "Fujiprensa", en el que sostenía que su escala en Chile formaba parte de un proyecto de regresar al Perú para presentarse a las elecciones. Según las diferentes encuestas, el porcentaje que obtiene el ex mandatario es más alto que otros candidatos. No obstante, si la intención de Alberto Fujimori era presentarse a las elecciones, la pregunta es por qué no vino de frente al Perú. Por supuesto, se trataba de una maniobra política agresiva y provocadora cuya finalidad ha podido ser la desestabilización del proceso electoral peruano. El gobierno del presidente Lagos no se dejó sorprender y actuó conforme a ley. Los voceros oficiales del partido de Fujimori, "Sí cumple", no han reconocido que se trata de un arresto o detención. Carlos Raffo, uno de ellos, sostiene que "lo que sabemos es que hay una orden de arraigo preventivo. No tenemos ninguna información oficial que confirme la detención del ingeniero Fujimori. Mientras tanto, no vamos a hacer ningún comentario al respecto". Lo cierto es que las cámaras de la televisión chilena han captado a Alberto Fujimori en un auto de la Interpol siendo conducido a la Escuela de Investigaciones Policiales. Durante el trayecto, Fujimori se tapaba la cara con la mano izquierda. Los fujimoristas de Lima se abstuvieron de hacer comentarios, pero no de provocar con sus maneras autoritarias. En la noche de ayer, lunes, un grupo de simpatizantes del ex presidente se enfrentó a golpes con un grupo de manifestantes de la Central General de Trabajadores del Perú (CGTP) frente a la sede diplomática chilena. Mientras tanto, los abogados en Chile del ex mandatario piden su libertad provisional. Fujimori salió del Perú el 13 de noviembre de 2000 a la cumbre presidencial en Brunei, cargado de 34 maletas. No regresó a Lima sino que se dirigió a Tokio, desde donde renunció a la presidencia de la República por fax. El Congreso peruano no aceptó la renuncia y decidió dejar vacante el cargo por incapacidad moral. El presidente del Congreso de ese entonces, Valentín Paniagua, fue proclamado presidente del Perú y empezó al proceso de retorno a la democracia. La caída de Vladimiro Montesinos, principal artífice de la red de corrupción de los años 1990 y 2000, dejó en claro que Alberto Fujimori podría estar involucrado en varios delitos. Por lo pronto, existen veintiuna denuncias de arresto en su contra por otros tantos procesos, que engloban desde lesa humanidad hasta intercepción de conversaciones telefónicas. |
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