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8 de abril del 2001 |
Alma de hacker
Eduardo Castañeda H / Myriam Vidriales
El sociólogo español explica que "si tenemos que resumir en una transformación el conjunto de las transformaciones de la sociedad de la información, es Internet. Aún para los que no lo tienen, porque en la medida que todo lo importante pasa por Internet, los que no lo tienen quedan excluidos de lo importante". Para el autor de la trilogía La era de la información, "la idea de que la gente puede tener su propia comunicación, con códigos de comunicación no controlables por nadie o muy difícilmente, es una idea muy libertaria, casi anarquista."
Hace 18 años emprendió el estudio de las transformaciones sociales y económicas ligadas a las nuevas tecnologías, trabajo monumental que vertió en la trilogía La Era de la Información, un documento del que se ha afirmado, es un parte aguas en el estudio de nuestra sociedad.
Manuel Castells, uno de los pocos sociólogos en el mundo que de verdad está conduciendo una teoría propia sobre el mundo actual y uno de los más reconocidos internacionalmente, habla con cierto grado de emoción, sobre sus certezas acumuladas, pero de la misma manera lo hace con las preguntas que tiene, porque su tarea es "esclarecer los términos del debate", afirma, no aportar soluciones. Lo que le interesa es producir conocimiento, de hecho, está por echar a andar un programa de estudio e investigación en Barcelona sobre tecnología, información y comunicación. "Entré a la universidad a los 16 años, nunca he salido de ella, y nunca saldré", ha dicho. Castells, catalán, nacido en 1942, exiliado en Francia durante la dictadura de Franco, donde hizo el doctorado, y profesor en la Universidad de Berkeley, en Estados Unidos desde hace poco más de una década, menciona que "si hay un instrumento que sirve más a la democracia que al control sobre la democracia ese sí es Internet." Y a la vez explica que la combinación necesaria en estos momentos para no quedar excluido del mundo es información-conocimiento-tecnología. Desgraciadamente, ha dicho, pocos pueden tener estos elementos para desarrollarse, lo cual ha ampliado la brecha entre las zonas pobres y las más ricas en el mundo. Para él, es necesario encontrar formas de acotamiento al modelo económico y tecnológico dominante, sin perder de vista que la globalización es un proceso irreversible. En entrevista, realizada en el marco de la Cátedra Julio Cortázar de la Universidad de Guadalajara (México), Castells explicó la tesis que conduce su trabajo y que es el tema central de su nuevo libro: "trato de fundamentar históricamente que Internet lo ha producido la cultura hacker, porque es la cultura de comunicación horizontal y libre sin control." -El valor que tenían nuestras manos, que tenía nuestra fuerza física, han perdido importancia en el mundo actual, ¿qué se quebró ahí y qué consecuencias tiene? -Yo diría que más que perder importancia ha perdido valor económico con el arribo de los criterios dominantes de la nueva economía, pero por otro lado hay que recordar que todavía hay que hacer cosas materialmente y lo que ocurre es que cada vez más, más cosas las hacen las máquinas. Y cuando no las hacen es porque el trabajo es suficientemente barato, léase China o algunas zonas de México; es decir, más barato que si lo hiciera una máquina. Lo que pasa es que el valor añadido depende cada vez más de la información y el conocimiento. Eso es en el fondo una vieja historia, porque siempre lo más importante en la construcción de una catedral en la Edad Media, cuando los criterios no eran económicos sino el poder religioso y el llegar a Dios, era el diseño de la catedral y las soluciones técnicas de los arbotantes. Lo que ha cambiado es que en la medida que tenemos una capacidad de difusión, una capacidad tecnológica de difusión del procesamiento de información y generación de conocimiento en tiempo real, en todas las actividades de la sociedad, entonces, lo que era sólo una fuerza dominante, pero muy concentrada en unos lugares, en unas personas, ahora se difunde ampliamente. Se puede hacer el paralelo con la energía eléctrica. Fue la capacidad de distribuirla en todas partes y con motores eléctricos móviles, lo que permitió la gran explosión industrial, y partir de ahí quien no tenía electricidad, por muy fuerte o listo que fuera, no podía funcionar. En este momento es lo mismo, sin la capacidad educativa, cultural y tecnológica lo que se hace está subordinado a la generación de este valor. Consecuencias: quiere decir que el poder de la mente, ligado a la capacidad tecnológica es mucho más importante que cualquier otro poder, incluso que el poder del dinero. Con capacidad tecnológica y de conocimiento se puede obtener dinero, pero con dinero y sin capacidad tecnológica se pierde ese dinero. -Sin embargo, la exclusión se da en el mundo a una escala mucho mayor, por esa brecha que se abre, aparece el Cuarto Mundo, como lo llama. ¿La lucha está perdida? -Yo creo que nunca se pierde la lucha, porque afortunadamente la sociedad no está determinada por la tecnología o la economía; la sociedad depende de la acción humana. Pero esa acción humana se da en ciertos marcos. Por ejemplo, hay países y zonas pobres del mundo que se están organizando para incorporarse a ese tipo de desarrollo tecnológico y económico. Acabo de formar parte de un comité asesor para Kofi Annan, secretario general de las Naciones Unidas, a partir del cual se va a organizar un grupo de trabajo sobre Tecnología, Información, Comunicación y Desarrollo Global, en el que la idea es que durante tres años se va a hacer un esfuerzo considerable con donaciones de grandes empresas y acciones de gobiernos, para llevar a cabo proyectos de desarrollo específico en una serie de países del Tercer Mundo que sirvan como ejemplos para que se monte un proyecto de escala mayor. Esta es una reconducción de lo que era la estrategia tradicional de ayuda. Hay que seguir ayudando a la gente que muere de hambre, que no tiene agua, pero el problema es que las necesidades son tan grandes que si no atacamos la raíz del problema los recursos se irán quedando cada vez más limitados. La idea es cómo pasamos a la transformación del sistema productivo a una integración dinámica en este sentido. -¿Pero qué diferencias tiene este proyecto con el ya conocido de transferir tecnología así nomás a los países del Tercer Mundo, que no funcionó? -Ese es el peligro. En principio, la concepción es que se trata de proyectos integrales, de acciones simultáneas, en que la mismo tiempo hay que desarrollar los recursos humanos y el hecho de que esos recursos humanos necesitan expresarse a través de medios tecnológicos. Entonces, si no hay comunicaciones, si no hay computadoras, si no hay Internet, si no hay sistemas de información, esos recursos humanos no tienen ese apoyo. Por tanto tiene que ser a la vez una política de desarrollo de recursos humanos, de transferencia tecnológica y de desarrollo económico de nuevo tipo. La idea es no sólo difundir Internet, sino difundirlo en la práctica cotidiana de las personas para las cosas que le son importantes. Por ejemplo en la escuela, en la salud, en el desarrollo económico... -Internet sirve en la medida que la gente tenga la capacidad para usarlo... -Que tenga la capacidad y que les sirva para algo, no como gadget, no para jugar, sino para vivir y salir de la pobreza. -Hay por una lado un discurso "felizológico" y por otro uno que rechaza de golpe el fenómeno de la Globalización e Internet. Y los Medios casi siempre están del lado del discurso del "felizólogo". ¿Cuál es el papel que deben de jugar los Medios en este momento? -Bueno, cuidado, los Medios no necesariamente están en el lado del "felizólogo", para los Medios, en general, las malas noticias son las buenas noticias y por consiguiente cada vez que hay un informe catastrofista de los efectos perversos de Internet, esa es la primera página. En las páginas de reportajes, lo que les encanta es el futuro, que sean como cuentos, como películas de ciencia ficción. Los Medios son el mecanismo de formación de opinión en nuestra sociedad. Siempre han sido importantes, pero ahora mucho más porque son ubicuos, son muy flexibles y en la medida que pasamos a Medios que son menos de masas y más enfocados, como en Internet, cualquier tipo de opinión entra en ese sistema de hipertexto comunicativo. La relación con Internet es muy importante porque es realmente el medio de comunicación central de nuestra sociedad, y además cambia. Si tenemos que resumir en una transformación el conjunto de las transformaciones de la sociedad de la información, es Internet. Aún para los que no lo tienen, porque en la medida que todo lo importante pasa por Internet, los que no lo tienen quedan excluidos de lo importante. Internet es uno de los medios menos conocidos y más deformados de los medios de comunicación. Acabo de terminar un libro sobre el tema, en el que he trabajado los tres últimos años. Todo mundo me pedía que resumiera mi trilogía de La era de la información en un libro de 200 páginas y mi respuesta seria fue que ya estaba muy resumida (risas). Lo que he hecho ahora es algo distinto, que es intentar sintetizar lo que sabemos sobre Internet y situarlo en un marco de una reflexión sobre lo que es -yo nunca hablo de lo que puede ser-. Ahí lo que aparece es que Internet está muy articulado a la sociedad, no es un instrumento externo de la sociedad. Ha sido producido socialmente, por tanto las características de libertad que trae Internet son características tecnológicas producidas culturalmente. Mi tesis que trato de fundamentar históricamente es que Internet lo ha producido la cultura hacker, porque es la cultura de comunicación horizontal y libre sin control. Y los hackers tienen distintas expresiones, unas son contraculturales, otras son las de los hackers en las universidades que trabajaban para el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Y que lo que les interesaba no era ni la guerra ni nada, sino el desarrollo de Internet como un medio de comunicación nuevo. Pero en qué es nuevo. Es el primer medio de comunicación en la historia que es de muchos a muchos en tiempo real o elegido. Nunca ha habido un medio de comunicación de muchos a muchos. Hay de uno a muchos, como los medios de masas; de uno a uno; pero de muchos a muchos nunca ha habido. Y además, en tiempo real o en tiempo seleccionado, eso es nuevo y eso ha sido diseñado culturalmente. El desarrollo de Internet tiene que ver con la capacidad de las distintas sociedades y de los distintos grupos sociales; y las formas en que ha sido apropiado lo han cambiado. Internet ni aliena, ni separa, al contrario, aumenta la sociabilidad, la comunicación... -Pero tampoco democratiza, ¿o sí? -Vamos a ver, no necesariamente, pero tiene más lógica estructural "democratizante" que otros medios de comunicación. Por ejemplo, están los países como China que intentan por un lado desarrollar Internet, que tienen una política activa de desarrollo de Internet porque saben que es esencial. Pero qué pasa, por un lado lo aplastan, consiguen eliminar proyectos con presión desde los servidores de Internet, no por la comunicación, porque una vez que se hace la comunicación no hay manera de detenerla. Y por otro lado, lo que ocurre en China es que hay una cantidad de noticias, de ideas difundidas por Internet, no directamente políticas, pero que en el fondo son mucho más subversivas, de libertad individual, de formas culturales distintas, pero no explícitamente políticas. Yo recuerdo lo que vivimos en España durante el franquismo en que se podía publicar prácticamente lo que se quisiera en los periódicos a condición de que no fuera explícitamente político. No era político movimientos de barrio, ni alternativas culturales, ni mujeres, ni la ecología. Cuando se dieron cuenta, la nueva política, de la nueva sociedad, se había difundido en todas partes y estaban buscando dónde había una proclama comunista, que obviamente no había. Lo que quiero decir es que ningún instrumento tecnológico por sí mismo crea democracia; la democracia es un proceso social y político. Pero si hay un instrumento que sirve más a la democracia que al control sobre la democracia ese sí es Internet. El problema de Internet no es tanto el control político, sino algo distinto, que es el fin de la privacidad. Y por eso para mí la batalla política en estos momentos es el tema de la encriptación. Y el problema de la encriptación es con el Estado. Con las empresas también, pero sobre todo es con el Estado. Siempre es la misma historia de que los criminales van a utilizar la encriptación... pero ellos ya utilizan la encriptación, ellos no tienen problemas, se los pasa el Ejército, entre otros. Entonces, la idea de que la gente puede tener su propia comunicación, con códigos de comunicación no controlables por nadie o muy difícilmente, es una idea muy libertaria, muy profundamente de libertad, casi anarquista. Entonces, ahí se está dando una batalla seria. -En cierta forma, como consecuencia de las posiciones sin matices de "globalifóbicos" y "globalifílicos" respecto a Internet, se le ha satanizado y en algunos casos se le busca restringir, ¿cree que esto va a desarrollarse más? -Es una batalla, como todos los grandes procesos sociales a intereses contradictorios y en este caso es realmente una batalla por la autonomía de las personas y de los movimientos sociales, con respecto a las instituciones dominantes de la sociedad. Entonces, como bien se dice, Internet ha sido, es, un instrumento esencial del movimiento antiglobalización, pero éste no es la Cuarta Internacional, no es una organización sólida, porque ese tipo de organización sería muy fácil de destruir. El movimiento antiglobalización es una serie de grupos ligados a sus sociedades con sus proyectos específicos, que luego se conectan los unos a los otros. Por un lado de forma permanente a través de Internet, pero no quiere decir que lo hagan cada día, sino cuando necesitan algo; y por otro, que a través de Internet convergen sobre un impacto mediático en un momento determinado, como Seattle, como Praga. Esa estructura reticular, multiforme en que un movimiento se cansa y se va y no pasa nada, y que hay otros que se articulan, es lo que ha dado fuerza al movimiento antiglobalización. Y eso no podría existir sin Internet. Más aún, otros movimientos como el movimiento ecologista internacional, está organizado en Internet; cada vez más el movimiento feminista está organizado así; el movimiento de derechos humanos... Internet es un instrumento hoy día tan importante para los movimientos sociales, como lo es para las corporaciones multinacionales. Son dos vías contradictorias en cierto modo, en que hay conflictos sociales cada vez más fuertes. Por tanto, Internet se ha convertido en un instrumento de acción social, que cambia la forma de organización del movimiento. Por ejemplo, el movimiento obrero industrial no se puede pensar sin la existencia de la fábrica, como gran organización de trabajo, de condiciones estandarizadas... Bueno, el hecho de que Internet sea el instrumento fundamental de organización de movimientos sociales, -lo mismo que lo es para la empresa-, cambia el carácter del movimiento, hace a los movimientos reticulares, multiformes; genera un debate sin generar organización permanente. En fin, volvemos al anarquismo catalán de principios de siglo, que es lo mío, pero sin todo lo que había al lado que era la necesidad de la organización dura, seria, que era la contradicción de los principios anarquistas. -¿Cuáles serían los obstáculos más grandes que hay para la democracia; de verdad quienes tienen el control económico en el mundo les interesa la democracia? -Primero, el problema es que el control económico del mundo desgraciadamente no lo tiene nadie, y digo esto, porque si supiéramos quién lo tiene, podríamos concentrar los esfuerzos (risas). Pero cómo se controla el mercado financiero global; cómo se controlan los flujos mundiales de desarrollo de tecnología y de innovación; no hay quien controle eso. Segundo, qué es la democracia prácticamente, no sólo como ideal. Hay una definición que a los sistemas económicos y tecnológicos mundiales no les molesta y es la siguiente, formulada por el francés Robert Scarpit: la democracia es cuando a las cinco de la mañana llaman a la puerta de tu casa y crees que es el lechero. Creo que esta definición de democracia defensiva es la fundamental. Son los derechos de la persona; la vieja definición de democracia de John Locke. Después de eso, la democracia hoy día qué es, son elecciones. Creo que son esenciales, que sin elecciones democráticas y lo más limpias posibles no se pueden construir sociedades, pero también sabemos los límites. Entonces, democracia como elecciones libres cada cuatro años, hay muy poca gente que le cause problema. Por tanto la idea de que los poderes del mundo son antidemocráticos; si tomamos esos dos casos, no son antidemocráticos, al contrario, más bien la ideología de los poderes económicos dominantes, lo que justifica todo, es que la democracia existe y que los procesos sociales y todos los conflictos se pueden tratar a través de ella. Y yo creo que no, la democracia es una condición necesaria, pero no suficiente. También mirando en la práctica, -no es en función de mi filosofía personal-, si miramos en América Latina qué vemos, que hay elecciones, pero hay injusticia social y no sólo eso. Kofi Annan encargó para la Asamblea del Milenio el año pasado una encuesta de opinión mundial a Gallup, sobre la opinión de la gente sobre la democracia, los gobiernos, etcétera. El resultado es que dos terceras partes de los ciudadanos del mundo, incluyendo Estados Unidos, piensan que sus gobiernos no los representan. Entonces, la democracia tal y como la tenemos, no le molesta a los poderes fácticos de la nueva economía. Otro tipo de cosas, de participación activa de los ciudadanos, control social de las inversiones; ese tipo de cosas sí que les molestan. Ahora, al mismo tiempo ha habido un cambio bastante importante de actitud y que está ligado al movimiento de globalización. De vez en cuando voy al Foro Económico Mundial de Davos, porque para mí es un lugar de observación muy importante a donde va toda la élite mundial; y en esa reunión, en el grupo de Davos, está habiendo una reflexión absolutamente profunda sobre el qué representa la globalización. Y que explícitamente ellos reconocen que se debe al impacto del movimiento antiglobalización, entonces, algo que parecía imposible: la idea de que hubiera la globalización por un lado y una serie de movimientos sociales articulados por otro, creando fuerza, reconstruyendo la relación crecimiento económico y control social, que en el capitalismo era burguesía-movimiento obrero y que había desaparecido como dualidad contradictoria; ahora estamos empezando a ver que existe. Hay exageraciones y manipulaciones por las dos partes, pero lo importante es que hay esa dinámica. Y mi aportación personal a esto es esclarecer los términos del debate, no dar yo soluciones, entre otras cosas porque hay una inflación de intelectuales dando sus soluciones. |
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