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La insignia
25 de julio del 2005


¿Qué es ser periodista digital?


Jimmy Carrillo
Agencia Perú, julio del 2004.


Además de ser fumador empedernido, Pedro de Alzaga gusta de descubrir nuevos sitios de noticias en la web y bajarse programas de software libre por Internet, con el fin de encontrarles alguna utilidad para su profesión: editor periodístico de un medio digital. Y es que De Alzaga se desempeña como periodista digital desde los tiempos en que Internet era una palabra que no figuraba en los diccionarios. Ha trabajado como editor en las versiones digitales de El País y El Mundo, y actualmente es jefe de sección de Prisacom, empresa que pone en marcha las ediciones digitales de los medios del grupo Prisa (El País, Cadena Ser, Cinco Días, Diario As).

Esta conversación se realizo hace una semana, cuando pasó por Lima para dictar conferencias sobre periodismo digital, invitado por el Centro Cultural de España y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


-¿Qué conceptos debe manejar un periodista digital?

-De momento, el principal concepto que debe manejar un periodista digital es la 'capacidad de reciclaje'. Es decir: ser una persona de mente abierta y no asustarse frente a herramientas nuevas. Por lo demás, debe ser un periodista tradicional y convencional. No hay ninguna diferencia.

-¿Cuál es la diferencia más grande entre un periodista digital y otro, por ejemplo, de un medio impreso?

-Existen muchas diferencias; de entrada, laborales. Un periodista digital por lo general cobra menos. En realidad está considerado como un periodista "de segunda". Por ejemplo, a la hora de sacar credenciales en el Congreso de España, los periodistas de medios impresos tienen más prioridad que los de medios digitales. Esa es una muestra de la aberración que se hace al periodismo digital.

Por otro lado, un periodista digital tiene una serie de características que lo hacen más propenso a desarrollar su trabajo aislado. Es una persona muy ligada a las agencias de noticias, y muy poco ligada a la calle. Ésa es para mí, una diferencia fundamental.

-Pese a todo lo que se ha desarrollado el periodismo digital últimamente.

-Claro. Aquí, el problema es el avance tecnológico en sí. La tecnología es algo maravilloso, y te permite informar mejor. Por ejemplo, yo puedo tomar una foto con la cámara que está en mi teléfono y mandarla a mi redacción. Eso es una maravilla. El problema es cuando la tecnología no se utiliza para informar mejor, sino para sustituir lo que ya tenemos. Es cuando envían a una persona a hacer el trabajo de tres. De esta forma, la tecnología se usa para ahorrar costes; y eso no quiere decir mejor información, ni mucho menos.

-Sin embargo algo curioso ha sucedido recientemente. En los atentados en Londres hubo una reacción tardía por parte de los medios que debían cubrir esta información. Pero varias personas que estuvieron cerca de este hecho, cubrieron e informaron de forma más rápida al mundo, valiéndose de la tecnología (bitácoras personales en Internet, imágenes tomadas con teléfonos celulares). ¿Qué pasó?

-Esto tiene un precedente, y son los atentados del 11 de septiembre del 2001 (11S). Como se ha visto, en Londres y en Nueva York hubo un pacto implícito de la prensa para no mostrar ciertas imágenes. En el caso de Londres, se dijo que ocurrió esto para que no suceda lo que pasó en Madrid: generar una cierta ansiedad en la gente con respecto a sus víctimas o a sus seres queridos. Yo realmente no sé si es por eso.

En el 11S ese pacto de la prensa se hizo por algo mucho peor, que es el patriotismo. No se hasta qué punto la prensa debe arroparse en la bandera del patriotismo, o alguna otra. Creo que esa excusa es muy pobre. Y estamos hablando de cabeceras principales, como el New York Times o el Washington Post. Gente que llega a un punto de decir 'vamos a hacer esto por la patria'. Ese concepto me parece muy peligroso.

Realmente, lo que debe descubrir la prensa es a quién sirve.

-Claro. Lo que está pasando ahora es que estas personas, gracias a la tecnología, no sólo pueden ser fuentes de los propios medios; sino además mejores críticos de ellos. Eso sucede mucho en el periodismo digital.

-Y es magnífico, además. Esta faceta de "azote" de los medios tradicionales me fascina muchísimo, y sirve no sólo para llamar la atención sobre sus errores, que son muchos, sino también para llamar la atención sobre lo que realmente les interesa saber. A lo mejor, a muchos no les interesa tanto las conversaciones de los ministros y sí saber qué está pasando con las obras públicas. Como observatorio popular me gusta mucho esa faceta. Es más, creo que desde muchos de esos medios se puede hacer periodismo. Existe una discusión sobre si es periodismo las bitácoras. Pero todo es periodismo si se sigue criterios periodísticos. La pregunta no es si la herramienta hace al periodismo, sino si la persona que usa la herramienta hace periodismo.

-Son muy pocos los medios que logran sobrevivir en Internet, sobre todo porque la publicidad en Internet no rinde frutos, y eso no es algo de ahora. Hay alguna vía para hacer que un medio se mantenga, sin necesidad de recurrir a la publicidad excesiva.

-Me parece que hay muy pocas vías sin salirse del periodismo. Hay sitios que optan por poner tiendas y demás. Si eso les resulta, bien por ellos. Pero creo que el periodista vende información. Otra vía es la suscripción a los servicios que se ofrecen. Por ejemplo, a la hemeroteca, en el caso de algunos periódicos o revistas.

Lo que sucede es que va a llevar tiempo el que algunos pierdan el miedo a publicitar en Internet. Tardó bastante en la prensa escrita, en la radio y algo en televisión. En Internet está pasando lo mismo; más aún si observamos que sus inicios están relacionados con la crisis bursátil relacionada a las empresas. Se pasó de creer que todo lo que llevaba la terminación ".com" era una maravilla, una apuesta a futuro en la que se tenía que invertir, a pensar que era algo casi apestado, un riesgo. Por eso, cuando alguno de estos medios va donde un anunciante, lo hace desde abajo, y no desde una posición de fuerza mínima.



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