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3 de junio del 2002 |
«Ramo de fuego», una película sobre el itsmo
Eduardo Stanley
Atraídas por las referencias sobre una sociedad matriarcal, las directoras decidieron viajar a la zona y retratar la sociedad local en base a los testimonios de los residentes en lugar de ofrecer su propia filosofía, intentando así ser fieles al sentimiento de los habitantes de Juchitán. El resultado es un poderoso testimonio de los residentes de la región, donde las mujeres tienen un importante rol en las decisiones familiares, sociales y políticas y una gran tolerancia y aceptación para aquellos que tienen un estilo de vida y preferencia sexual no tradicional, concretamente, en el caso de los homosexuales. "Precisamente lo que despertó nuestro interés fué saber qué diferente, qué tolerante es esa comunidad", dice Maureen Gosling. "Fuimos a filmar sin un guión definitivo, quisimos que ellas hablaran, que explicaran sus vidas sin nuestra interferencia". Y esa presencia se siente a lo largo de todo el filme, la narración fluye naturalmente a medida que los entrevistados hablan de su comunidad, de su participación en ella y de sus estilos de vida. El espectador se siente parte de esa historia que comprende y admira. La realización del filme demoró varios años debido al financiamiento del mismo y porque, como explica Maureen Gosling, residente de San Francisco, tenía que trabajar simultaneamente en diferentes proyectos para obtener ingresos. Pero la película obtuvo una notable recepción entre diferentes públicos y el año pasado "Ramo de Fuego" obtuvo el premio Coral del Festival de Cine de La Habana, Cuba, además de excelentes críticas por parte de exigentes críticos de cine tanto en México como en Estados Unidos.
"Pensamos que la película será transferida a 35mm. y de esta manera lograremos una mejor distribución", afirma Gosling, quien presentó el filme durante el Festival cultural Tamejavi en Fresno, el pasado 28 de abril. Tamejavi, un notable esfuerzo comunitario que presentó diferentes expresiones culturales de varias comunidades del Valle central, incluídas la mixteca, hmong, camboyana e hindú, fué el escenario perfecto para "Ramo de Fuego" y fué muy aplaudida por el público. El valor y presencia de las mujeres Juchitecas, la aceptación de la homosexualidad y la toma de decisiones sociales y politicas por partes iguales hacen de esta comunidad un lugar donde la palabra democracia, a veces impulsada desde afuera como parte de una vacía propaganda política, carezca de valor ya que ahí se practica sin mucha retórica. Las realizadoras del filme bien pudieron caer en lo fácil: el folclorismo barato, turístico de los coloridos trajes y explotar la nostalgia por los ambientes rurales y simples. Sin embargo, tuvieron el valor, ellas también, de lograr un retrato vívido y efectivo de la comunidad Juchiteca, expresada por las propias voces de las protagonistas. "Ramo de Fuego" es una película que la comunidad oaxaqueña debería ver y exhibir con orgullo a lo largo del continente. |
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